Dirigida
por Bennett Miller
Escrita por Dan Futterman, basado en el libro de Gerald Clarke
Editada por Christopher Tellefsen
Elenco:
Philip Seymour Hoffman .... Truman Capote
Catherine Keener .... Harper Lee
Clifton Collins Jr. .... Perry Smith
Chris Cooper .... Alvin Dewey
Bruce Greenwood .... Jack Dunphy
Bob Balaban .... William Shawn
Amy Ryan .... Marie Dewey
Independientemente del personaje histórico que retraten, las cintas biográficas tienden a caer en un grave defecto: se empeñan tanto por mostrarnos los supuestos "hechos" que ignoran por completo a la persona. En otras palabras, es muy fácil mostrarnos a Johnny Cash tocando la guitarra; pero no es tan fácil explicar su motivación como artista.
Afortunadamente, "Capote" no pretende ser una cinta biográfica del famoso escritor Truman Capote; en vez de ello es un examen de las circunstancias que originaron su más famoso libro, "A Sangre Fría" (In Cold Blood). Como resultado, la película trasciende la mera biografía y se transforma en un retrato fascinante y profundo del hombre y de la obra.
Al principio de la película encontramos a Truman Capote (Philip Seymour Hoffman) en la cima de su popularidad; gracias a libros como "Breakfast at Tiffany's" y “The Glass Harp”, el escritor goza de fama entre el público y entre los "literati" de los Estados Unidos. Entonces, extrañamente atraído por la noticia de un crimen rural, Capote y su amiga Harper Lee (Catherine Keener) viajan a un pequeño pueblo de Kansas. Ostensiblemente, Capote pretende escribir un reportaje sobre el asesinato de una familia a manos de dos ladrones; pero lo que en realidad ocurre tendrá importantes consecuencias en la vida de este obsesivo escritor.
Creo que "Capote" es un ejemplo a seguir para cualquiera que desee realizar una película biográfica; en vez de comprimir toda una vida en dos horas de apresurados hechos "verídicos", quizás sea mejor concentrar la atención y examinar a fondo un pasaje de esa vida. Un pasaje que sirva como ejemplo del carácter del individuo; de sus procesos mentales; de sus notables talentos y de sus más dolorosas fallas.
Conducida por brillantes actuaciones y por la pausada, pero implacable dirección de Bennett Miller, "Capote" nos presenta de modo tácito el conflicto interno del protagonista, cuya engañosamente afable personalidad oculta una veta de crueldad necesaria para satisfacer su impulso creativo. ¿Hay malicia en ese comportamiento? Supongo que, desde el punto de vista externo, podríamos decir que sí. Sin embargo, la virtud de la película es sugerir que, desde el punto de vista de Truman Capote, el fin justifica los medios y no importan las víctimas siempre y cuando el trabajo trascienda los hechos y sus vidas mismas.
Más fascinante aún es encontrar que Capote es una de esas víctimas, sacrificando quizás su conciencia, sus valores o su integridad en aras de su arte. Y si todo esto suena demasiado vago, mis disculpas; baste decir que "Capote" invita a la contemplación de estos temas, aún si no deseo revelar los giros y sorpresas que depara la película.
Pero antes de que esto suene como un misterio o una cinta de suspenso, debo aclarar que el ritmo pausado pondrá a prueba la paciencia de algunos espectadores. A pesar de sus celebradas actuaciones, esta no es una película de túrgido drama o escándalos amorales. Simplemente es el retrato del colapso emocional de un hombre atrapado entre su conciencia y su imperiosa necesidad de crear y trascender.
Entre esas celebradas actuaciones está, desde luego, la de Philip Seymour Hoffman como el protagonista. Sin duda el actor consigue transformarse en Truman Capote, pero no es ahí donde debemos buscar el virtuosismo de Hoffman, sino en el modo como comparte sus pensamientos y nos hace partícipes de su lucha interna, sus aspiraciones y los temores que sabe que tendrá que enfrentar eventualmente. Y aunque el resto del elenco realiza una buena labor, Hoffman merece sin duda la atención que su labor ha generado.
A pesar de todos estos halagos, es necesario señalar ciertas grietas en la trama. No son realmente fallas, sino decisiones estilísticas o narrativas que tomó el director, y que considero dudosas. Cierto, la cinta gira alrededor de Truman Capote, pero desde el punto de vista dramático esto margina al elenco secundario. Aún con actores de la talla de Catherine Keener y Chris Cooper, los papeles de apoyo se sienten demasiado ligeros y casi triviales. Lo mismo aplica a Clifton Collins Jr. en el peligroso papel de Perry Smith, uno de los asesinos entrevistados por Capote. Tal vez no hay testimonio histórico suficiente para darle mayor profundidad a su personaje (cosa dudosa en vista de ciertos eventos que la cinta retrata), o tal vez Collins se queda corto como actor en sus confrontaciones con Hoffman; pero, sea como sea, me parece que este importantísimo personaje carece de suficiente peso. Por eso algunas escenas que deberían ser intensas y devastadoras pierden el impacto que "Capote" necesitaba para convertirse en una obra maestra.
Desde luego puedo
recomendar esta película con toda confianza, pero creo que es uno de
esos casos donde el todo es menos que sus partes. Como ejemplo de biografía
interesante y profunda, esta película es sobresaliente; su actuación
central es brillante y merecedora de aclamación. Pero la experiencia
completa no llega a la grandeza que pudo obtener. Aún así, desde
luego, es una excelente cinta que seguramente inspirará a una nueva
generación para que redescubran el notable libro que consagró
a Truman Capote... y que quizás contribuyó a su caída.
Calificación: 9