Dirigida
por Martin Campbell
Escrita por Roberto Orci, Alex Kurtzman, Ted Elliott y Terry Rossio, basados
en el personaje creado por Johnston McCully
Editada por Stuart Baird
Elenco:
Antonio Banderas .... Zorro/Alejandro
Catherine Zeta-Jones .... Elena
Adrian Alonso .... Joaquín
Rufus Sewell .... Armand
Nick Chinlund .... Jacob McGivens
Allá por 1998 recuerdo haber disfrutado moderadamente de la cinta "La Máscara del Zorro". Pero ¿tanto como para desear una secuela? No creo.
En fin, el dinero habla, así que ahora, siete años más tarde, nos llega una continuación que no agrega nada, excepto mostrarnos que el Zorro, con todo y sus hazañas físicas, también tiene problemas maritales. Qué concepto.
La cinta se desarrolla en 1850, y encuentra a los personajes años después de los eventos de la primera película. Alejandro de la Vega (Antonio Banderas) está casado con Elena (Catherine Zeta-Jones), pero sus aventuras como el Zorro le quitan demasiado tiempo que debería dedicar a su familia. Por eso su pequeño hijo Joaquín (Adrián Alonso) lo desprecia, y Elena lo recrimina. No obstante, la República de California está por unirse a la Unión Americana, y los abundantes disturbios hacen indispensable la presencia del Zorro, gran héroe e icono popular. Sin embargo, Alejandro de la Vega y su familia encontrarán problemas más graves en la forma del aristócrata francés Armand (Rufus Sewell), cuyo interés por la guapa Elena quizás esconda algo más siniestro... ¡que pondrá en peligro al mundo! O al menos a los Estados Unidos.
Esta es una de esas películas sobre las que es difícil escribir, porque no es ni buena ni mala. Pasé un buen rato viéndola (aunque con más de dos horas de duración, se beneficiaría mucho de una sesuda edición; creo que se podría omitir media hora sin problema alguno para la trama, y mejoraría bastante su ritmo y tono), pero no agrega nada a la primera cinta. De hecho, creo que no hubiera notado diferencia alguna si simplemente hubieran proyectado de nuevo la primera película. Tal vez sólo los fanáticos rabiosos lo hubieran notado. Pero ¿hay fanáticos rabiosos de "La Máscara del Zorro"? No me contesten, por favor.
Supongo que un factor notable es que "La Leyenda del Zorro" busca ser una película de acción familiar, sin excesiva violencia ni crueldad. Su tono es similar a aquellas clásicas cintas de aventuras de mediados del siglo veinte, aunque, desde luego, con avanzados efectos especiales (que no siempre funcionan bien), y un ingenuo dinamismo que evoca la inocencia del cine de antaño. Ciertamente esa es una intención loable... pero ¿hace eso buen cine? No en manos del director Martin Campbell.
Este cineasta neo-zelandés tiene cierto talento para mostrar acción de forma clara y visualmente atractiva, pero sus películas tienden a ser vacíos espectáculos sin gran contenido y fácilmente olvidables. Los ejemplos hablan por sí sólos: "No Escape", de 1994; "Goldeneye", de 1995; y "Vertical Limit", del 2000. Sobra decir que "La Máscara del Zorro" y ahora "La Leyenda del Zorro", caen perfectamente bajo esa descripción (para ser justos, la única cinta memorable de Campbell ha sido quizás "Beyond Borders", pero más por su duro tema que por el talento de su director).
Al menos el elenco se divierte junto con sus hábiles dobles. Antonio Banderas sabe interpretar perfectamente al héroe bonachón que no se toma muy en serio; Catherine Zete-Jones realiza un buen trabajo como la empecinada ama de casa con amplios dotes de espía; y Rufus Sewell (junto con su nuevo rostro... ¿cirugía estética? ¿Posesión satánica? Lo ignoro, pero el caso es que se ve muy distinto comparándolo con sus previas películas) es apropiadamente desagradable como el aristócrata francés. Un problema notorio, sin embargo, es la ausencia de Anthony Hopkins, cuya mera presencia cimentó la primera película. Quizás fue imposible conseguir alguien de su calibre para la secuela, lo cual es una lástima, pues el único aliado del Zorro es un sacerdote que, francamente, no funciona ni como "comic-relief", y mucho menos como mentor.
En resumen, "La
Leyenda del Zorro" es una experiencia perfectamente inofensiva y genérica.
Entretiene durante dos horas, pero no resulta particularmente interesante.
No obstante, puedo ver su atractivo para padres de familia que quieran ver
una película de acción benévola y amable para compartir
con sus hijos. En ese aspecto, "La Leyenda del Zorro" cumple decorosamente
su propósito; pero, aparte de ese nicho, apenas puedo recomendarla
como fugaz esparcimiento que será olvidado media hora después
de salir del cine. En pocas palabras: agradable y placentera, pero difícilmente
recomendable. Si tan sólo hubiera salido más el caballo Tornado...
Calificación: 6.5