Archivo de
Películas del Mes:

Nemesis

Bad Taste

The Andromeda Strain

They Live

Rolling Thunder

The Crazies

Dark City

The Deadly Spawn

Galaxy of Terror

The Hidden

Creepshow

Gojira

Phantasm

From Beyond

The Asphyx

Deadlier than the Male

Prince of Darkness

Double Indemnity

Miracle Mile

Spider Baby

Deep Rising

Phenomena

The Wicker Man

Street Trash

Eraserhead

Mystery Science
Theater 3000: The Movie

Tank Girl

Dead and Buried

Phantom of the Paradise

Cannibal Women in the Avocado Jungle of Death

The Quick and the Dead

Videodrome

subUrbia

Hellraiser

Clueless

The Abominable Snowman

Undercover Brother

The Devil Rides Out

The Crimson Pirate

Logan's Run

The Commitments

Quatermass
and the Pit

Bound

Day of the Dead

The General

Perfect Blue

Bringing Up Baby

Freaks

Monty Python
and the Holy Grail

Killer Klowns
From Outer Space

The Big Picture

Night of the Creeps

Kalifornia

Labyrinth

Fast Times at
Ridgemont High

The Return of
the Living Dead

The Roaring Twenties

Re-Animator

All I Wanna Do

Evil Dead 2

M

Ghost in the Shell

Beyond the Valley
of the Dolls

The Frighteners

JFK

The Adventures of Buckaroo Banzai Across the 8th Dimension

Chasing Amy

Dawn of the Dead

The Big Sleep

The Thing

A Night at the Opera

Starship Troopers

Ferris Buller's Day Off

Tron

Mallrats

Evil Dead

Clerks

Tetsuo

The Breakfast Club

The Day The Earth
Stood Still

Heathers

The Parent Trap

The Haunting (1963)

Can't Hardly Wait

Bedlam
(Bedlam)
RKO Radio Pictures, 1946
Estados Unidos, 79 minutos

Dirigida por Mark Robson
Escrita por Mark Robson y "Carlos Keith" (Val Lewton), basados en los grabados de William Hogarth
Editada por Lyle Boyer

Elenco:
Boris Karloff ... Master George Sims
Anna Lee ... Nell Bowen
Billy House ... Lord Mortimer
Richard Fraser ... Hannay
Glen Vernon ... The Gilded Boy
Ian Wolfe ... Sidney Long
Jason Robards Sr. ... Oliver Todd

Imágenes © 1993 Imperial Ent.

Entre más cambian las cosas, más se quedan igual: a principios de los cuarentas el venerable estudio RKO (cuyo logo con la antena de radio que hacía "bip-bip-bip" persiste como uno de los iconos visuales más famosos de aquella década) era famoso por sus musicales (y, claro, por "King Kong" y "Citizen Kane"), pero rápidamente descubrió el excelente negocio que disfrutaba Universal Pictures: realizar películas de terror de bajo costo que inexplicablemente resultaban éxitos de taquilla para el público que vivía atemorizado por los horrores reales de la Segunda Guerra Mundial. Entonces, para crear su propia división de películas de terror (cariñosamente apodada "el foso de serpientes"), RKO reclutó al editor asistente Val Lewton, quien rápidamente se transformó en un notable productor cuyas películas no se conformaban con el burdo amarillismo y los fáciles sustos de la competencia, sino que mostraron siempre inusual inteligencia, profundos temas y sólidas actuaciones. Desafortunadamente Lewton falleció en 1951 a causa de un ataque cardiaco, interrumpiendo su ilustre carrera... pero las brillantes películas que cultivó representan un fantástico legado que siguen disfrutando sus seguidores después de más de sesenta años.

Ciertamente hay películas famosas en la filmografía de Lewton, desde la célebre "Cat People" (1942) hasta "I Walked With a Zombie" (1943). Pero "Bedlam", de 1946, es una de las pocas que él mismo escribió y, en mi humilde opinión, una de las más resonantes e inteligentes.

Supongo que "Bedlam" requiere un poco de contexto histórico: En el siglo XIII se estableció en Gran Bretaña el primer hospital psiquiátrico del mundo moderno, llamado Bethlem Royal Hospital ("Bethlem" fue una distorsión arábica de Bethlehem, - Belén -). Desafortunadamente las buenas intenciones de las hermanas de la Orden de la Estrella de Belén se desmoronaron con el tiempo y, cuando eventualmente el gobierno tomó posesión del inmueble, ya se había convertido en una espantosa cárcel donde los "pacientes" vivían en horribles condiciones. Y no fue sino hasta fines del siglo dieciocho cuando la "Edad de la Razón" hizo ver a la gente que había un mejor modo para tratar a los pacientes psiquiátricos.

La película "Bedlam" ofrece una versión ficticia de esa transición. En ella conocemos a Nell Bowen (Anna Lee), una inteligente pero cínica joven que pasa sus días compartiendo la opulencia de su protector, Lord Mortimer (Billy House), cuyo frívolo y hedonista estilo de vida opaca toda consideración humanista. Pero cuando muere un poeta amigo de Mortimer al tratar de escapar del asilo Bedlam, el angustiado Lord decide visitar el lugar, para comprobar que su siniestro director, George Sims (Boris Karloff) esté cumpliendo sus labores.

