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Happy Feet: El Pingüino
(
Happy Feet)
Kingdom Feature, 2006
Australia/Estados Unidos
108 minutos

Dirigida por George Miller
Escrita por Warren Coleman, John Collee, George Miller y Judy Morris

Elenco (voces):
Elijah Wood .... Mumble
Brittany Murphy .... Gloria
Hugh Jackman .... Memphis
Nicole Kidman .... Norma Jean
Hugo Weaving .... Noah
Robin Williams .... Ramón/Lovelace/Cletus

Imagen © 2006 Kingdom Feature

"Happy Feet: El Pingüino" es un eslabón más en la larga cadena de mediocres cintas infantiles animadas, y ni la influencia del ecléctico director George Miller (responsable por cintas tan variadas como "Mad Max" y "Babe 2") logra rescatarla de su predecible fórmula y de los deslices en los que cae su fracturada ficción.

De cualquier forma, hay que darle crédito por crear niveles adicionales y un subtexto ecológico en una trama decrépita e insulsa: en una comunidad de pingüinos que cantan canciones pop para buscar pareja, nace Mumble (voz de Elijah Wood), un pingüino inteligente, pero incapaz de cantar con el mismo talento que sus compañeros. Esto desde luego lo desanima, pero pronto descubre que tiene innata aptitud para bailar (especialmente tap) y, aunque la comunidad lo rechaza, el inusual talento de Mumble podría salvarlos cuando la comida empieza a escasear, amenazando la supervivencia de los pingüinos.

¿Cuántas veces hemos visto un argumento similar? Un protagonista menospreciado por ser diferente se sobrepone a la adversidad y eventualmente salva a aquellos que antes lo rechazaron. En fin, a estas alturas no espero ya innovación en el cine infantil norteamericano. Sin embargo, hay cierta originalidad en "Happy Feet" cuando da un brusco giro cerca del final y la trama escapa por una tangente difícil de predecir. En el contexto general de la película no funciona muy bien pero, como espectador aburrido por el ridículo argumento, sirvió para despertarme del estupor que los blandos números musicales y las frenéticas pero insípidas secuencias de acción me habían provocado.

Esa tangente ciertamente cambia el enfoque de la película y le da renovada relevancia, pero también rompe el ritmo de la narrativa y choca un poco con el humor que había mantenido el libreto. Entiendo el mensaje de la cinta y aplaudo sus buenas intenciones, pero creo que la doctrina que enarbola pudo incorporarse a la narrativa de forma más natural y progresiva, y no en veinte apresurados minutos de abreviadas lecciones ecológicas.

En cuanto al aspecto musical de "Happy Feet", tengo opiniones divididas. Las canciones están bien elegidas y los arreglos son pegajosos (me recordó los "medleys" de "Moulin Rouge"), pero su uso es un truco barato para hacer más llamativa la película a costa de su dudosa intención didáctica. Y quizás sea injusto comparar películas tan distintas, pero luego del impacto emocional del excelente documental "La Marcha de los Pingüinos" sentí que la frívola "humanización" de los pingüinos en "Happy Feet" trivializa y casi se burla de la azarosa existencia de esas únicas criaturas. Pero claro, esa percepción podría ser mera manía personal.

El elenco de voces, repleto de famosos actores y actrices, tiene un desempeño irregular. En el papel protagónico, Elijah Wood es perfectamente inocuo y anónimo. Brittany Murphy luce su talento para el canto como la amiga de Mumble, mientras que Nicole Kidman imita a Marilyn Monroe como la aptamente nombrada Norma Jean. Y aunque en ocasiones se vuelve irritante, no hay duda de que Robin Williams rescata el humor de la película con sus exuberantes interpretaciones de al menos tres personajes distintos, aportando modismos y sentido del humor según lo requieran, desde un pingüino latino hasta un ex-hippy obsesionado por los "aliens".

Supongo que para niños pequeños "Happy Feet" será un entretenido espectáculo con alegres canciones y asombrosas imágenes (cortesía del estudio de animación australiano Animal Logic), por lo que puedo recomendarla para el público infantil más indulgente y comprensivo. Sin embargo, no puedo ignorar que es un refrito de la misma historia inspiradora que yace al centro de muchas películas similares, y aunque el mensaje ecológico le da cierta ventaja, está implementado de forma tan torpe que difícilmente puede considerarse sincero y desinteresado. Una muy preferible alternativa para niños y adultos que busquen algo más que música pop y vistosa animación sería ver de nuevo "La Marcha de los Pingüinos" y compartir las emociones que los auténticos animalitos inspiran... aunque no bailen tap.

Calificación: 5

Pablo del Moral

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