Río Místico, por Pablo

Supongo que es inevitable que el otoño traiga consigo las películas "de prestigio", con la que los estudios hollywoodenses tratan de compensar el atroz verano, al mismo tiempo que se preparan para la también inevitable temporada de premios del año siguiente. "Río Místico" cae perfectamente en esa categoría, y a pesar de contar con una magnífica realización, no he logrado sumergirme totalmente en el argumento.

La película muestra la evolución en la relación entre tres hombres que habitan el mismo barrio irlandés en la ciudad de Boston. En su infancia eran amigos muy cercanos, pero un terrible evento los dividió emocionalmente; ahora, dos décadas después, los hombres han seguido caminos distintos: Jimmy (Sean Penn) ha tenido problemas con la ley, pero hoy es un recto tendero; Sean (Kevin Bacon) se convirtió en policía; y Dave (Tim Robbins), el más afectado por la tragedia pasada, tiene una precaria existencia con trabajos eventuales, con los que apenas logra mantener a su abnegada esposa y a su pequeño hijo. En este inestable ambiente ocurre entonces un desgarrador asesinato, que pondrá a prueba la relación entre los tres amigos, y que sacará a la luz rencores pasados y sospechas que podrían destruir sus vidas actuales y las de sus familias.

Aunque a primera vista "Río Místico" podría parecer un drama criminal que trata de resolver un homicidio, en realidad se trata de un estudio de personalidades, que emplea los procedimientos policíacos como marco para retratar los vaivenes emocionales de los protagonistas. Cada uno de ellos carga con diversas presiones, preocupaciones y culpas, y la investigación funciona como catalizador para llevar las cosas a un explosivo punto, en el que la amistad tendrá que dejar paso a la lealtad familiar y al supuesto brazo de la ley.

Tal vez esto suena un poco críptico, pero es mejor no revelar más sobre el guión, escrito por el prestigioso Brian Helgeland, y basado en la novela de Dennis Lehane. Helgeland ha logrado una buena adaptación, respetando el tono literario de la obra, y centrándose en las emociones de los personajes. Tal vez algunos de ellos parecen superficiales o irrelevantes (como el policía interpretado por Morphe... quiero decir, por Laurence Fishburne) pero aunque no influyan mucho en la trama, sirven para dar mayor textura y profundidad a la historia.

En su faceta de director, Clint Eastwood ha tenido una carrera irregular. Su más reciente obra "Blood Work" sufrió por ser predecible y lenta, pero en "Río Místico" lo vemos de regreso en terreno dramático similar a su mejor película, que en mi opinión es "The Unforgiven". Eastwood ignora las "modas" del cine moderno y nos entrega una película pausada, que no teme dedicarle tiempo al desarrollo de sus personajes, pues las recompensas narrativas lo justifican plenamente. Aparentemente este actor ya olvidó los convencionalismos de "Dirty Harry", y eso lo ha convertido en un mejor director.

Esto se vuelve evidente en las excelentes actuaciones que ha obtenido de su reparto. Los tres actores principales serán obviamente quienes reciban los elogios, pero el elenco de soporte es también digno de aplauso. Marcia Gay Harden y Laura Linney como las esposas de Tim Robbins y Sean Penn, respectivamente, son absolutamente fantásticas. Linney en particular resalta, pues su personaje debe sobreponerse a las excentricidades de su esposo, y mostrar sólido apoyo a pesar de que no siempre se toman buenas decisiones en ese hogar. Esta talentosa actriz no ha tenido el reconocimiento que merece, y espero que "Río Místico" sirva para que el público y la crítica tomen nota de su gran capacidad.

Sin embargo, a pesar de todos estos elogios, "Río Místico" no resultó muy satisfactoria. Creo que el ambiguo final traiciona un poco el complejo desarrollo, y los últimos minutos de la cinta se sienten innecesarios. Además, en un plano más general, estos dramas me parecen cada vez más irrelevantes, ya que en ocasiones se acercan peligrosamente a ser un simple catálogo de actuaciones. Cuando esto ocurre, las emociones que pretende transmitir se sienten huecas y fingidas, y no puedo negar que sentí eso durante algunos pasajes de "Río Místico".

Pero tal vez esto es mi percepción personal. Indudablemente hay mucho que recomendar en esta cinta, preponderantemente el hecho de que es una muestra de cine maduro y adulto, hecho para impulsar el arte fílmico, y no para vender refrescos o juguetes. El perfecto elenco y la sólida dirección de Eastwood hacen de "Río Místico" una compleja experiencia que tal vez no siempre sea honesta, pero que definitivamente se mantiene interesante y entretenida, a pesar de su deprimente final. Dirty Harry triunfa de nuevo.

Calificación: 8

Pablo

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