Sims resulta ser un inteligente pero amoral oportunista, que explota la triste situación de los pacientes para beneficio personal, cobrando a los ricos aristócratas por recorrer los pasillos del hospital, burlándose de la locura que aflige a los internos. Lord Mortimer lo encuentra terriblemente divertido, y acepta gustoso cuando Sims le ofrece una obra teatral representada por los habitantes del asilo. Pero cuando un joven muere durante la representación y todos lo toman como un chiste, Nell decide actuar contra Sims y contra Mortimer, denunciando al primero como un torturador y al segundo como un frívolo glotón que sólo se interesa en su placer personal.

Así, las denuncias de Nell van en aumento, tomándose cada vez más en serio por la población y el gobierno, hasta que se convierten en un riesgo político para Sims y Mortimer. Entonces, para controlar la situación, Sims sugiere un juicio ante un comité que evaluará la salud mental de la joven... y, claro, encontrándola inestable, es condenada a ser recluida en Bedlam.

Al principio de su cautiverio Nell está aterrada, pero rápidamente se adapta a la convivencia con los internos; y, viendo la posibilidad de cambiar la situación desde adentro, decide implementar todas las medidas posibles para mejorar la estancia de los pacientes, ya sea aliviando el dolor que producen las cadenas en un interno violento, o simplemente usando pasto seco para acondicionar las camas de los enfermos.

Así, con el tiempo, los internos aprecian a Nell y se encariñan con ella. Pero Sims lo nota y, percibiendo el peligro latente, toma la decisión de aplicar a la joven un "tratamiento" que podría "curarla"... o quizás terminar definitivamente con sus intromisiones. Afortunadamente Nell tiene la confianza de los internos y, cuando Sims intenta llevarse a la joven, la población del sanatorio decide invertir los papeles para vengarse del malévolo director...

Actuando desde 1919, Boris Karloff participó en decenas de películas de todos los géneros imaginables, pero cuando interpretó al monstruo de Frankenstein en 1931 ganó instantáneamente fama mundial. Como ocurre con frecuencia, esa fama resultó perjudicial para su carrera, pues desde entonces fue casi universalmente identificado con el género de terror, y tuvo grandes dificultades para obtener trabajo que no explotara su fúnebre apariencia y voz sepulcral. Para mediados de los cuarentas, Karloff no tenía más remedio que dejarse llevar por el eco de su fama, participando en comedias que parodiaban su eterno papel de villano, o baratas películas de terror que trataban de aprovechar su famoso nombre. En muchas de las películas que entonces realizó es notoria su falta de entusiasmo y su apatía por los pobres libretos.

Entonces el productor Val Lewton le ofreció trabajo, y el cambio de actitud fue evidente.

Karloff y Lewton colaboraron en tres películas, y quizás "The Body Snatcher", "Isle of the Dead" y "Bedlam" nunca serán aclamadas como clásicos del cine universal, pero indudablemente energizaron a Karloff y generaron magníficas actuaciones, no sólo del olvidado actor, sino del elenco entero. Creo que "Bedlam" es la mejor de las tres cintas (aunque no la mejor de Val Lewton), y merece un lugar especial en el anal de hitos del cine fantástico por su sofisticado libreto, sus chispeantes diálogos y la dinámica dirección de Mark Robson.

Escrita por Robson y Lewton (bajo el pseudónimo de "Carlos Keith"), la trama está inspirada por una obra de William Hogarth, pintor satírico del siglo dieciocho que creó una serie de grabados secuenciales (probablemente precursores del comic) en los que satirizaba aspectos de la cultura británica... incluyendo el Hospital Bethlem. Pero un tema tan sórdido como el maltrato a los "locos" encerrados en el manicomio, exacerbado por la fría y cruel actitud de los protagonistas, logró que el temido "Código de Producción" (en otras palabras, la censura) bloqueara la realización de la cinta, hasta que Lewton hizo algunos cambios en el libreto, eximiendo de culpa moral los crímenes cometidos por los pacientes y aclarando que la situación en Bedlam no era la que existía en los hospitales contemporáneos.

Por lo demás, el libreto ofrece agudos diálogos que explotan al máximo el excelente desempeño de los actores. En su momento la cinta recibió amplios halagos de la crítica, pero no todos percibieron el cambio de actitud en Karloff, e injustamente le atribuyeron el papel de "un villano más". En realidad el veterano actor entregó una de sus mejores actuaciones, combinando sutil malevolencia con elevada inteligencia e incluso sensibilidad artística. Anna Lee responde con igual aplomo, y su actuación de sagaz mujer proto-feminista es una rareza adelantada a su tiempo, pues el libreto no sólo es liberal, sino que acepta la presencia de una mujer independiente, en control de su destino y bondadosa, pero cínica y pragmática.

Como muchas películas de aquella década, quizás "Bedlam" no sea una franca película de terror, sino un negrísimo melodrama que no ofrece monstruos de goma, sino al hombre mismo como el peor villano, cruel y ambicioso. La cinta derrocha atmósfera y perversión, pero formalmente se mantiene dentro de los rígidos parámetros morales prevalecientes en esa época. Por eso puede ahora parecer lenta y demasiado teatral; pero quien aprecie un buen debate de ideas expresadas con filosa elocuencia e inteligencia hará bien en buscar esta olvidada joya, que no ha perdido su potencia o relevancia después tantos años. A fin de cuentas Lewton será recordado por "Cat People", y Karloff por el monstruo en "Frankenstein". Pero "Bedlam" queda como testimonio de que la carrera de ambos artistas abarcó un terreno mucho más complejo e interesante.

Pablo del Moral

Google
Web www.cinencanto.com