Dirigida por Billy Ray
Escrita por Adam Mazer, William Rotko y Billy Ray
Editada por Jeffrey Ford
Elenco:
Chris Cooper ... Robert Hanssen
Ryan Phillippe ... Eric O'Neill
Laura Linney ... Kate Burroughs
Caroline Dhavernas ... Juliana O'Neill
Gary Cole ... Rich Garces
Dennis Haysbert ... Dan Plesac
Kathleen Quinlan ... Bonnie Hanssen
Por su inherente potencial para la intriga, traición y suspenso, las historias sobre espionaje ha sido una constante en el cine mundial, y aunque a lo largo de las décadas muchas películas han pervertido el tema con la influencia del cine de acción y los obligatorios "blockbusters" (en otras palabras, James Bond), también han existido cineastas interesados en preservar la sombría y trágica naturaleza del auténtico espía... no el que pilotea costosos automóviles deportivos por la costa francesa acompañado de bellas mujeres mientras dispara proyectiles de su reloj Seiko... sino los que viven azarosas vidas de constante terror y paranoia, sufridas en aras de alguna noción patriótica o revolucionaria... o egoísta.
"Un Enemigo en Casa" es afortunadamente una de estas últimas, y retrata de manera un poco superficial pero interesante uno de los más sonados escándalos que el espionaje ha presenciado (al menos públicamente) en los últimos años: Eric O'Neill (Ryan Phillippe) es un novato oficinista en el FBI con ambiciones de acenso, y parece que su oportunidad llega cuando es abordado por la Agente Burroughs (Laura Linney), quien le encomienda una tarea desagradable pero esencial: convertirse en ayudante de Robert Hanssen (Chris Cooper), veterano experto en sistemas y piedra puntal del Servicio de Inteligencia de los Estados Unidos. Así, trabajando estrechamente con el enigmático y desconfiado Hanssen, O'Neill quizás descubra algún comportamiento inapropiado o sospechoso.
Entonces, el joven realiza su trabajo con ahínco y, lejos de sospechar de su jefe, empieza a conocerlo mejor, descubriendo que bajo su hostil apariencia hay un hombre de familia, devotamente religioso e interesado por mejorar los obsoletos e ineficientes métodos del FBI. Pero no todo es bueno... su trabajo le acarrea problemas en casa con su esposa Juliana (Caroline Dahvernas) y la Agente Burroughs le exige cada vez más resultados, hasta que el mismo O'Neill empieza a cuestionar la validez de los cargos imputados a Hanssen...
El caso de Robert Hanssen apareció prominentemente en las noticias de hace algunos años, eliminando toda incertidumbre sobre la eventual conclusión de la película. Además, desde la primera escena (tomada de un comunicado real que emitió el gobierno de los Estados Unidos en aquel entonces) se nos anuncia el final de la historia. Lo notable es que, aún así, el director Billy Ray y su equipo de guionistas logran generar abundante suspenso y tensión, además de crear personajes complejos y fascinantes en un entorno de moral tan ambigua que es difícil determinar quiénes serán los "bueno" y los "malos".
A pesar de sus varias décadas de trabajo como excelente actor de carácter, Chris Cooper empezó a hacerse notar a principios del nuevo siglo con su interpretación del cazador de orquídeas en "Adaptation"; desde entonces, lo hemos visto en muy diversos papeles (desde entrenador de caballos en "Seabiscuit" hasta intenso militar en "Jarhead") y creo que puedo decir con confianza que Cooper es uno de los pocos actores modernos que se perfilan como auténticos herederos de los íconos de antaño (como Robert De Niro y Christopher Walken, ahora contentos con vivir de los recuerdos y de los fáciles cheques que les dejan las insulsas cintas en las que participan). Su trabajo en "Un Enemigo en Casa" es simplemente asombroso. No es un papel lucidor... no hay grandes desplantes emocionales o lacrimosas escenas de drama artificial. Es simplemente una representación intensa y creíble de una persona profundamente dividida entre sus intenciones y sus acciones, que expresa tanto con su rostro y actitudes como con los filosos diálogos que le asigna el libreto.
Ryan Phillipe se muestra a la altura de su co-estelar, entregando una actuación sólida y mesurada, aunque ligeramente predecible. Laura Linney muestra su usual convicción y sobriedad como la agente que orquesta la cacería del espía central, y Caroline Dhavernas hace lo que puede como la atormentada esposa que sufre por la investigación en la que participa su esposo. Es una buena actriz, pero su papel es el mismo que hemos visto en incontables películas sobre mujeres casadas con hombres excesivamente dedicados a su carrera.
Pero quizás el mejor aspecto de "Un Enemigo en Casa" es su tácito mensaje. Como un thriller de espionaje funciona bastante bien, y creo que cualquier espectador con un poco de paciencia y las expectativas adecuadas (no hay persecuciones en automóvil, ni explosiones, ni BMWs invisibles en hoteles de hielo) podrá disfrutarla sin profundizar demasiado en su significado, y tan sólo por eso merece una recomendación. Pero quien desee ver más allá de la intriga y suspenso encontrará una velada crítica contra el gobierno de los Estados Unidos, particularmente relevante por la fecha en la que ocurrieron los hechos que retrata la película (unos meses antes de los ataques del 11 de Septiembre del 2001). La paranoia, el egocentrismo, la falta de cooperación y la predominancia de la fuerza sobre el intelecto analítico son críticas frecuentes que se han arrojado sobre la cuestionable historia del servicio de inteligencia de aquel país, pero "Un Enemigo en Casa" trasciende la mera retórica política poniendo rostros y situaciones reales que ilustran las consecuencias de esas actitudes. Quizás a largo plazo no consiga nada más que entretener. Pero al menos tiene el valor de señalar lo obvio... aunque sea de manera subrepticia y encubierta. Muy apropiado.
Calificación: 9