Dirigida
por Frank Coraci
Escrita por David Titcher, David Benullo y David Goldstein, basados en la
novela de David... digo, Jules Verne
Editada por Tom Lewis
Elenco:
Jackie Chan .... Passepartout
Steve Coogan .... Phileas Fogg
Cecile De France .... Monique
Jim Broadbent .... Lord Kelvin
Kathy Bates .... Reina Victoria
Lo primero que impresiona de "La Vuelta al Mundo en 80 Días" es la fidelidad con la que el director ha plasmado en la pantalla las múltiples secuencias de artes marciales y "kung-fu" de la novela, con la ayuda del gran acróbata Jackie Chan.
Un momento... ¡no hay kung-fu en la novela de Julio Verne!
Vamos por partes: la película comienza con un robo al Banco de Inglaterra, en el que Lau Xing (Jackie Chan) se apodera de una pequeña estatua de jade, la cual pertenece legítimamente a su pequeña aldea en China. Escapando de la policía, Xing decide cambiar su nombre a Passepartout, y aceptar trabajo como valet de Phileas Fogg (Steve Coogan), un excéntrico inventor que continuamente pelea con los científicos "serios" de la Sociedad Real de Londres, encabezada por Lord Kelvin (Jim Broadbent). Por circunstancias que conviene no repetir, Fogg y Kelvin hacen una descabellada apuesta: si Fogg consigue dar la vuelta al mundo en 80 días, Kelvin renunciará a su puesto de Ministro de Ciencia; pero si no lo logra, Fogg deberá abandonar sus bizarras invenciones y alejarse para siempre de la ciencia. Fogg acepta, y así comienza el frenético viaje que llevará al inventor y a su valet por todo el mundo, desde París, donde adoptan a la guapa Monique (Cecile De France) como acompañante, hasta Turquía, donde encuentran a un jefe de estado sospechosamente conocido. Y aunque tienen fricciones en el camino, el trío de viajeros se da cuenta de que deberán cooperar si quieren permanecer con vida... y ganar la apuesta.
Esta mezcolanza de géneros puede ser ofensiva para los puristas, y es ciertamente absurda, pero debo admitir que el resultado final es una película marginalmente divertida, sobre todo gracias a la pericia humorística de Steve Coogan y Jackie Chan, quien a pesar de rondar ya los cincuenta años, sigue impresionando con sus acrobacias e imaginativas coreografías de artes marciales. Incluso hay un par de "homenajes" a su carrera previa, en la forma de una pelea con un banquillo de madera (emulando una asombrosa secuencia en "Drunken Master") y otra con una escalera de mano (creo que fué en "Rumble in the Bronx"). Y me gustó particularmente una imaginativa pelea en una galería de arte, donde Chan emplea pintura para combatir a sus oponentes, creando accidentalmente un cuadro sobre un lienzo en blanco.
Steve Coogan, uno de los mejores comediantes ingleses contemporáneos, no tiene que esforzarse mucho para interpretar a Phileas Fogg, pues simplemente repite sus rutinas de "pez fuera del agua", o en este caso, "inglés metido en situaciones inesperadas". Por su parte, Cecile De France lleva el papel más ingrato como simple atractivo visual e interés romántico de Fogg. Indudablemente la joven es atractiva, pero en más de una ocasión se vuelve irritante e innecesaria.
Al igual que la cinta de mismo nombre filmada en 1956, la nueva versión de "La Vuelta al Mundo en 80 Días" adorna su elenco con múltiples cameos, los cuales funcionan de vez en cuando. En el mejor de los casos (como los hermanos Owen y Luke Wilson interpretando a los hermanos Wright) son hilarantes, pero otros resultan penosos y ridículos (como el de cierto Gobernador norteamericano en el papel de un burdo "sheik" turco).
Al igual que toda la gente, una de las preguntas que con más frecuencia me hago es "¿qué pasaría si mezcláramos una novela francesa de aventuras del siglo diecinueve con una cinta de artes marciales del siglo veinte?
O tal vez no.
De cualquier forma,
la respuesta ha llegado en forma de la película "La Vuelta al
Mundo en 80 Días", y aunque falla en muchos aspectos, la mera
energía de sus protagonistas y la destreza física de Jackie
Chan la pueden hacer entretenida para cierto segmento del público,
que no exija gran credibilidad ni consistencia con la obra clásica
de Julio Verne. Y los aficionados a Chan (como yo), se complacerán
en ver que, aunque no sea tan activo como antes, el maestro continúa
adornando su desempeño acrobático con imaginación y buen
sentido del humor.
Calificación: 6.5