Dirigida por Josh Gordon y Will Speck
Escrita por Busy Philipps, John Altschuler, Dave Krinsky, Craig Cox y Jeff Cox
Editada por Richard Pearson
Elenco:
Will Ferrell ... Chazz Michael Michaels
Jon Heder ... Jimmy MacElroy
Will Arnett ... Stranz Van Waldenberg
Amy Poehler ... Fairchild Van Waldenberg
Jenna Fischer ... Katie Van Waldenberg
William Fichtner ... Darren MacElroy
Aunque han experimentado considerable éxito económico, no he encontrado muy satisfactorias las recientes películas estelarizadas por el popular comediante Will Ferrell. Su especialidad es obviamente la interpretación de personajes pomposos y ridículos, pero eso no basta para hacer una película graciosa. Si no hay buen material para trabajar, ni el mejor comediante logrará sobrevivir sólo a base de excentricidades y afectaciones.
Desafortunadamente eso ocurrió en películas como "Talladega Nights", "Kicking and Screaming" y "Elf". Por eso me alegra decir ahora que "Deslizando a la Gloria" parece ser un paso en la dirección correcta... a pesar de que no sea tan graciosa.
La trama sigue a dos prominentes figuras del patinaje artístico sobre hielo: Jimmy McElroy (Jon Heder) fue científicamente entrenado desde niño para convertirse en estrella, mientras que el rudo Chazz Michael Michaels (Will Ferrell) tiene talento natural para el patinaje, que ha aprovechado para hacerse famoso y poder satisfacer su adicción al sexo ("es una enfermedad real, con medicina y doctores...").
Así, en un campeonato mundial ambos rivales compiten por el oro pero, al quedar empatados, surge una discusión que se convierte en pelea en el podio de premiación ante millones de espectadores. Por eso la Asociación de Patinaje Artístico decide disciplinarlos con una suspensión permanente del patinaje masculino.
Años después los rivales tratan de sobrevivir en trabajos que odian, hasta que uno de ellos descubre una excepción en las reglas de la Asociación que permitirá a Chazz y a Jimmy competir de nuevo: fueron suspendidos del patinaje individual, pero nada les impide participar en el patinaje de parejas. Pero antes de hacerlo, deberán pasar por un duro período de entrenamiento bajo la férrea disciplina del Entrenador (Craig T. Nelson)... y sobrevivir las desleales estrategias de sus rivales.
"Deslizando a la Gloria" se burla del mundillo del patinaje artístico; si tal burla es merecida o no, deberá decidirlo cada espectador (baste decir que el estilo de Chazz Michael Michaels está basado en un patinador real llamado Elvis Stojko; y el de Jimmy MacElroy en el de Johnny Weir... incluyendo el disfraz de pavorreal). Pero por encima de eso, el libreto logra construir personajes excéntricos y graciosos, que aprovechan mejor el nato talento de la pareja de actores principales. Y aunque la comedia varíe entre la esperada vulgaridad y la violencia física (el incidente con Snowflake es hilarante), una buena parte del humor proviene de las personalidades y reacciones de los personajes, balanceadas con buenas dosis de surrealismo y perturbadoras intimaciones de incesto. ¡Ja, ja, ja!
Will Ferrell encaja perfectamente en el papel del ridículo patinador macho y agresivo; lo mismo aplica a Heder como el tímido y frágil reverso de la moneda. Y si eso no bastara, los directores Josh Gordon y Will Speck (creadores de los hilarantes anuncios de la aseguradora Geico, estelarizados por cavernícolas - búsquenlos en YouTube) han ensamblado un excelente elenco de hábiles intérpretes, entre los que están Will Arnett y Amy Poheler como el dueto de hermanos incómodamente afectuosos, Craig T. Nelson como el Entrenador (muy apropiado luego de años de labor en el programa televisivo "Coach") y cortas pero graciosas participaciones de Andy Richter, Luke Wilson y Greg Lindsay, por no mencionar los numerosos cameos de figuras del patinaje artístico, desde Brian Boitano hasta Nancy Kerrigan y Scott Hamilton.
"Deslizando a la Gloria" no ganará premios, ni es particularmente buena como película; pero estando en el humor correcto puede ofrecer un momento de ameno escapismo que no aspira a mucho y logra su objetivo. Y, para fans del gore, la mejor escena de la película incluye un ridículamente violento accidente de patinaje, muy bien realizado con ayuda de efectos especiales (espero). Puedo recomendar esta sencilla película como lo que es: un fugaz pasatiempo de fin de semana que será rápidamente olvidado, pero no antes de hacernos reír con sus excéntricos personajes y sus bizarras situaciones. Excepto a los fanáticos del patinaje artístico que se vean ofendidos por la burla que la cinta hace.
Calificación: 7