En ocasiones he mencionado mi opinión acerca de que los aspectos técnicos de una película no compensan las deficiencias del guión, o el uso de una predecible historia. "El Arca Rusa" casi me hace dudar sobre tal pensamiento.

Si tuviera que describir la probable intención de "El Arca Rusa", diría que es una experiencia didáctica sobre la historia rusa reciente, pero no enfocada a datos y fechas, sino a los elementos más sutiles que moldean la historia de un pueblo, y que se reflejan en el arte que en él se produce y en la idiosincracia de sus habitantes.

Pero, formalmente, "El Arca Rusa" es un audaz experimento fílmico (¿o debo decir videográfico?), ejecutado con gran aplomo por un director que domina como pocos el uso de la cámara como narradora de la historia.

La película entera se desarrolla en el interior del Museo Hermitage, ubicado en San Petesburgo, Rusia. Siguiendo a un fantasmal narrador, visitamos los distintos espacios del museo, donde ocasionalmente vemos a los personajes de la historia que por ahí desfilaron, culminando con una extraordinaria fiesta de gala.

Ocasionalmente, en el paseo por el museo, nos encontramos con un extraño hombre, que hace oblicuos comentarios sobre las piezas artísticas que se exhiben, y cómo reflejan los vaivenes de la historia rusa.

Pero (aquí viene el aspecto técnico que opaca la trama e intención de la cinta) lo más asombroso es que "El Arca Rusa" se filmó en una sola toma continua, de 96 minutos, en video digital. Y con los cientos de extras que aparecen durante el recorrido, no puedo siquiera imaginar el esfuerzo logístico para organizar tal empresa.

Creo que, a fin de cuentas, esta cinta funciona mejor como experimento técnico que como narrativa tradicional. O, diciéndolo con mayor precisión, los elementos independientes que la integran trabajan mejor por separado que como una unidad dramática. La técnica misma, el valor de grabar en video un proyecto así, es impresionante. La calidad de imagen es muy buena y el manejo de cámara es asombroso. Por otro lado, la idea fundamental de la cinta es tremendamente original; los diálogos son brillantes y el tono didáctico es casi intuitivo, logrando que sin esfuerzo alguno el espectador se quede con una memorable impresión de la sociedad rusa que tantos tumbos ha dado. Pero ambos elementos, el temático y el formal, no se conjugan por completo, dejando una inefable insatisfacción. En lo personal, yo hubiera deseado más narración histórica y menos floritura visual. Los últimos veinte minutos de la cinta me parecieron algo tediosos, luego de los fascinantes comentario que el narrador y el misterioso extraño intercambian durante la hora previa.

Aún así, "El Arca Rusa" es una cinta única, digna de ver, y no sólo por su inusual y audaz estructura, sino porque podremos aprender, del mejor modo posible, sobre los aspectos culturales que forjaron la historia de ese país. Además, el recorrido por el Museo Hermitage es una poderosa experiencia. Aún descartando sus otras virtudes, el "tour" por sí mismo es razón suficiente para buscar esta innovadora película. Recomendada con la advertencia de que hacia el final se pondrá a prueba la paciencia del espectador.

Calificación: 8

Pablo

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El Arca Rusa
(Russian Ark - Russkij Kovcheg)

Imagen © 2002 Fora Film

Fora Film, 2002
96 minutos

Dirigida por Aleksandr Sokurov
Escrita por Boris Khaimsky, Anatoli Nikiforov, Svetlana Proskurina y Aleksandr Sokurov
Editada por Stefan Ciupek, Sergei Ivanov y Betina Kuntzsch

Elenco:
Sergei Dreiden .... El Extraño
Mariya Kuznetsova .... Catalina la Grande
Leonid Mozgovoy .... El Espía
David Giorgobiani .... Orbeli
Aleksandr Chaban .... Boris Piotrovsky
Maksim Sergeyev .... Pedro el Grande