El Exorcista IV: El Comienzo, por Pablo

Alguna vez intenté cortarme el cabello yo mismo, y como desde luego no sé hacerlo, me quedó bastante irregular. Y lo peor es que entre más trataba de corregir el daño, peor quedaba el cabello.

Ese desastre capilar es una perfecta analogía para "El Exorcista IV: El Comienzo".

Parte de la leyenda urbana acerca de la original cinta "El Exorcista", de 1973, incluye los rumores de que la filmación se vio asediada por extraños fenómenos de procedencia sobrenatural, sin duda causados por el perturbador tema que trataba la obra. Esta vez, en la tercera secuela (o mejor dicho, precuela) de aquella seminal película de terror, los problemas fueron mucho más concretos, y sus causas mucho más prosaicas.

Respiren hondo, porque esto será largo... originalmente, el proyecto estuvo a cargo del director John Frankenheimer ("Ronin", "The Manchurian Candidate"), quien tuvo que abandonarlo por razones de salud (falleció unos meses después). Liam Neeson quería trabajar con Frankenheimer, e iba a tomar el papel del Padre Merrin, pero cuando Frankenheimer abandonó la cinta, también lo hizo Neeson, siendo reemplazado por Stellan Skarsgård; y como nuevo director fue asignado Paul Schrader ("Cat People", "Autofocus"), quien tenía el propósito de realizar una película de terror psicológico, solemne y atmosférica. Pero los ejecutivos de la compañía Morgan Creek decidieron que esa versión resultaba demasiado cerebral y aburrida, y contrataron al director Renny Harlin ("Cutthroat Island", "Deep Blue Sea", "Driven") para "arreglarla", para lo cual volvió a filmar el 90% de las escenas, con un elenco distinto (sólo Skarsgård permaneció en el proyecto), e incrementando los niveles de sangre y terror para capturar a las audiencias jóvenes contemporáneas.

Y ¿cuál ha sido el resultado de esta mezcolanza de estilos e intenciones? Exactamente lo que se esperaría... una incoherente sucesión de escenas que, sin pies ni cabeza, tratan de asustarnos con todos los clichés imaginables en una cinta de terror.

La trama es bastante forzada... luego de algunas horribles experiencias con los Nazis durante la Segunda Guerra Mundial, el Padre Merrin (Stellan Skarsgård) ha perdido la fe, y en 1949 está empleando sus conocimientos sobre arqueología para investigar una iglesia sepultada bajo la arena en África, la cual contiene estatuas satánicas que sugieren un origen profano. Durante la excavación empiezan a ocurrir múltiples eventos paranormales y malignos, que parecen señalar que un niño ha sido poseído por una entidad demoníaca. ¿Podrá el Padre Merrin recuperar la fe para hacer un exorcismo y rescatar al niño?

La idea de agregar sangre y violencia a la película ha resultado en una estructura fracturada e incoherente. Se antoja posible que Harlin y su guionista se dieron a la tarea de añadir escenas sin importar su utilidad o validez narrativa, simplemente para mantener un constante flujo de sangre y baratos "sustos", tan torpes y ridículos como se puede esperar viniendo del director de "Deep Blue Sea".

Pero supongo que para los más condescendientes fanáticos del terror, esas violentas escenas bastarán para mantener el interés. Y como beneficio adicional, algunos efectos especiales son tan torpes y apresurados que sin duda causarán hilaridad involuntaria, con lo que el aburrimiento tal vez ceda un poco. En particular hay que fijarse en las hienas digitales...

Lo peor es que detrás de este desastre hay una interesante historia, y el elenco realiza un trabajo bastante decente, pero todos están atrapados por los malabares y desfiguros estilísticos de Harlin, quien obviamente tiene cierto talento plástico, pues puede crear escenas tenebrosas y visualmente llamativas. Pero desafortunadamente carece de la capacidad narrativa para contar una historia de forma clara y competente.

No obstante, supongo que habrá que darle el beneficio de la duda... poco se podía esperar de una cinta cuyo trayecto del papel a la pantalla ha sido tan escabroso. Por lo tanto no hay que esperar un buen guión, ni una trama coherente, pero quien sea aficionado al género de terror puede encontrar cierto entretenimiento en la violencia y sangre que gratuitamente chorrean en la pantalla. Sin embargo, quienes busquen un auténtico sucesor de "El Exorcista", será mejor que eviten esta pobre "precuela"... ya tuvieron bastante trabajo con olvidar la atroz "El Exorcista II: El Hereje". No repitan la experiencia.

Calificación: 5

Pablo

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El Exorcista IV: El Comienzo (Exorcist IV: The Beginning)

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