El Señor de los Anillos: Las Dos Torres, por Pablo

Un horrible vicio del cine contemporáneo es la inmesurada utilización de espectáculo visual para distraernos de las deficiencias narrativas de las historias que se cuentan. Como claro ejemplo (y doloroso, para nosotros los fans) tenemos la indecible torpeza de los dos recientes episodios de la saga de Star Wars.

Es por eso tan sorprendente el logro del director Peter Jackson; al adaptar la clásica trilogía de "El Señor de los Anillos" es evidente que él, y su equipo de guionistas, han puesto en primer plano la estructura de la historia, la dinámica narrativa y la creación de pesonajes entrañables. Pero no por eso se ha descuidado el aspecto visual que se requiere para llevar a la pantalla esta épica obra. Todo lo contrario. De hecho, no puedo siquera empezar a comprender el titánico esfuerzo creativo que se ha requerido para lograr que "Las Dos Torres", junto con "La Fraternidad del Anillo" consigan tal grado de magnificencia estilística, narrativa y visual. Me parece, sencillamente, un milagro.

Como continuación de la trilogía, es conveniente conocer los hechos de la previa película, pues al comienzo de "Las Dos Torres" vemos en qué se ocupan los integrantes de la fragmentada Fraternidad original. Como recordaremos, los hobbits Frodo (Elijah Wood) y Sam (Sean Astin) se dirigen a Mordor, para destruir el Anillo Único en los fuegos del Monte Doom. El viaje es duro y para colmo están perdidos. Entonces encuentran a Gollum (Andy Serkis), antiguo propietario del Anillo, profundamente perturbado y obsesionado por recuperar la mágica joya. El resultado del encuentro es una intranquila tregua entre Gollum y los hobbits, en virtud de la cual el extraño ser accede a servirles de guía para llegar al reino de Mordor, que funciona también como la fortaleza de Sauron, el temible ser que igualmente codicia el Anillo para dominar la Tierra Media con su poder.

Por su parte, Merry (Dominic Monaghan) y Pippin (Billy Boyd), también hobbits, han sido capturados por una banda de Uruk-Hai, temibles bestias semi-humanas que el traicionero brujo Saruman (Christopher Lee) utiliza para decimar los poblados que se oponen al reinado de Sauron. Pero en una batalla entre los Uruk-Hai y los caballeros del reino de Rohan, Merry y Pippin logran escapar, internándose en un bosque lleno de curiosas criaturas, donde también encuentran a un antiguo aliado...

Finalmente, el trío compuesto por Aragorn (Viggo Mortensen), el elfo Legolas (Orlando Bloom) y el enano Gimli (John Rhys-Davies) tratan de rescatar a Merry y Pippin, pero en el camino llegan al mencionado reino de Rohan, que está a punto de sufrir un ataque masivo por parte de las fuerzas de Saruman. El trío decide ayudar al Rey Theoden (Bernard Hill) para combatir a los invasores desde la fortaleza de Helm's Deep, en una batalla que podría cambiar el balance de poder en la Tierra Media.

Es difícil juzgar esta película como obra individual, pues al ser la parte central de la trilogía, no tiene realmente principio ni final. Los personajes principales fueron establecidos en la cinta previa, y en "Las Dos Torres" se examina la evolución de sus relaciones. Frodo y Sam son los más afectados, pues la influencia del Anillo corrompe a su portador, con la presencia de Gollum como un tétrico recordatorio de los efectos finales que tal obsesión puede tener. Aragorn, Legolas y Gimli, por el contrario, fortalecen su amistad en devastadoras situaciones de batalla. Dentro de los personajes nuevos destacan el rey Theoden, cuya transformación de decrépito títere a feroz guerrero es realmente asombrosa. También conocemos a Eowyn, la guapa sobrina del rey y potencial interés romántico de Aragorn. Finalmente tenemos la más asombrosa adición al elenco... Gollum, antes llamado Smeagol, antiguo dueño del Anillo y dudoso guía de Frodo y Sam. Sus acciones son aparentemente honestas, aunque nunca se puede deshechar la sospecha de que su obsesión por el Anillo lo podría llevar a traicionar a sus supuestos aliados.

