Archivo de
Películas del Mes:

Nemesis

Bad Taste

The Andromeda Strain

They Live

Rolling Thunder

The Crazies

Dark City

The Deadly Spawn

Galaxy of Terror

The Hidden

Creepshow

Gojira

Phantasm

From Beyond

The Asphyx

Deadlier than the Male

Prince of Darkness

Double Indemnity

Miracle Mile

Spider Baby

Deep Rising

Phenomena

The Wicker Man

Street Trash

Eraserhead

Mystery Science
Theater 3000: The Movie

Tank Girl

Dead and Buried

Phantom of the Paradise

Cannibal Women in the Avocado Jungle of Death

The Quick and the Dead

Videodrome

subUrbia

Hellraiser

Clueless

The Abominable Snowman

Undercover Brother

The Devil Rides Out

The Crimson Pirate

Logan's Run

The Commitments

Quatermass
and the Pit

Bound

Day of the Dead

The General

Perfect Blue

Bringing Up Baby

Freaks

Monty Python
and the Holy Grail

Killer Klowns
From Outer Space

The Big Picture

Night of the Creeps

Kalifornia

Labyrinth

Fast Times at
Ridgemont High

The Return of
the Living Dead

The Roaring Twenties

Re-Animator

All I Wanna Do

Evil Dead 2

M

Ghost in the Shell

Beyond the Valley
of the Dolls

The Frighteners

JFK

The Adventures of Buckaroo Banzai Across the 8th Dimension

Chasing Amy

Dawn of the Dead

The Big Sleep

The Thing

A Night at the Opera

Starship Troopers

Ferris Buller's Day Off

Tron

Mallrats

Evil Dead

Clerks

Tetsuo

The Breakfast Club

The Day The Earth
Stood Still

Heathers

The Parent Trap

The Haunting (1963)

Can't Hardly Wait

Fast Times at Ridgemont High
(Fast Times at Ridgemont High)
Universal Pictures, 1982
90 minutos

Dirigida por Amy Heckerling
Escrita por Cameron Crowe
Editada por Eric Jenkins

Elenco:
Sean Penn .... Jeff Spicoli
Jennifer Jason Leigh .... Stacy Hamilton
Judge Reinhold .... Brad Hamilton
Robert Romanus .... Mike Damone
Brian Backer .... Mark 'Rat' Ratner
Phoebe Cates .... Linda Barrett
Ray Walston .... Mr. Hand
Scott Thomson (I) .... Arnold
Vincent Schiavelli .... Mr. Vargas
Amanda Wyss .... Lisa

Imágenes © 1982 Universal Pictures

Algunos lectores sabrán de mi obsesión con las comedias juveniles. Ciertamente no me gustan todas las muestras de este tipo de cine, pero no es un género que repudio automáticamente, como hace mucha gente. Es verdad que frecuentemente ofrece bodrios de tal calibre que invitan a la inmolación espontánea en la sala de cine, pero de vez en cuando se descubre una joya que será injustamente ignorada por el público y la crítica sólo por pertenecer a un muy menospreciado género.

Pero ¿de dónde salen estas películas?

Creo que sus ancestros más obvios son las películas playeras de la década de los cincuentas, aquellas que siempre contaban en sus títulos con las palabras "bikini", "beach" o "surf". Eventualmente esas películas evolucionaron (aunque tal vez ese no sea el término correcto) con el surgimiento de la contra-cultura en los sesentas. Frankie y Annette en sus pudorosos trajes de baño fueron reemplazados por Dennis Hopper y Peter Fonda exultando las virtudes de las drogas de moda. Durante los setentas el cine experimentó una curiosa elevación de intelecto, sin duda como respuesta a la explosiva popularidad de la televisión a color y de los muchos otros modos como los medios competían por la atención del público. Pero tal fenómeno llegó a su fin cuando los productores se dieron cuenta de que el mercado juvenil, relegado durante años, tomaba nueva fuerza social y, sobre todo, económica. Entonces regresó el momento de explotar al público juvenil.

