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Beyond the Valley of the Dolls
(Beyond the Valley of the Dolls)
20th Century Fox, 1970
109 minutos

Dirigida por Russ Meyer
Escrita por Roger Ebert y Russ Meyer
Editada por Dann Cahn y Dick Wormell

Elenco:
Dolly Read .... Kelly MacNamara
Cynthia Myers .... Casey Anderson
Marcia McBroom .... Petronella Danforth
John Lazar .... Ronnie Barzell
Michael Blodgett .... Lance Rocke
David Gurian .... Harris Allsworth
Edy Williams .... Ashley St. Ives
Erica Gavin .... Roxanne
Phyllis Davis .... Susan Lake

Imágenes © 1970 20th Century Fox

"Beyond the Valley of the Dolls es simultáneamente la mejor y la peor película que se ha filmado"
- John Waters -

El director Russ Meyer ha sido clasificado de misógino, machista, perverso, fetichista y muchas otras cosas. Yo prefiero llamarlo "visionario", y una mirada a "Beyond the Valley of the Dolls" puede confirmar esta afirmación.

Russ Meyer emepezó como fotógrafo de una revista pornográfica, donde tal vez comenzó a desarrollar su "estética"; unos años más tarde, apoyado por la entonces floreciente industria del autocinema, comenzó a hacer pequeñas películas independientes, de las que en ese entonces se llamaban "nudies". Eran inofensivas películas de simplísimas tramas que por una u otra razón requerían el mayor número posible de mujeres desnudas. Sin ser propiamente pornografía, tales cintas cubrían un importante segmento del mercado fílmico, y permitían que muchos cines y autocinemas permanecieran en funcionamiento, ya que esos establecimientos ganaban en la acostumbrada función de medianoche lo mismo que en dos semanas de proyección de cintas familiares. Desde luego dudo que Meyer hiciera esto con fines altruistas. Sus entradas de dinero eran considerables, y en poco tiempo decidió ampliar su visión al juntar el género de acción con su gusto por los pechos femeninos. Para ello reclutó a varios guionistas primerizos, entre los que estaba Roger Ebert, el ahora mundialmente conocido crítico de cine. Después de triunfar estrepitosamente con cintas como "Motor Psycho!", "Vixen!" y "Faster Pussycat! Kill! Kill!", el estudio hollywoodense 20th Century Fox decidió llamarlo y ofrecerle la oportunidad de validarse ante la comunidad cinematográfica dirigiendo una película para uno de los grandes estudios. La verdad es que en ese entonces 20th Century Fox estaba al borde de la quiebra, y en una maniobra desesperada alguien decidió darle una pila de dinero a Meyer para ver qué podía sacar... los ejecutivos creían, con razón, que lo que resultara sería un éxito aunque tan sólo fuera por la segura inclusión de abundantes tomas de desnudez femenina. El estudio contrató a Meyer para realizar tres películas, pero el avispado director claramente se dió cuenta de que estaba frente a la única oportunidad que tendría para hacer uso de los considerables recursos del estudio para llevar su visión hasta donde nunca hubiera podido en su usual papel de cineasta independiente.

Así, junto con Roger Ebert escribieron el libreto de lo que entonces pretendía ser una parodia de la clásica cinta "The Valley of the Dolls", dirigida por Mark Robson y basada en la popular novela de Jacqueline Susann. Pero durante la filmación la historia fué evolucionando hasta el punto de que casi diario se improvisaban diálogos y situaciones según el estado de ánimo del personal. El resultado fué una cinta única, que de algún modo logra balancear la comedia con el drama, la lección moral con el rock and roll y la intensa violencia del tercer acto con el optimismo "hippie" tan popular en la época.

La película narra las aventuras de Kelly (Dolly Read), Pet (Marcia McBroom) y Casey (Cynthia Myers), tres guapas muchachas integrantes del grupo "The Kelly Affair". Ante la pobre recepción de su música en su pueblo natal, el trío y su agente deciden viajar a Los Ángeles para probar fortuna. Kelly tiene una tía en esa ciudad y cree que podrá pedirle ayuda si hace falta o incluso quedarse en su casa. Al llegar a la ciudad resulta que la Tía Susan (Phyllis Davis) es toda una figura en el mundo de la elite social, y el mismo día que llegan invita a las muchachas a una alucinante fiesta en casa del famosísimo promotor musical Ronnie Barzell (John LaZar), alias "Z-Man". El promotor queda encantado con las muchachas y decide convertirlas en estrellas. Tras cambiar el nombre de su grupo a "The Carrie Nations" y con la ayuda de Z-Man, el trío asciende rápidamente a la fama, pero como por lo general ocurre, el éxito trae tanta desgracia como felicidad. Kelly tiene un cuasi-romance con el gigoló Lance Rocke, quien busca explotarla y robarle su dinero; Pet traiciona a su novio acostándose con cuanto hombre encuentra, con terribles consecuencias; y Casey se vuelve adicta a las drogas y al alcohol. Y cuando parece que la cinta se ha instalado en la clásica fórmula de "Nace una Estrella", llega el intenso final, que echa por tierra cualquier preconcepción que el espectador pudiera tener, para culminar de modo perturbador pero satisfactorio.

Mucha gente asocia inmediatamente el nombre de Russ Meyer con agresivas mujeres de enorme busto, pero la realidad es que más allá de sus particulares fetiches, éste director fué pionero de muchas técnicas narrativas y cinematográficas que hoy en día son tan habituales que ni siquiera las percibimos. Desde hace más de treinta años Meyer se dió cuenta que si lograba mantener el interés del auditorio con una rápida edición, podía contar una historia tan tergiversada como quisiera; el "nuevo" concepto de no permitir tomas de más de cinco segundos fué muy utilizado por Meyer en sus películas previas, pero hasta "Beyond the Valley of the Dolls", seguramente gracias al impulso económico del estudio, finalmente pudo cristalizar su intención en el frenético, pero perfectamente comprensible ritmo de la película. Adicionalmente los ángulos de cámara, composiciones de escena y acompañamiento musical parecía cosa de locos en 1970, pero viendo el cine contemporáneo es claro el origen de tales técnicas.

Otra cosa que innovó Meyer fué en presentar a la mujer como una persona fuerte, independiente y nada sumisa, muchas veces depredadora y despectiva hacia el hombre que por tanto tiempo la tuvo como esclava. Las mujeres de sus películas no requieren hombres para verse realizadas o para ser felices, sino para ser complacidas, para después abandonarlos. Desde la escultural Haji en "Faster Pussycat! Kill! Kill!" hasta Marcia McBroom en "Beyond the Valley of the Dolls", es evidente que los íconos contemporános como Lara Croft, Xena e incluso Buffy deben mucho al director que tanta gente consideraba como sexista y enemigo de la mujer.

Ciertamente es posible que esta imagen de la mujer dominante no tuviera origen tanto en el sentido de justicia social de Meyer como en sus fantasías personales, pero si así fué ahora ha resultado que muchos las comparten, pues sus mismos temas son revisitados continuamente en el entretenimiento popular contemporáneo.

No es una película para todos los gustos; la violencia, sexualidad y sobre todo el demencial ritmo y estructura podrán marear o repugnar a algunos, pero "Beyond the Valley of the Dolls" es un documento fascinante, tremendamente adelantado a su tiempo, y sobre todo infinitamente entretenido. Auténtica cinta de culto que mejora con cada exhibición.

Pablo del Moral

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