Juego de Niños, por Pablo

Ah, los niños malignos... benditos sean.

Después del asesino enmascarado y la despechada mujer demente, los infantes siniestros son tal vez el cliché más común del cine de horror y suspenso. Es fácil deducir la razón de este fenómeno: el contraste de la inocencia infantil yuxtapuesta con sus malignas intenciones es irresistible e impactante... o lo sería si no existieran ya descenas de novelas, películas y cuentos de tema similar.

"Juego de Niños" toma ciertos elementos de la clásica historia "Turn of the Screw", de Henry James, y los adapta a la vida moderna en París, donde conocemos a Marianne (Karin Viard) y Jacques (Charles Berling), un exitoso y feliz matrimonio que vive en un amplio departamento junto con sus pequeños hijos Aude (Camille Vatel) y Julien (Alexandre Bongibault). Un día toca a la puerta del departamento una extraña pareja, que dicen haber vivido en ese lugar cuando eran niños. Marianne los deja pasar para que vean su antiguo hogar, y habiéndolo hecho, se marchan apresuradamente. A partir de ese curioso evento, los hijos de Marianne comienzan a tener extraños comportamientos, acentuados por ciertos sucesos que podrían o no tener origen sobrenatural. Al poco tiempo los cambios de conducta se extienden a los adultos y la antes estable familia comienza a desmoronarse. Sólo Marianne parece sospechar la causa detrás del misterio, pero primero deberá convencer a su esposo (y a ella misma) de que no se trata sólo de su imaginación.

"Juego de Niños" presenta, tanto en su estructura como en su temática, los puntos básicos de este tipo de historias; en ningún momento se aventura más allá de la forma establecida; tampoco hay abundancia de suspenso y mucho menos terror. Para colmo, la manufactura de la cinta es en extremo simple, y el parsimonioso ritmo la hacen un poco tediosa, sobre todo considerando que el público ya resolvió el misterio desde la primera media hora. Es evidente que, al igual que películas recientes como "El Sexto Sentido" y "Stir of Echoes", el énfasis está en el terror psicológico y no en la violencia o sangre gratuitas. Creo que ese es un enfoque loable, pero desafortunadamente la predecible trama no responde bien a esa minimalista dirección.

Aún así, no todo es malo; el mejor punto de la cinta es la actuación de Karin Viard como la desesperada esposa. Sin necesidad de muchos diálogos, esta hábil actriz transmite sutilmente todo lo que necesitamos saber acerca del personaje; además, su callada intensidad presta gran realismo y humanidad a su papel. El resto de los actores (incluyendo a los niños) hacen un trabajo decente, pero es Viard quien sostiene la película y la hace marginalmente interesante.

Pero a pesar del destacado trabajo de Viard, no encuentro razones para recomendar "Juego de Niños". La historia es demasiado predecible, el suspenso brilla por su ausencia y la modesta manufactura de la cinta no la hace visualmente interesante. Aunque el cine francés ha ofrecido recientemente buenas muestras del género fantástico, "Juego de Niños" es un mediocre esfuerzo cuyos escasas virtudes no superan sus profundas fallas.

Calificación: 5

Pablo

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Juego de Niños (Un Jeu D'Enfants)

Juego de Niños
(Un Jeu D'Enfants)