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Marebito
(
Marebito)
Adness K.K., 2004
93 minutos

Dirigida por Takashi Shimizu
Escrita por Chiaki Konaka, basado en su novela
Editada por Masahiro Ugajin

Elenco:
Shinya Tsukamoto .... Masuoka
Tomomi Miyashita .... F
Kazuhiro Nakahara .... Arei Furoki
Miho Ninagawa .... Aya Fukumoto
Shun Sugata .... MIB

Imagen © 2004 Adness K K

Sólo por ver el póster de la película, yo temía que "Marebito" resultara ser un refrito más del cliché "mujer fantasma con largo cabello negro", que pulula en las cintas japonesas de terror. Nada más lejos de la verdad.

Cualquiera pensaría que una combinación del talento de Takashi Shimizu (responsable de la original "Ju-On", una de mis cintas favoritas de terror) y Shinya Tsukamoto (creador de la legendaria película "Tetsuo") resultaría en una apoteótica explosión de excesos y horripilantes visiones. Pero, quizás anticipando esas expectativas, los cineastas han colaborado (uno frente y otro detrás de cámaras) para crear una humilde cinta de manufactura casera, pero profundamente perturbadora que busca afectarnos cerebralmente, y no visceralmente.

Al principio de "Marebito" conocemos a Masuoka (Shinya Tsukamoto), un camarógrafo obsesionado por capturar en video el terror absoluto. Entonces, inspirado por la mirada de terror de un suicida, Masuoka se interna en las profundidades del tren subterráneo en Tokio, donde descubre el acceso a un bizarro mundo paralelo, donde encuentra encadenada a una joven mujer (Tomomi Miyashita). Luego de liberarla, Masuoka la lleva de regreso a su departamento, y ahí trata de entender su procedencia, lo cual no será fácil, pues la joven no habla y no parece responder a estímulo alguno... excepto a la sangre que necesita para sobrevivir.

Es inútil ver "Marebito" como una simple película de terror. Sus constantes cambios de perspectiva, su empleo de video digital y su ambigua realidad la transforman en el estudio psicológico de un personaje profundamente perturbado e incapaz de interactuar con sus semejantes de un modo convencional.

La inexpresiva actuación de Tsukamoto es perfecta, pues sugiere tácitamente su aridez emocional y la profunda necesidad de encontrar el terror máximo que quizás lo haga sentir algo, aunque sea desagradable. Sin embargo, algunos eventos posteriores en la película nos hacen cuestionarnos su motivación real, e incluso la validez de todo lo que hemos visto. Obviamente "Marebito" no busca darnos fáciles respuestas, sino plantear preguntas sin preocuparse por darnos los elementos para resolverlas.

Esto vuelve la experiencia un poco frustrante, no cabe duda, pero creo que es un error buscar explicaciones cómodas o tradicionales. ¿Estamos viendo la realidad? ¿La imaginación del protagonista? ¿O simplemente uno de sus muchos videos caseros?

La plástica visual de la película es intencionalmente burda y hasta desagradable. El video digital y la iluminación natural se combinan para presentarnos imágenes de contenido perturbador, pero con apariencia prosaica y deslavada, sin duda emulando el estado mental del protagonista. Y si algunos efectos especiales parecen igualmente burdos y poco creíbles (como los que nos muestran el demencial mundo subterráneo), quizás sea igualmente intencional, como parte del misterio que la cinta nos invita a resolver.

Grabada en sólo ocho días, "Marebito" es un fascinante experimento fílmico que toma la forma de una cinta de terror para explorar la psicología de su protagonista y, en un nivel más amplio, la relación que tenemos con la tecnología y las imágenes que nos presenta, cada vez más sofisticadas y más difíciles de distinguir de la realidad. Además, hay ciertas referencias a la mitología lovecraftiana que serán de especial agrado para los fanáticos de ese icónico escritor.

"Marebito" no es una película fácil de digerir, pero quizás ocasionalmente necesitamos una indigestión intelectual para recuperar la perspectiva y poner en un nuevo contexto aquello que consideramos como "entretenimiento". Y, en otro aspecto, esta cinta es una muestra de que el talento de Takashi Shimizu va más allá de fantasmas de largo cabello negro; tendremos suerte si su trabajo futuro muestra igual innovación e interés en nuevas formas narrativas... al menos hasta que Hollywood decida hacer el "re-make".

Calificación: 8

Pablo del Moral

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