Desde luego el titán del género en los ochentas fué John Hughes. Su obra marcó a una generación y permitió que otros cineastas aprovecharan ese éxito para promover y producir películas que de otro modo nunca se hubieran visto. Claro, esto fue a la vez bendición y maldición, pero por cada basura como "Zapped" o "Risky Business" tenemos joyas como "Better Off Dead", de Savage Steve Holland; "Say Anything" de Cameron Crowe y "Fast Times at Ridgemont High", de Amy Heckerling.

Con su espeso acento neoyorquino, Heckerling parecería la menos indicada para realizar una película sobre adolescentes californianos, pero de algún modo su estilo narrativo complementó maravillosamente el guión del mentado Cameron Crowe, que como nunca antes retrató fielmente a la juventud en mitad de esa extraña década.

La razón de esta feroz honestidad se encuentra en la novela que dió origen a la película. El libro "Fast Times at Ridgemont High" fue el resultado del año que Crowe pasó encubierto en una preparatoria de California, haciéndose pasar por estudiante cuando en realidad (a pesar de su corta edad), era ya un prestigioso reportero para revistas como Creem y Rolling Stone (para una vista semi-autobiográfica de este autor, ver la maravillosa cinta "Almost Famous"). De este modo Crowe pudo plasmar en su libro y posterior guión la verdad sobre el diario vivir de los jóvenes, por primera vez mostrando esa realidad y no la interpretación que Hollywood administraba constantemente para engrandecer sus arcas.

La película no tiene argumento real. Simplemente sigue la vida de varios jóvenes a lo largo de un año escolar en la preparatoria. Los protagonistas son Brad Hamilton (Judge Reinhold) y su hermana Stacy (Jennifer Jason Leigh); Linda (Phoebe Cates), amiga y confidente de Stacy; Mike (Robert Romanus) y "Rat" (Brian Backer), amigos y pretendientes de Stacy; y finalmente Jeff Spicoli (Sean Penn), un "surfer" empedernido, cuya filosofía de la vida no embona muy bien con la disciplina estudiantil.

A lo largo del año vemos los lances amorosos de Stacy, deseosa por perder su virginidad, pero indecisa sobre lo que realmente busca en la vida. Linda parece ser experta en sexo, y habla continuamente de su "prometido", pero existe la sospecha de que todo ello está sólo en su imaginación. Brad parece estar en la cima del mundo; trabaja en la freidora de un restaurant de comida rápida, está pagando su coche a plazos y su novia parece quererlo. Pero poco a poco todos estos pilares se van derrumbando, hasta hacerlo reevaluar su concepto de "éxito". Finalmente, Mike y "Rat" luchan por la misma mujer, casi sin saberlo, y el "ganador" recibe una muy dura lección de vida. Mientras tanto, Spicoli lucha contra el férreo profesor Hand (Ray Walston), quien está empeñado en enseñar su materia incluso contra los deseos o disposición de los estudiantes.

Eventualmente termina el año, y todos han cambiado. Tal vez no han aprendido nada, pero esa es una de las paradojas de la vida que tan bien se retratan en la película.

El escritor Cameron Crowe mencionó alguna vez que el nombre de la película "Tiempos Acelerados..." aludia al hecho de que la sociedad presiona a los jóvenes para que maduren cada vez más rápido. Por eso los protagonistas de la cinta se enfrentan a problemas adultos cuando apenas están abandonando la niñez. Obviamente no tienen las herramientas psicológicas ni la experiencia necesaria, pero por otro lado, ¿quién las tiene realmente? Y este aceleramiento marca sus vidas para siempre, de igual forma como las marcó para quienes crecimos en esa década. Sólo queda especular cómo el frenesí social contemporáneo está afectando a las futuras generaciones.

Aunque empecé hablando de las comedias juveniles, no estoy seguro de que "Fast Times at Ridgemont High" lo sea. Ciertamente tiene partes graciosas, pero la tragedia asoma a cada paso, recordándonos que la vida no es ni drama ni comedia absolutos, sino una curiosa mezcla homogénea que navegamos a ciegas, y que lo mejor a lo que podemos aspirar es a encontrar las corrientes adecuadas que nos lleven cerca de donde pretendemos llegar. Tal vez el surfer Spicoli es el que mejor lo expresa: "Con buenas olas y buenos amigos, no necesito más".


Pablo del Moral

Google
 
Web www.cinencanto.com