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Phantasm
(Phantasm)
New Breed Prods., 1979
Estados Unidos, 88 minutos

Dirigida, escrita y editada por Don Coscarelli

Elenco:
Michael Baldwin .... Michael Pearson
Bill Thornbury .... Jody Pearson
Reggie Bannister .... Reggie
Kathy Lester .... Mujer Lavanda
Angus Scrimm .... El Hombre Alto

Imágenes © 1979 New Breed Prods.

Gracias al éxito durante la década de los setentas de cintas de culto como "Last House on the Left", "I Spit on Your Grave" y "The Texas Chainsaw Massacre", el cine de terror estuvo durante años encasillado en fáciles fórmulas de venganza y asesinatos que quizás satisfacían a los aficionados con amplia violencia y sangre, pero que estaban atrofiando la imaginación de un público previamente habituado a historias más imaginativas y originales.

Como respuesta a ese fenómeno, el director y guionista Don Coscarelli escribió un ambicioso guión que combina ciencia ficción, fantasía y terror con amplias dosis de negrísimo humor. Y, con muy limitados recursos, pero mucho entusiasmo, decidió filmarlo con ayuda de amigos por la baja suma de 300,000 dólares.

El resultado fue "Phantasm", cuyo moderado éxito en los autocinemas de la época se multiplicó con el paso de los años, convirtiéndose en un film de culto con tres secuelas (hasta el momento) y un posible futuro re-make.

La película comienza con una inusual escena: sexo sobre una lápida. Sin embargo, las cosas cambian rápidamente para el hombre, llamado Tommy, cuando es apuñalado por la mujer (pero, ¿era realmente una mujer?). Por alguna razón las autoridades piensan que fue suicidio, y durante el funeral de Tommy conocemos a Jody (Bill Thornbury) y Reggie (Reggie Bannister), los mejores amigos del difunto, y a Mike (Michael Baldwin), hermano de Jody. Mike tiene trece años, y se le prohibió asistir al funeral, debido a que un par de años atrás fallecieron sus padres. Sin embargo el inquieto adolescente espía de lejos con binoculares, y cuando se han ido todos los dolientes ve una cosa asombrosa: el alto y delgado director de la casa funeraria carga el ataúd con un brazo y lo deposita en la carroza fúnebre, en vez de sepultarlo como todos esperaban.

Intrigado por lo que vio, Mike decide introducirse a la funeraria para investigar lo que ocurre; esa misma noche rompe una ventana de la vieja casona y empieza a explorar, pero es rápidamente descubierto por el asistente del sepulturero. Peor aún, una esfera metálica vuela por el aire, acercándose rápidamente a Mike. El joven se escabulle y es el asistente quien recibe la esfera en la cara; el curioso objeto tiene dos cuchillas con las que se afianza a la cabeza del pobre hombre, y a continuación un taladro perfora su frente, ¡extrayendo la sangre y expulsándola por la parte posterior de la esfera!

Aterrado, Mike huye, pero es descubierto por el Hombre de Elevada Estatura, quien lo persigue hasta el sótano de la casona. Mike cierra la puerta justo a tiempo, pero la mano del Hombre queda atrapada. Con un cuchillo Mike le corta los dedos, y descubre que su "sangre" es un mórbido líquido amarillo. Viendo que uno de los dedos cortados se sigue moviendo en el piso, Mike lo guarda y huye a su casa.

Jody, desde luego, no cree la bizarra historia de su hermano, pero una mirada al dedo, aún vivo, lo convence. Y si eso no bastara, eventualmente el dedo se transforma en un amenazador insecto que ataca a los hermanos, y a Reggie, quien está de visita. Entonces, los tres hombres deciden visitar la casa funeraria y desentrañar el misterio detrás del Hombre Alto.

Una vez en la funeraria, descubren que no será tan fácil, pues el temible sepulturero tiene a su disposición un ejército de pequeños hombrecillos (muy similares a los Jawas de Star Wars) para atacar al trío, que logra huir en el veloz vehículo de Jody. Sin embargo, la carroza fúnebre los persigue y trata de hacer que se estrellen. Jody le dispara al motor y la enorme camioneta se estrella contra un árbol. Los jóvenes se bajan a investigar y descubren a una de las criaturas, aparentemente muerta, al volante del vehículo. Le quitan la capucha y descubren el rostro deforme de Tommy... el amigo que se "suicidó" unas noches atrás.

El misterio del Hombre Alto empieza a aclararse: por alguna razón, el sepulturero está robando cadáveres frescos y de algún modo los resucita, reduciendo su estatura y usándolos como sirvientes. Entonces Jody y Mike encuentran una poderosa razón para regresar a la casa funeraria... fue en ese mausoleo donde descansan los restos de sus padres.

En la segunda incursión a la casona el trío va armado hasta los dientes, pero eso no impide que el Hombre Alto los ataque con sus miniaturizados sirvientes. Eventualmente Mike descubre las tumbas vacías de sus padres y, más importante, un extraño cuarto lleno de contenedores cilíndricos, donde dos pilares metálicos hacen un extraño ruido...

Los pilares resultan ser un portal teleportador, y por un breve instante Mike ve el mundo del Hombre Alto... un desierto ardiente en el que los pequeños sirvientes cargan ataúdes en una fila que se extiende hasta el horizonte. ¿Es otro planeta? ¿Otra dimensión? Nadie sabe. Lo único claro es que Jody, Reggie y Mike harán lo posible por acabar con las extrañas actividades del Hombre Alto y sus agresivos esclavos...

Obviamente la historia es bastante original y, aunque toca diversos géneros, mantiene la cohesión a pesar de sus giros y surrealistas situaciones. Sin embargo, tengo que admitir que la narrativa tropieza en numerosas ocasiones, con saltos lógicos difíciles de tragar y con inusuales relaciones entre causa y efecto. Pero si bien la película entera se siente un poco fracturada, son las escenas individuales lo que llama la atención.

Desde el ataque de la misteriosa esfera metálica hasta la persecución automovilística, la competente dirección de Don Coscarelli mantiene un sólido control de la acción, adaptando fluidamente el tono del libreto según lo requieran sus impredecibles vaivenes emocionales, que van del humor más absurdo (como en la secuencia entera del dedo transformado en insecto) hasta la genuina melancolía de los hermanos recordando a sus padres.

El final de la película también se podría discutir. Dado que la cinta entera se asemeja a una febril pesadilla, la ambigua conclusión podría interpretarse de varias maneras. Para algunas personas acentuará ese tono onírico; para otras será una muestra más de la fragmentada estructura que Coscarelli empleó.

Sea como sea, "Phantasm" es una de las más notables (aunque no más populares) cintas de terror de los setentas, y no fue sino hasta casi diez años después cuando llegó la primera secuela, "Phantasm II", tan buena como la original o quizás mejor. "Phantasm III: Lord of the Dead" llegó en 1994 y "Phantasm IV: Oblivion" en 1998, y aunque tal vez disminuyó la calidad de sus libretos, Coscarelli aplicó el mismo cuidado e ingenio para avanzar la extraña historia del Hombre Alto y sus valerosos perseguidores. De cualquier forma, "Phantasm" y sus secuelas son aclamadas por miles de seguidores, agradecidos por la originalidad de su concepto y la simplicidad de su ejecución, no exenta de fallas, pero siempre abundante en entusiasmo y energía... y esferas de metal.

Pablo del Moral

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