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El Decadente
(
The Libertine)
Isle of Man Film Comm., 2004
Reino Unido, 130 minutos

Dirigida por Laurence Dunmore
Escrita por Stephen Jeffreys, basado en su obra teatral
Editada por Jill Bilcock

Elenco:
Johnny Depp .... Rochester
Paul Ritter .... Chiffinch
John Malkovich .... Rey Charles II
Stanley Townsend .... Keown
Francesca Annis .... Condesa
Rosamund Pike .... Elizabeth Malet
Samantha Morton .... Elizabeth Barry

Imagen © 2004 Isle of Man Film Comm.

Supongo que habrá algo en la naturaleza humana que contribuye a la continua existencia de gente creativa, pero con una veta autodestructiva que eventualmente acaba con ellos. Y así como la estrella de rock que muere en el pináculo de la fama se ha convertido en un cliché moderno, hace siglos el poeta borracho y libertino sentó las bases de tal arquetipo para beneficio de sus seguidores y detractores; unos tomándolo como objeto de inspiración y otros considerándolo una lección moral sobre el riesgo de una vida llena de excesos.

Entre esos poetas de antaño tenemos ejemplos obvios, como Percy Shelley y Oscar Wilde... pero uno de los menos conocidos pasa ahora a primer plano en "El Decadente", una película lenta pero nunca cansada gracias a sus chispeantes diálogos y exuberantes actuaciones.

La trama se desarrolla a fines del siglo diecisiete en Gran Bretaña, durante el período de la Restauración, cuando el reinado de Charles II dio nueva vida a las artes. Ahí conocemos a John Wilmont (Johnny Depp), el Segundo Conde de Rochester, conocido tanto por su poesía satírica y picaresca como por sus notorios excesos en todos los placeres del cuerpo. Wilmont está casado con la adinerada Condesa Elizabeth Malet (Rosamund Pike), pero desde luego eso no es obstáculo para buscar nuevas conquistas, entre las que se encuentra la actriz Elizabeth Barry (Samantha Morton). No obstante, a pesar de contar con el favor del Rey, Wilmont está a punto de descubrir que sus excesos artísticos y físicos están muy cerca de dañarlo irreparablemente.

Me temo que "El Decadente" no es una de esas amables comedias "de época" que tanto éxito han tenido en años recientes. En ella no veremos los frívolos amoríos ni el proto-feminismo de las novelas de Jane Austen; tampoco veremos un romántico e idealizado Londres en el siglo diecisiete, sino una lodosa ciudad dividida entre el miserable pueblo y la grotesca aristocracia. Y, por supuesto, tampoco seguiremos el descenso del protagonista hasta su eventual redención gracias al amor.

Todo lo contrario. "El Decadente" es una audaz película que no teme mostrar la peor cara de su protagonista (de hecho nos lo advierte durante los primeros segundos) sin ofrecer conciliadoras explicaciones ni fáciles motivaciones. El Segundo Conde de Rochester es simplemente el cliché viviente de un hombre talentoso y creativo, pero afectado por vicios y deficiencias emocionales que lo hacen imposible de soportar para todos, excepto para quienes comparten su estilo de vida.

Afortunadamente, la película no es sólo nihilismo y perversión; su lenta trama contempla parsimoniosamente los últimos años en la vida del protagonista, pero mantiene el interés con chispeantes diálogos que, por un lado, traicionan el origen teatral de la película; pero, por otro lado, representan algunos de los mejores parlamentos que he visto recientemente en el cine. Quizás tengan los clásicos ritmos y complejas estructuras características del teatro, pero la agudeza de sus ideas y la vehemencia de sus emociones contribuyen a que la experiencia sea realmente apasionante.

Claro, también ayuda bastante contar con actores de primera línea, y si bien Johnny Depp se llevará la mayor parte de los aplausos por su interpretación del torcido conde, el elenco secundario desborda talento de igual magnitud. Rosamund Pike, a quien no tragué mucho en "Die Another Day" y "Doom", muestra auténtica ferocidad y compromiso en el ingrato papel de la esposa de Wilmont. Samantha Morton brilla como la férreamente disciplinada Elizabeth Barry. John Malkovich (quien hizo el papel principal en teatro) contribuye con su interpretación del Rey Charles II, simultáneamente detractor y simpatizante del voluble Conde de Rochester. Finalmente, en papeles cortos pero que deleitarán a los seguidores (como yo) de la serie televisiva británica "Coupling", tenemos a Richard Coyle como el fiel servidor del protagonista, y a Jack Davenport como un actor temeroso de aparecer en las pornográficas obras teatrales que escribe el Conde.

Quienes esperen ver a Johnny Depp repitiendo su graciosa interpretación del Capitán Jack se llevarán una desilusión con "El Decadente". Esta es una película lerda y difícil, pero que ofrece recompensas intelectuales mucho más satisfactorias que los huecos artífices visuales de "Los Piratas del Caribe". Debo admitir que es demasiado lenta en muchas ocasiones, y que el contexto histórico no ayuda a hacerla más asimilable. Pero las extraordinarias actuaciones y el peso emocional de los parlamentos compensan esos puntos negativos, por lo que puedo recomendarla con la advertencia de que no hay que esperar comedia picaresca, sino drama satírico que se regodea en los vicios humanos para contarnos una historia tan antigua como el mundo: el genio y la locura son inseparables.

Calificación: 8

Pablo del Moral

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