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Con "Cronos" y "Mimic" el director Guillermo del Toro mostró gran afinidad con el género fantástico y un inusual talento para darle un giro a los convencionalismos de ese tipo de historias. "Cronos" trataba de mostrar al vampirismo más como una falla emocional que como una maldición y "Mimic" impulsó la venerada trama de "insecto gigante" con un diestro balance entre pseudo-ciencia y psicología. Aunque ambas películas tienen sus fallas, es claro que del Toro tiene especial gusto por establecer vívidas atmósferas en las que su narrativa se desarrolla, en ocasiones tropezando, pero siempre con la intención de enaltecer el género y no burlarse de él ni del público.

"El Espinazo del Diablo" tiene un tono similar al de "Cronos" en el sentido de que el elemento fantástico no es el tema central de la cinta; eso se lo deja al conflicto humano, que ya es suficientemente aterrador, y en ocasiones supera cualquier demonio supernatural que pudiera plasmarse en un guión. La historia se desarrolla durante la guerra civil española. En un apartado hospicio para huérfanos de guerra la señora Carmen (Marisa Paredes) y el doctor Cázares (Federico Luppi) manejan lo mejor que pueden a un par de docenas de rijosos niños, quienes están en una edad en la que la fantasía infantil empieza a ser invadida por la realidad adulta, proceso agudamente enfatizado por las condiciones bélicas del país. Un día llega al hospicio un nuevo niño, llamado Carlos (Fernando Tielve), y junto con el normal rechazo por ser "el nuevo", encuentra un misterioso habitante que podría tener origen sobrenatural. Junto con otros niños Carlos intenta confirmar y explicar la existencia del extraño ser, y en el proceso se revelan eventos del pasado que pronto harán eco en el presente y que podrían destruir la precaria pero pacífica existencia en el hospicio.

Lo primero que llama la atención en "El Espinazo del Diablo" es el guión: la trama es muy sólida y en ningún momento se perciben los malabares narrativos que frecuentemente se utilizan como muletas para disfrazar una historia fracturada o poco consistente. Todo lo contrario; en esta película los hechos se suceden naturalmente, sin forzarlos, y como resultado de esto las actuaciones son mucho más realistas, pues los personajes se muestran consistentes todo el tiempo, sin que tengan que traicionar sus personalidades por capricho del escritor.

Dichos personajes, dicho sea de paso, son estupendamente encarnados por un notable grupo de actores. Particularmente sobresalientes son los actores infantiles, quienes enfrentan con entusiasmo los retos de las dramáticas situaciones que encuentran. Aunque no siempre son tan convincentes como uno quisiera, su determinación es evidente, y en muchas ocasiones eso basta. Los adultos también resaltan, particularmente Marisa Paredes como Carmen; su interpretación explica mucho más de lo que los diálogos dicen, y aunque su motivación puede cambiar durante la cinta, su férrea personalidad se mantiene intacta.

Pero aunque tiene mucho de bueno, "El Espinazo del Diablo" no está exenta de fallas que podrán ser de mayor o menor consecuencia, según el punto de vista del espectador.

La falta más grave en mi opinión es que al establecer varias situaciones y personajes el guión anuncia desarrollos futuros con demasiada frecuencia. Cosas que deberían ser sorprendentes son previsibles desde mucho antes y eso resta mucha fuerza al impacto emocional de la película. Tal vez ese tipo de mecanismos funcionan tomando la película como drama, pero como "thriller" el resultado es que en ningún momento provoca el deseado temor o intranquilidad, aunque su atmósfera y tono se prestan mucho para lograrlo.

Como película de terror "El Espinazo del Diablo" no cumple con las expectativas. Como retrato del drama humano ocasionado por el conflicto de intereses en tiempos de guerra, es sobresaliente. Sin embargo, aunque no cause temor, sin duda se trata de una de las historias de fantasmas mejor contadas, y aunque no ofrece mucha innovación como parte de ese género, los elementos técnicos, la narrativa y los actores son buenos por sí mismos y resultan en una obra inteligente y muy entretenida, aunque algo previsible y fría. En general buena labor del director y guionista Guillermo del Toro pero sin duda esperaré más de él para la próxima.

Calificación: 8

Pablo

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El Espinazo del Diablo
(El Espinazo del Diablo)


Imagen © 2001 Anhelo Producciones

Anhelo Producciones, 2001
106 minutos

Dirigida por Guillermo del Toro
Escrita por Guillermo del Toro, Antonio Trashorras y David Muñoz
Editada por Luis De La Madrid

Elenco:
Fernando Tielve .... Carlos
Marisa Paredes .... Carmen
Federico Luppi .... Doctor Cázares
Eduardo Noriega .... Jacinto
Íñigo Garcés .... Jaime
Irene Visedo .... Conchita
Junio Valverde .... Santi