Dirigida por Paul Hunter
Escrita por Ethan Reiff y Cyrus Voris
Editada por Robert K. Lambert
Elenco:
Yun-Fat Chow .... El Monje
Seann William Scott .... Kar
Jaime King .... Jade
Karel Roden .... Strucker
Victoria Smurfit .... Nina
Marcus J. Pirae .... Mr. Funktastic
Mako .... Mr. Kojima
Creo que fue por ahí de 1988 (tal vez con la cinta "Bloodsport") cuando el moderno cine oriental de artes marciales empezó a infiltrarse lenta pero seguramente en el producto fílmico del Occidente. Eventualmente tal infiltración culminó en obras como "The Matrix", de 1999 y "Charlie's Angels", del 2000. Pero la combinación de tecnología digital con el ubicuo "wire-fu" han saturado el género hasta convertirlo en parodia de sí mismo. Y como muestra de este fenómeno tenemos "El Guardián", la más reciente cinta de artes marciales que abusa de la coreografía con cables y baratos efectos digitales para disfrazarse de cinta "cool" de acción, cuando a lo más que llega es a ser una débil comedia con un par de buenos momentos y nada más.
La cansada trama gira en torno a un mágico escrito que es protegido por un Monje (Yun-Fat Chow, o como le dicen en América, Chow Yun-Fat) durante más de sesenta años. El mágico poder del escrito lo ha mantenido joven, y siempre un paso adelante de los nazis y neo-nazis que quieren apoderarse del objeto, con el propósito de... controlar el mundo, obviamente. Entonces, en los Estados Unidos, el Monje se encuentra por accidente con Kar (Sean William Scott, más conocido como "Stifler"), un joven ladrón que tal vez sea el elegido para ser sucesor del Monje y cuidar el pergamino por otros sesenta años, lo cual, de paso, le conferirá mágicos poderes y enormes facultades para la lucha. Kar ya es un buen adepto del kung-fu, habiendo aprendido en un cine especializado en películas orientales, pero cuando el Monje le muestra los insospechados niveles a los que puede llegar como sucesor del Guardián, el ladrón decide unirse a la causa y mantener el escrito lejos de las manos de los nazis. Esto es excusa para una serie de corretizas, peleas arbitrarias y ridículas conversaciones que quieren parecer profundas, pero que son meramente incompetentes. La verdad del universo se puede descubrir por medio de salchichas. OK. Y mezclada en esta absurda trama está Jade (Jaime King) como una adinerada joven que vive entre las pandillas callejeras para aprender a pelear. En fin, así son las cosas cuando se es un Monje con súper-poderes huyendo de los nazis.
Con un par de excepciones las muestras de artes marciales son demasiado rígidas y repetitivas... la edición no ayuda, pues las peleas se sienten confusas y demasiado fingidas. El gran Yun-Fat Chow tiene el carisma de siempre, pero con un guión tan flojo, ni su fuerte presencia ayuda a levantar la película. Sin embargo, tiene buena química con William-Scott, quien es un comediante nato y logra sacar un poco de jugo al pedestre guión. Jaime King funciona como atractivo visual y punto... su personaje es totalmente innecesario y se podría haber omitido sin problema alguno.
Aunque he disfrutado mucho de algunas de estas películas influenciadas por el cine de Hong Kong, "El Guardián" no es una de ellas. Y, peor aún, podría anunciar el fin de esta tendencia, debido al abuso que se ha hecho de las mencionadas técnicas. Hará falta que Hollywood empiece a copiar obras maestras modernas como "Time and Tide", de Tsui Hark, que al otro lado del mundo está revolucionando (de nuevo) el cine de acción. Mientras tanto, en vez de "El Guardián", recomiendo rentar algunas de las cintas originales que inspiraron este género, como "The Heroic Trio", "The Bride With White Hair", o la fantástica "Shaolín Soccer".
Calificación: 3 (sería 1 sin la escena de Yun-Fat Chow disparando dos pistolas en cámara lenta sobre el techo de un automóvil, con su gabardina ondeando por detrás)