Dirigida y escrita por Eli Roth
Editada por George Folsey Jr. y Brad E. Wilhite
Elenco:
Lauren German ... Beth
Roger Bart ... Stuart
Heather Matarazzo ... Lorna
Bijou Phillips ... Whitney
Richard Burgi ... Todd
Vera Jordanova ... Axelle
Aunque tiendo a disfrutar la sangre y vísceras en las películas de terror, considero que no forman la base de una buena película, sino sólo un atractivo adorno que debería complementar una buena narrativa. Por eso he encontrado aburridas o demasiado simples muchas de las modernas películas que giran en torno a la tortura de personajes genéricos y olvidables.
La primera "Hostal" fue una de esas películas. Aprecié sus excelentes efectos especiales y la intención subversiva del director Eli Roth, pero me aburrió soberanamente durante gran parte de su desarrollo, además de que encontré sus personajes desagradables e irritantes. Por eso mi expectativa sobre "Hostal, Parte 2" era muy baja, y tal vez por ello me pareció superior a la original y casi inteligente.
Tras un breve prólogo que revela el destino del único sobreviviente de la previa cinta, nos encontramos nuevamente en Europa, donde conocemos a tres jóvenes estudiantes que recorren el continente en busca de diversión, descanso y un poco de cultura. Ellas son Whitney (Bijou Phillips), la más extrovertida e indisciplinada, que sólo busca fiestas, hombres y licor; Lorna (Heather Matarazzo), tímida y temerosa de su inesperada libertad; y Beth (Lauren German), la más centrada y seria del grupo.
Paralelamente conocemos a Todd (Richard Burgi) y Stuart (Roger Bart), exitosos hombres de negocios que contratan los servicios de la empresa Elite Hunting para tener el raro privilegio de torturar y matar inocentes turistas secuestrados con tal fin. Sobra decir que el destino de estos dos hombres se encontrará con el de las tres chicas...
Aparentemente este argumento se limita a repetir lo que vimos en la primera "Hostal", pero varias sutiles diferencias ayudan a que la secuela resulte mucho más satisfactoria e interesante. Para empezar, el desarrollo de las protagonistas es más detallado, y sus bien definidas personalidades dan mayor variedad a sus reacciones y actitudes. Pero lo más interesante está del lado de los villanos, pues además de profundizar en la tenebrosa mecánica del comercio de tortura, también se examina la perturbadora motivación de los "clientes", y las muy distintas razones por las que alguien pagaría por ese malsano servicio. Richard Burgi y Roger Bart ofrecen buenas actuaciones, quizás no brillantes, pero definitivamente convincentes, con las que llegan más allá de los genéricos villanos de la cinta anterior.
Además, el negro humor que el director Eli Roth mostró en "Cabin Fever" regresa más mórbido que nunca, culminando en un final genuinamente demencial que, estando en el humor correcto, funciona maravillosamente bien como una catarsis que libera la tensión y disgusto generados por la película hasta casi su última escena.
A pesar de todo esto, la película conserva algunas de las fallas de su predecesora. La escasa hora y media de duración parece excesiva, pues hay bastantes momentos cansados en la trama (como un tedioso carnaval en la campiña eslovaca); además, con la mencionada excepción de Burgi y Bart, las actuaciones son demasiado irregulares; algunas actrices suponen que gritar bastará para dar vida a sus personajes, pero lamentablemente no es así, aunque comprendo que un guión tan violento y perturbador no atraerá precisamente a las más talentosas y pulidas actrices (si bien Heather Matarazzo ha realizado algunos excelentes trabajos en otras películas).
Los obligatorios efectos especiales (nuevamente cortesía de Greg Nicotero y Howard Berger) son excelentes, y hacen juicioso uso de detalles digitales para enfatizar su impacto. Las locaciones europeas siguen impresionando (aunque seguramente provocarán otra avalancha de quejas por parte de la industria turística de Europa Oriental) y, finalmente, la dirección de Roth parece mejorar perceptiblemente con cada película que realiza, ya que en "Hostal Parte 2" consigue un ritmo más estable y mejor balance entre el terror y el mencionado humor.
A pesar de tanto halago, debo aclarar que "Hostal Parte 2" sigue siendo una cruenta y agresiva película de terror que no será para todos los gustos, y podría ser repulsiva para quien sólo está acostumbrado al antiséptico y repetitivo “terror” que últimamente hemos visto (con fantasmales mujeres de largo cabello y pálidos niños espectrales). De ninguna manera está al nivel de los hitos del cine "gore" (como "Brain Dead" de Peter Jackson, "Re-Animator" de Stuart Gordon o "Evil Dead" de Sam Raimi), pero representa una mejoría sobre la original y una competente instancia del moderno cine de tortura que actualmente prolifera (y que, me temo, debe estar por colapsar bajo su propio peso y mediocridad). En otras palabras: no es un clásico, pero al menos acompaña su sangre y vísceras con un aderezo de interesante narrativa. Ya es un comienzo.
Calificación: 8.5