Rey Arturo, por Pablo

La leyenda del Rey Arturo y Los Caballeros de la Mesa Redonda ha sido frecuentemente interpretada como un mito que, por medio de metáforas y analogías, pretende narrar la extinción del Imperio Romano y el nacimiento del Imperio Británico, con los variados personajes representando diversas corrientes políticas, económicas y religiosas. Sin embargo, como muchos alegan, siempre hay un poco de realidad histórica atrás de la leyenda. En el caso del Rey Arturo, la historia real puede limitarse a un par de menciones de un guerrero llamado Arturo en los Anales de Pascua (que narran la historia de Gales), quien a mediados del siglo sexto luchó en algunas batallas. Pero tal vez existieron dos Arturos, lo que complica bastante las cosas. De cualquier modo, un escritor del siglo doce, llamado Geoffrey de Monmouth, tratando de validar la nobleza de las familias reales británicas de la época, escribió una mezcla de ficción e historia (tal vez 10% real y 90% ficción) titulada "La Historia de los Reyes de Bretaña", de donde sale gran parte de la "moderna" leyenda del Rey Arturo, incluyendo al mago Merlín, a la reina guerrera Ginebra, a la espada mágica (entonces sin nombre), a la isla de Avalon y al resto de los caballeros. Luego, aproximadamente un siglo después, la explosión de trovadores se encargó de redondear la leyenda y difundirla extensamente, con ciertas variaciones, pero siempre entretenida. La más famosa de estas versiones es "Le Mort d' Arthur", donde se agregó la espada Excalibur, el triángulo amoroso entre Arturo, Ginebra y Lancelot, Camelot, la Mesa Redonda, y la búsqueda del Santo Grial. En pocas palabras, la "leyenda" fue creciendo conforme más autores contribuían con detalles o "desmentían" a otros escritores.

Y ahora, los célebres historiadores hollywoodenses pretenden darnos la "historia real detrás de la leyenda" del Rey Arturo. Discúlpenme si no puedo tomar muy en serio esa promesa.

No obstante, es un error buscar lecciones de historia en el cine comercial. Si tenemos suerte, encontraremos un poco de entretenimiento, acción y emociones en forma de una dinámica narrativa que transportará nuestra imaginación a épocas y lugares tal vez ficticios, pero definitivamente interesantes y memorables.

Lástima que esta vez no tuvimos esa suerte.

"Rey Arturo" propone la existencia de un guerrero llamado Arturo (Clive Owen), quien junto a sus amigos Lancelot (Ioan Gruffudd), Gawain (Joel Edgerton) y Galahad (Hugh Dancy), y con la ayuda de la enigmática Ginebra (Keira Knightley) combaten a los sajones que invaden Gales e Inglaterra, luego de que el ejército romano decidiera abandonar la Isla Británica. Y también formando parte del conflicto están algunas tribus nativas de Inglaterra, entre ellas los Woads, dirigidos por el shaman Merlín (Stephen Dillane). Y esa mezcolanza étnica y cultural sirve de marco para varias batallas, forzados romances y graves pláticas que no conducen a nada. Fin.

Curiosamente, esta historia "real" del Rey Arturo ha excluido todos los eventos interesantes y fantasiosos de la leyenda, dejando una árida narrativa que pretende engañarnos con estoicos héroes, pintorescos escenarios y violentas batallas para que pensemos que la trama es muy solemne y significativa, cuando en realidad su profundidad es igual a la del papel en el que se escribió el guión.

No puedo negar que hay cosas interesantes y entretenidas en la película, como la batalla en el río congelado, la estrategia de los nativos Woads para luchar contra los sajones y la siempre semi-desnuda Keira Knightley en un ingrato papel de "mini-Xena". Pero no hay una historia sólida detrás de las batallas o de los graves actores, por lo que luego de dos horas parece que vimos una compilación de escenas de acción sin respaldo narrativo. El director Antoine Fuqua realizó hace un par de años la excelente cinta de acción "Training Day", en la que las personalidades de dos policías conducían una trama simple pero interesante a lo largo de un pesadillesco día, hábilmente anticipándose a las expectativas del público e invirtiendo los papeles de héroe y villano casi sin que nos diéramos cuenta. Pero esta vez, en "Rey Arturo", la trama avanza con demasiada lentitud y sin rumbo fijo, con lo que incluso las escenas de acción carecen de relevancia dramática, sólo interrumpiendo el cada vez más pesado aburrimiento.

Pero dentro de lo positivo diré que la fotografía es excelente y la selección de locaciones contribuye enormemente a la atmósfera de la cinta. De hecho la única cuestión técnica que me irritó fue la ausencia casi total de sangre en las masivas batallas. Entiendo que esto se haya hecho para evitar la clasificación de "sólo para adultos" (lo que hubiera eliminado a un porcentaje importante del público potencial), pero para una cinta "realista", el tener batallas tan limpias y antisépticas sólo resta credibilidad e impacto visceral, que tal vez hubiera contribuido a elevar el nivel emocional de esta blanda película.

Al querer ser tan "realista", la cinta "Rey Arturo" eliminó muchos elementos de la leyenda, como la magia de Merlín; las traiciones de Morgana; el triángulo amoroso entre Lancelot, Ginebra y Arturo; la leyenda de Excalibur; y la búsqueda del Santo Grial. Y, como los trovadores de siglos pasados bien sabían, eso era lo interesante de la historia. Al omitir tales elementos, sólo nos quedan actores aburridos recitando forzadas líneas y combatiendo sin peligro en batallas demasiado fingidas. Y para quienes vayan exclusivamente a ver a la guapa Keira Knightley, paciencia, pues su personaje tarda casi una hora en aparecer. Aunque es visualmente interesante y de manufactura técnica impecable (excepto por la ausencia de sangre), no puedo recomendar esta película habiendo mejores obras que tratan temas similares, desde "Excalibur", de John Boorman, hasta mi favorita: "Monty Python and the Holy Grail". Al menos esta última tiene bastante sangre, cortesía del Conejo Asesino.

Calificación: 6

Pablo

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Rey Arturo (King Arthur)

Rey Arturo
(King Arthur)