En Carne Viva, por Pablo

En más de una ocasión hemos visto actores y actrices que, cansados de su imagen pública, han buscado proyectos totalmente distintos de aquellos por los que son más conocidos. Tal vez el propósito de esto sea auténtica necesidad de extender sus capacidades artísticas. O tal vez sean simples estrategias publicitarias para recuperar la atención del público.

Ignoro a cuál de esas dos categorías pertenezca la película "En Carne Viva", pero es indudable que la famosa actriz Meg Ryan participó en ella para alejarse de las películas románticas que frecuentemente estelariza. A su favor se puede decir que tal cambio de imagen se ha dado paulatinamente, con películas dramáticas como "Courage Under Fire" y "Proof of Life" ocasionalmente interrumpiendo su cadena de comedias románticas ("Kate & Leopold" siendo la más reciente).

Pero sea cual sea su intención, "En Carne Viva" ha resultado ser un aburrido thriller que destacará más por la presencia de su célebre actriz (y sus desnudos) que por su calidad dramática. Y lo mismo se aplica a su aclamada directora, Jane Campion, famosa por complejas cintas como "El Piano" y "Retrato de una Dama", y ahora responsable de un bodrio alarmantemente similar a las torpes películas de suspenso para adultos hechas especialmente para la televisión por cable.

"En Carne Viva" sigue oblicuamente la investigación de un asesino serial que mata y "desarticula" mujeres en un triste barrio de Nueva York. Es así como el detective Malloy (Mark Ruffalo) interroga a Frannie Avery (Meg Ryan), una probable testigo. Pero luego de su antagonismo inicial, la mujer empieza a interesarse románticamente en el vulgar detective, y así comienzan una enfermiza relación que pondrá de manifiesto sus disfunciones psicológicas, al mismo tiempo que los pone en peligro conforme se resuelve el misterio del asesino serial.

Si este argumento suena trillado es porque lo es. Y si hay algo imperdonable en una cinta de suspenso como esta es que sea tan predecible. Sin embargo, hay que aceptar que el punto de la cinta no es realmente el misterio, sino la relación entre Molloy y Frannie. A pesar de ser personajes desagradables, hay algo en su necesidad de conectar con otra persona que los hace interesantes y muy humanos. Pero esos atisbos de humanidad son demasiado tenues como para ocultar el hecho de que la atracción entre los protagonistas es muy forzada y demasiado conveniente. Y lo mismo ocurre con el elenco de soporte, el cual sólo existe para darnos obvias víctimas y sospechosos. En resumen, la trama de la cinta es una continua cadena de caprichos de las escritoras, y no una fluida serie de eventos lógicos y creíbles.

Esto es particularmente extraño, debido a que el argumento fue escrito por la directora Jane Campion y por la autora del libro en el que se basa la película. Tal vez dicho libro esté muy bien escrito, pero su adaptación a cine ha resultado en una historia torpe, predecible y falsa. Sólo las actuaciones del elenco y el estilo visual de Campion le prestan cierto interés, aunque no por ello logra ser satisfactoria o entretenida.

Por un lado, aprecio el aspecto realista y crudo de los personajes, pero son tan desagradables, y su relación es tan forzada que terminan convirtiéndose en meros títeres sin motivación ni propósito más allá de escandalizar con su nihilista actitud y, desde luego, con sus inmisericordes escenas de sexo.

"En Carne Viva" ha sido una desilusión. Una aclamada directora "feminista" y una popular actriz buscando cambiar de imagen sólo han logrado producir una película temáticamente igual a los pretenciosos y predecibles thrillers eróticos de la televisión por cable. Los que vayan sólo para ver los desnudos de Meg Ryan tal vez salgan satisfechos, pero quienes busquen una historia de suspenso sustanciosa y madura con subtexto feminista harán mejor en rentar "Copycat" o "Les Diaboliques".

Calificación: 5

Pablo

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En Carne Viva (In The Cut)

En Carne Viva
(In The Cut)