Dirigida por Marcos Siega
Escrita por Skander Halim
Editada por Nicholas Erasmus
Elenco:
Evan Rachel Wood .... Kimberly Joyce
Ron Livingston .... Percy Anderson
James Woods .... Hank Joyce
Jane Krakowski .... Emily Klein
Elisabeth Harnois .... Brittany Wells
Selma Blair .... Grace Anderson
Escandalizar a la audiencia es muchas veces el último recurso desesperado de un cineasta que no logra despertar interés por medios narrativos convencionales. Aunque, en el caso de "Pretty Persuasion", hay que aceptar que esa frenética maniobra consigue exaltar las virtudes de una historia que pretende transmitir un agudo mensaje sobre la cultura moderna. Con ello no quiero decir que esta sea una película muy buena; pero su irrefrenable ponzoña combinada con su satírico tono la hacen enormemente entretenida, graciosa y, claro, escandalizante.
La trama sigue las intrigas y manipulaciones de Kimberly Joyce (Evan Rachel Woods), una joven estudiante muy inteligente, pero decididamente amoral, en parte gracias a la grotesca y disfuncional vida hogareña que lleva en compañía de su racista padre Hank (James Woods) y su bienintencionada pero torpe madrastra Kathy (Jaime King). Kimberly manipula a todos quienes la rodean, particularmente a sus amigas Brittany (Elisabeth Harnois) y Randa (Adi Schnall), cuya ayuda será indispensable para llevar a cabo el más reciente plan de Kimberly: para vengarse de un maestro y para impulsar su incipiente carrera como actriz, la joven decide acusar de acoso sexual al Profesor Percy Anderson (Ron Livingston), y el sonado juicio que esto desata revelará muchos secretos que nadie espera. Después de todo, como dicen, no hay publicidad mala.
Aunque tiene escenas profundamente ofensivas (por sus agudos diálogos), es mejor ver "Pretty Persuasion" como una comedia negrísima que busca burlarse de muchos estereotipos característicos de la cultura norteamericana, desde los elitistas grupos estudiantiles hasta los voraces medios de comunicación, que en aras de la "libertad de prensa" abusan de su poder para explotar el sufrimiento ajeno. Y, desde luego, la primera víctima es la famosa "corrección política", que esta película destruye con todo gusto gracias a las realmente sorpresivas (para nuestros tiempos) actitudes de los personajes.
No obstante, como toda buena sátira, es imposible negar que hay grandes verdades tras los escandalosos chistes del libreto. Desde el grotesco hombre anti-semita hasta la despistada joven árabe, todos caen ante el implacable análisis de la protagonista. Si tiene razón o no, cada espectador deberá decidir; pero lo cierto es que esos pensamientos existen en la mente de muchas personas, aunque los callen por decoro o vergüenza.
Y "vergüenza" no es algo que abunde en "Pretty Persuasion". La cinta funciona en muchos niveles, y presenta personajes grises; ninguno es realmente inocente, y ninguno es totalmente culpable; se puede decir que todos son víctimas de las circunstancias, de su educación o de sus instintos. O, simplemente, se trata de gente manipuladora, mentirosa y malintencionada. ¿Quién se atrevería a juzgar en una cultura tan propensa a crear víctimas y encontrar culpas ajenas?
A pesar de todo esto, "Pretty Persuasion" sufre de algunas de las típicas fallas del cine independiente; en ocasiones es demasiado rebuscada, y no siempre es tan inteligente como quisiera ser. La pretensión, desde luego, está presente en muchos de sus bizantinos diálogos y feroces diatribas.
No obstante, me inclino a disculpar esas fallas gracias al brillante elenco. Evan Rachel Wood (luciendo extrañamente similar a Jena Malone) prueba que "Thirteen" no fue casualidad, y que es una de las actrices jóvenes contemporáneas con más talento. Me atrevería a decir que su trabajo en "Pretty Persuasion" es mejor que el de Natalie Portman en "Closer", o el de Reese Witherspoon en "Election". Ron Livingston traiciona su apariencia afable con un personaje de moralidad gris; a pesar de que la cinta nos explica que los cargos contra él son inventados, su perfecta actuación sugiere que podría haber algo de cierto en ellos, y eso mantiene el suspenso hasta el final. James Woods, por su parte, ofrece un desempeño sin freno alguno, posesionándose por completo del racista padre de familia y divirtiéndose de lo lindo. Y Jane Krakowski presta su siempre atinado instinto para la comedia al interpretar a la reportera parásito que cubre el jugoso juicio. El resto del elenco cumple con decoro sus papeles, pero sin duda son eclipsados por este cuarteto. Incluso actrices atractivas, como Jaime King y Selma Blair tienen poco que hacer, y se limitan a ser la víctima de chistes hechos a sus costillas.
El director Marcos Siega (graduado de MTV) ha realizado un trabajo muy interesante con "Pretty Persuasion". Manteniendo una estética visual controlada y muy agradable, logra impactarnos con diálogos y actuaciones, y no con trucos de cámara. La cinematografía, muy asoleada y colorida, me recuerda el mundo hiper-real de "Heathers", y no sería la única comparación que haría con aquella icónica película. Como muchas imitadoras, "Pretty Persuasion" busca develar las intrigas y trampas de las aparentemente inocentes estudiantes de una preparatoria, pero carece del foco narrativo y de la perfecta trama de "Heathers"; sin embargo, hay que darle amplio crédito por su audacia, por su impasible destrucción de cánones morales y, desde luego, por sus brillantes actuaciones. Hace un par de años "Mean Girls" tocó temas similares, pero de forma mucho más asimilable para las audiencias juveniles; "Pretty Persuasion" va directamente al grano sin importarle a quién ofenda, y tan sólo por eso debo recomendarla como inteligente cine de explotación juvenil. No hay bikinis ni desnudos, pero sus transgresiones intelectuales son mucho más impactantes y memorables, aunque la trama flaquee ocasionalmente. Sólo debería advertir que aquellos padres de familia con hijas de la edad de las protagonistas podrían tener pesadillas después de verla.
Calificación: 8.5