Kate y Leopold, por Pablo

Ah, las comedias románticas... estoy seguro de que la fórmula que emplean estas películas se remonta a los tiempos del teatro griego... y sin embargo sigue funcionando, para bien o para mal, aún en nuestros días. Supongo que esa trama resuena fuertemente en los pasajes del cerebro en los que reside nuestra necesidad de relacionarnos románticamente con otros y, desde luego, como esos conceptos se ven reforzados en casi la totalidad del entretenimiento popular, pues no es de extrañarse que mucha gente vaya a ver gustosa un refrito más de la misma raquítica historia.

En el pasado se ha visto que el éxito de este tipo de cine obedece al grado de "originalidad" que los creadores logran incorporar a la obra; desde el leopardo en "Bringing Up Baby" (1938) hasta el ángulo paranormal en "Ghost" (1990), todo son meros adornos que visten la tradicional historia.

Esta vez, haciendo uso de la más obtusa pseudo-ciencia ficción, la película "Kate y Leopold" se afilia al sub-género de "los opuestos se atraen": el decadente pero progresista Leopold Mountbatten, Conde de Albany (Hugh Jackman), vive en en año 1876 desencantado de su época. Entonces, cuando por error es traído al presente por Stuart (Liev Schreiber), además de adaptarse rápidamente a un nuevo estilo de vida, se enamora de Kate McKay (Meg Ryan), y haciendo uso de su educación y conocimientos tradicionales comienza a cortejarla, auxiliado por Charlie (Breckin Meyer), hermano de Kate. Pero las leyes de causalidad empiezan a generar problemas, por lo que Stuart exige que Leopold regrese a su época. ¿Podrán los enamorados superar los obstáculos para continuar su romance?

Además del torpe ángulo fantástico (que irritará profundamente a los aficionados a la ciencia ficción), la distinción entre esta y la docena de cintas similares exhibidas en el último año es el gran actor australiano Hugh Jackman. Su buena presencia y actuación logra elevar un poco esta película, pero no lo suficiente como para hacerla interesante. Es notable el modo en que Jackman interpreta al consabido "pez fuera del agua", sin caer en las payasadas de cintas como "Los Locos Visitantes", y manteniendo la credibilidad y dignidad de su personaje. Ciertamente hay que comer y pagar la renta, pero Jackman hará bien en alejarse de cintas como ésta y como "Someone Like You", que hizo el año pasado, y que se trata de una versión más del mismo argumento... si se encasilla en este limitado género, será difícil escapar.

Y hablando de encasillamiento, Meg Ryan repite por enésima vez el papel de pícara adorable, que, estoy seguro, puede realizar hasta dormida. Contrario a lo que se piense, Ryan es una buena actriz, como se puede ver en "The Doors" y "Courage Under Fire", y me da gusto que haya cobrado su cheque por "Kate y Leopold", pero si no encuentra pronto otro nicho, perderá el respeto como actriz que a duras penas ha conseguido. Y aunque su papel dura menos de un minuto, debo hablar de genial Spaulding Grey, quien junto con Natasha Lyonne como la asistente de Ryan, están atrapados en ingratos papeles, cuando ambos han descollado en mejores y más originales películas.

Para el público indicado, "Kate y Leopold" será como un par de cómodos zapatos viejos... no hay sorpresas ni grandes variaciones de la norma, y cumple al pie de la letra con los requerimientos del género. Pero quien espere algo novedoso, mejor olvídelo. Aunque no es terrible, sus elementos por separado son mejores que la experiencia total. La puedo recomendar a quien ya sepa lo que le espera.

Calificación: 6

Pablo

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Kate y Leopold (Kate & Leopold)

Kate y Leopold
(Kate & Leopold)