Para encarnar a estos coloridos personajes, el director Peter Jackson eligió perfectamente a su elenco. Los que regresan en "Las Dos Torres" están perfectamente apoyados por los recién llegados, y ambos bandos logran, en mi opinión, mucho mejor desempeño que en la película anterior. En particular destaca Viggo Mortensen como Aragorn, un auténtico héroe virtuoso y valiente, pero cargando el dolor de sus ancestros y la melancolía de su imposible romance con la elfa Arwen (Liv Tyler). Mortensen consigue una figura heróica que funciona igualmente bien en las secuencias de acción y en las instrospectivas escenas que comparte con sus compañeros antes de la batalla. También digno de mención es Bernard Hill como el Rey Theoden. Su papel es un poco ingrato, pues sus acciones son en ocasiones opuestas al sentido común, aunque su motivación sea válida y honesta. Su transformación emocional y física son impresionante testamente del talento de este veterano actor.

No quiero mencionar uno por uno a todo el elenco. Todos realizan sus papeles con gran decoro, e incluso algunos roles que yo consideraba superfluos (como Merry y Pippin), son aquí redimidos tanto por el excelente guión como por los competentes actores. Pero aún hay alguien que debo mencionar.

Gollum es, simplemente, la primera muestra real del potencial que la tecnología digital puede alcanzar cuando se utiliza con una firme base artística. Jar Jar Binks, Boss Nas y Sebulba, por ejemplo, son personajes digitales realizados con gran maestría técnica en "La Amenaza Fantasma"... pero están huecos. El elfo Dobby, en "Harry Potter y la Cámara de los Secretos" añadíó personalidad y humor a una creación totalmente artificial. Pero es hasta ahora, con Gollum, que se logra cristalizar la idea de un actor "sintético". La mezcla de la voz y lenguaje corporal del actor Andy Serkis con la extraordinaria habilidad de los artistas digitales que se han encargado del modelado, mapeado y animación de este personaje han dado como resultado una auténtica actuación hecha por un auténtico actor. Por primera vez he logrado ignorar el efecto para sumergirme en el personaje artificial. Tal vez no siempre es cien por ciento efectivo desde el punto de vista tecnológico, pero su efecto dramático es perfecto. Sin embargo, como todo en esta película, su existencia no es un fin por sí mismo, sino una herramienta para contar mejor esta seminal historia de heroísmo y tragedia.

Podría escribir varios párrafos adicionales con elogios sobre la ambientación, el diseño de producción, los efectos especiales, la dirección y la edición. Pero para que no parezca esto un boletín de prensa, prefiero comentar sobre aquello que no me gustó tanto, que realmente es poco.

De nuevo la música de Howard Shore me parece excesiva. Por sí misma es bella y evocativa, pero en conjunción con las majestuosas imágenes tiende a parecer exagerada. Su abuso de los temas heróicos tradicionales llama inapropiadamente la atención cuando algo más sutil hubiera sido mejor complemento de esta magnífica obra.

Y una segunda queja (a medias), es la trama de Merry y Pippin con los Ents. Ciertamente es parte esencial de la historia, y su desenlace es espectacular, pero su pausado ritmo contrasta fuertemente con el dinamismo del resto de la cinta. Aunque debo aclarar que, al menos para mí, ese pasaje en el libro era poco menos que intolerable. El hecho de que en la película resulte entretenido, a pesar de todo, es un triunfo de los guionistas.

Sin duda alguna, "Las Dos Torres" es la película más espectacular que he visto en mi vida. Suena a hipérbole, pero para mí es la verdad. Y mejor aún, la historia, los personajes y las emociones que despiertan están tan bien cuidados y trabajados como la exuberancia visual de la obra. No veo cómo Peter Jackson pueda superar esta segunda parte, pero ahora más que nunca esperaré "The Return of the King" (la tercera parte) con mucho mayor entusiasmo. Recomendada para todos con el siguiente consejo: vayan al baño antes de verla y no consuman líquidos al menos una hora antes de ir al cine.

Calificación: 10

Pablo

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Las Dos Torres (The Lord of the Rings: The Two Towers)

Las Dos Torres
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