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En muchas ocasiones me he quejado de los traductores que asignan nombre en español a las películas extranjeras (particularmente norteamericanas). Pero es indudable que, en algunas ocasiones, la ineptitud de esas personas provoca risas con el humor involuntario que generan sus "creaciones". Este es uno de esos casos... el título original de la película es "Godsend", literalmente "enviado de Dios". ¿La traducción en castellano? "El Enviado del Mal". La ironía es deliciosa. ¿O es acaso un velado mensaje satanista de estos subversivos traductores? Nunca lo sabremos...
Pero basta de amargos comentarios editoriales.
El director inglés Nick Hamm (muy respetado en su país por sus famosas representaciones teatrales de dramas clásicos) ha incursionado periódicamente en cine; su película previa, titulada "The Hole" resultó ser un eficiente thriller, que aunque estuvo lejos de ser perfecto, logró hacer bastante con sus limitados recursos. Ahora, con estrellas hollywoodenses y un considerable presupuesto, Hamm ha dado un gran paso atrás con la horrible cinta "El Enviado del Mal".
La historia comienza con una tragedia. Paul y Jessie Duncan (Greg Kinnear y Rebecca Romjin-Stamos, respectivamente), pierden a su hijo Adam en un accidente, y casi inmediatamente reciben la visita del enigmático Dr. Wells (Robert De Niro), quien les ofrece una alternativa para recuperar al niño: clonación. Al principio la pareja se rehúsa, pero eventualmente el dolor de su pérdida los convence, y acceden a participar en el procedimiento. Nueve meses después nace el nuevo Adam, y para evitar situaciones incómodas y problemas legales, los Duncan tendrán que cortar para siempre relaciones con sus amigos y familiares, pues no hay modo de explicar la presencia del niño. Pero varios años después, cuando Adam alcanza la edad en la que su "predecesor" murió, sus padres empiezan a notar alteraciones en su comportamiento, que incluyen pesadillas, alucinaciones y bruscos cambios de personalidad. El Dr. Wells sugiere que esos fenómenos son una etapa pasajera, pero Paul, no muy convencido, empieza a investigar en el pasado de Wells, y lo que encuentra podría explicar el extraño comportamiento de Adam.
La clonación y manipulación genética son temas de moda, y hemos visto amplia prueba de esto en el cine y televisión contemporáneos (la cinta "Gattaca" es mi favorita en lo que respecta a genética), pero rara vez se ha visto un tratamiento tan estúpido de este tema, como el que se da en "El Enviado del Mal".
Lejos de querer retratar los conflictos morales y éticos de la clonación, o de proponer teorías científicas coherentes, la película se limita a emplear la clonación como una excusa para desfilar a un "niño maligno", y a todos los clichés que tal cosa implica. Pero aunque esto no es muestra de buen juicio narrativo, lo hubiera aceptado si al menos se tratara de una buena cinta de suspenso o terror. Pero ese no es el caso; algunas de las alucinaciones del niño son vagamente perturbadoras, pero el resto del "terror" consiste en baratos sobresaltos, acompañados con sus respectivos acentos sonoros, cuya frecuencia los vuelve primero risibles y luego irritantes.
Aunque tal vez debería hacerlo (para ilustrar la profunda estupidez de esta película), no quiero revelar la explicación que da el argumento para el origen del "niño maligno". Pero baste decir que no sólo es ridícula, sino que representa un insulto para el público, y una clara muestra del concepto en el que nos tienen los ejecutivos hollywoodenses, si piensan que tragaremos cualquier explicación sólo porque la esté dando un actor de la talla de Robert De Niro.
Hablando de actores, supongo que no puedo culpar al elenco de esta cinta por participar en ella... después de todo, todos necesitamos comer y obviamente esta cinta ofrecía un cheque fácil a sus protagonistas. Greg Kinnear y Rebecca Romjin-Stamos han mostrado moderado talento en mejores cintas, pero aquí no tienen nada que hacer excepto verse preocupados y gritar. Y ¿qué decir de Robert De Niro? Uno de los mejores actores de su generación que obviamente es devoto del refrán "crea fama y échate a dormir". Creo que desde "Wag the Dog", de 1997, no he visto una actuación de De Niro en la que realmente se aplique a su arte. Ojalá este brillante actor encuentre pronto un proyecto que en verdad le entusiasme, para verlo de nuevo en pleno control de su talento, y no meramente leyendo sus líneas para recibir su paga.
Creo que ya me extendí demasiado sobre esta basura de película,
que sólo ofrece tedio e irritación. Un clavo más en el
ataúd del cine de terror, y un recordatorio de por qué tanta
gente desprecia ese género... con mucha razón. Como siempre,
recomiendo mejor rentar alguna de las brillantes cintas de terror que el cine
independiente nos ofrece, pues pagar un boleto por ver "El Enviado del
Mal" sólo fomentará la creación de obras similares.
Y nadie quiere eso, excepto aquellos actores que busquen un cheque fácil
con mínimo esfuerzo, sin importarles la calidad del proyecto en el
que participan.
Calificación: 2
Imagen © 2004 Lion's Gate Films
Dirigida por Nick Hamm
Escrita por Mark Bomback
Editada por Niven Howie y Steve Mirkovich
Elenco:
Greg Kinnear .... Paul Duncan
Rebecca Romijn-Stamos .... Jessie Duncan
Robert De Niro .... Richard Wells
Cameron Bright .... Adam Duncan
Jake Simons .... Dan Sandler
Elle Downs .... Clara Sandler
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