Dirigida
por Michael Winterbottom
Escrita por Frank Cottrell Boyce
Editada por Trevor Waite y Michael Winterbottom
Elenco:
Steve Coogan .... Tony Wilson
Shirley Henderson .... Lindsay Wilson
Keith Allen .... Roger Ames
Rob Brydon .... Ryan Letts
Ron Cook .... Derek Ryde
Andy Serkis .... Martin Hannett
Danny Cunningham .... Shaun Ryder
Desafortunadamente es cada vez más raro encontrar auténtica innovación en el cine contemporáneo. Y más raro aún es cuando tal innovación se logra en el estilo narrativo mismo de una película. Por ello creo que "La Nueva Orden" representa uno de los más fantásticos avances recientes en el cine, y desde luego no me refiero a la técnica de edición y fotografía, sino a ese inefable balance de drama, comedia y estilo que la hacen hipnótica, única y enormemente entretenida.
"La Nueva Orden" (parece que está por encima de los traductores el entendimiento de que "El Nuevo Orden" hubiera sido mucho más apropiado) narra el nacimiento, desarrollo y eventual colapso de la Nueva Ola musical inglesa que a fines de los setentas y comienzo de los ochentas floreció en la lúgubre ciudad de Manchester. Fue entonces cuando, cansados de la blanda música disco e impulsados por la innovación de grupos como Buzzcocks y The Sex Pistols, surgió una generación de artistas que pretendían cambiar el rostro de la música... o al menos intentarlo mientras abusaban de todo tipo de substancias y de la aparente buena voluntad del personaje central en el fenómeno: Tony Wilson.
Con un estilo semi-documental, la cinta sigue las aventuras de Tony Wilson (Steve Coogan), celebridad televisiva y principal promotor del innovador movimiento musical, quien logró establecer y consagrar a varias bandas (en particular New Order y Happy Mondays) y poner en el mapa musical a la ciudad de Manchester. Y no lo logró exactamente por su gran talento, sino por su buena fortuna y por estar totalmente conciente de los misteriosos altibajos de la naturaleza humana.
No obstante, este viaje a través de la demencial historia de la Nueva Ola inglesa no se parece a ningún documental o dramatización que yo haya visto. El frenético ritmo de la historia no permite más que un atisbo a los supuestos "hechos", los cuales pueden ser apócrifos en su mayoría, como amablemente nos recuerda constantemente el protagonista: "Esto tal vez no sucedió, pero, como dijo alguien famoso, cuando puedas elegir entre la realidad y la leyenda, escoge siempre la leyenda". Anotado.
Es obvio que el propósito del director Michael Winterbottom (cuyas obras previas "Jude" y "Butterfly Kiss" me parecieron interesantes pero poco accesibles) no es darnos una lección de historia, sino duplicar el caótico ambiente que funcionó como semillero de creatividad durante ese período. Y qué mejor modo de lograrlo que empleando la música de la época, junto con buenas dosis del característico humor británico, que ha hecho un arte de la sutileza y del sarcasmo.
Es difícil
describir esta película sin arruinar las sorpresas narrativas que guarda.
Por ello, sólo diré dos cosas: 1.- No es necesario conocer a
los grupos musicales o a los intérpretes para apreciar el exuberante
tono de la obra; y 2.- Cuando un director logra integrar perfectamente en
su narrativa un pato pastor, una visita de Dios y el avistamiento de un OVNI,
podemos estar seguros de que estamos en buenas manos. Sólo queda sentarnos
y disfrutar de esta innovadora película, que, como dice su protagonista,
"no se trata de una obra artística, sino de un experimento sobre
la naturaleza humana". O algo así. Y por cierto, no leyeron mal...
un pato pastor. Tal como se oye.
Calificación: 10