Hijos de la Mafia, por Pablo

Es fácil entender el atractivo que la Mafia (o para ser más genéricos, el Crimen Organizado) ejerce sobre la imaginación de los cineastas modernos. La representación de este estilo de vida representa la exultación de todo lo que la sociedad "normal" reprime o condena. Desde la juventud del arte cinematográfico se ha retratado este estilo de vida, con los criminales en ambos lados de la ética, algunas veces como villanos, otras como anti-héroes. Pero la constante ha sido una mistificación o glamorización de esta triste e inevitable faceta de la existencia humana.

Rara vez, por lo tanto, se ven películas donde la inherente crueldad y consecuencias de estas actividades se vean retratadas con frialdad y honestidad. Aunque "Hijos de la Mafia" no está exenta de la mencionada glamorización, es indudable que muestra una cara poco vista de las interioridades del mundo del crimen.

En la película conocemos a Matty Demaret (Barry Pepper), hijo de un importante jefe de la Mafia. Matty se ha esforzado por alejarse de sus relaciones criminales, buscando trabajo en el mundo de los negocios lícitos, pero su mero apellido tiene connotaciones que impiden que encuentre trabajo. Su única salida, entonces, es pedir trabajo a su padre, Benny Chains (Dennis Hopper). Chains sabe que su hijo no está hecho para la vida de crimen, por lo que nunca lo ha hecho partícipe de sus negocios ilegales. Pero por sugerencia de su amigo Teddy (John Malkovich), Chains decide asignarle una sencilla tarea a Matty, la cual será llevada a cabo con ayuda de sus jóvenes amigos Chris (Andrew Davoli), Johnny (Seth Green) y Taylor (Vin Diesel). Pero cuando algo sale muy mal, no sólo está en la balanza una fuerte suma de dinero, sino el respeto y confianza que sus superiores depositaron en ellos, por lo que el grupo decide enfrentar el problema y resolverlo, lo cual traerá graves consecuencias para todos.

Cuando los grandes estudios de Hollywood tratan de contar una historia como la de "Los Hijos de la Mafia", es común que la narrativa quede en segundo plano y que tomen preponderancia los famosos actores y directores que sin duda atraerán público pero que son casi lo opuesto de lo que la historia requiere. Hemos visto esto en películas como "Camino a la Perdición", "Casino" y "City by the Sea", ciertamente de gran manufactura, pero fatalmente dañadas por la capa de falsedad que Hollywood imprime a todo. Por eso he encontrado que las mejores muestras de este género están en el cine independiente. Así "Hijos de la Mafia" se encuentra en compañía de cintas tan respetables como "The Yards", "The Usual Suspects" y "Reservoir Dogs", cuyos bajos presupuestos y económicos valores de producción están irónicamente mucho mejor empleados para contar este tipo de historias que las multimillonarias inversiones que los estudios grandes hacen.

Pero la escasez de fondos de ninguna manera quiere decir escasez de talento. Barry Pepper hace gran labor para hacernos olvidar "Battlefield Earth", interpretando aquí a un personaje vulnerable y humano, víctima de su herencia y dividido entre su lealtad familiar y su futuro. Seth Green finalmente hace algo a la altura de su capacidad, dejando atrás las películas juveniles para mostrarnos lo que puede hacer con un buen guión. Su personaje, Johnny Marbles, es un Perdedor con mayúscula, y sus reacciones y ciega lealtad son a la vez exasperantes y conmovedoras. Vin Diesel ofrece una actuación muy controlada y minimalista, lo cual es inesperado pero muy agradecido luego de su gran éxito en cintas de acción. Buen trabajo y muestra de que puede ajustarse bien a papeles que no sean necesariamente de súper héroes. Y desde luego no puedo ignorar al dúo dinámico de Dennis Hopper y John Malkovich como los mafiosos más elocuentes en el cine moderno. Hopper muestra el peso de su experiencia y sus sagaces diálogos son a la vez hilarantes y terroríficos. John Malkovich parece heredar el comportamiento y lenguaje corporal del clásico gangster de los veintes, diciendo sus diálogos con gran rapidez y elegancia. Sus actitudes son tan rebuscadas que sin gran esfuerzo dibuja perfectamente la personalidad de su personaje. Es un gusto ver a estos actores compartiendo la pantalla, aunque sea por breves momentos.

Desde luego no podría comparar favorablemente "Los Hijos de la Calle" con obras clásicas del género (como "Goodfellas"), pero esto no la hace mala, sólo distinta. En vez de aspirar a la épica lucha entre el bien y el mal, se limita a mostrar una pequeña y patética página en los bajos niveles del crimen organizado. Los personajes están bien construidos, la historia es interesante y la resolución satisfactoria, aunque algo embellecida. No se trata de una película profunda o memorable, pero dentro de su humilde ambición cumple con creces su propósito de entretener sin insultar la inteligencia del público y ese es el mejor halago que le puedo hacer.

Calificación: 8

Pablo

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Hijos de la Mafia (Knockaround Guys)

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