Van Helsing, El Cazador de Monstruos, por Pablo

Aunque el estudio de cine Universal Pictures hizo famosos a los ahora clásicos íconos del cine de terror, sus orígenes se encuentran en el remoto pasado, desde el siglo diecinueve hasta la antigua Grecia. La novela "Drácula, The Undead", publicada por Bram Stoker en 1897, introdujo el vampiro a la cultura popular, aunque ya existía en el folklore mundial desde muchos siglos atrás. Y tal vez esa seminal novela tuvo tanto éxito porque logró combinar el terror sobrenatural con la evidente metáfora sexual que el vampirismo representa... tal vez esa era la única forma de escribir literatura erótica sin perder la buena reputación en la represiva sociedad victoriana de fines del siglo diecinueve. "Frankenstein, o el Moderno Prometeo", de Mary Wollstonecraft Shelley, escrita en 1816, funcionó también como metáfora de la naciente disciplina biológica, en un momento en el que los "filósofos naturales" comenzaban a dar forma a la ciencia moderna; aún entonces, Shelley, al igual que otros pensadores, temían las consecuencias de la ciencia fuera de control, y el peligro de abandonar la ética y la moral en aras del avance científico. Adicionalmente, al igual que su madre, Mary Shelley fue una temprana proponente del feminismo, y su más famosa novela ofrece también comentarios sobre el tema, condenando al hombre que trata de crear vida sin ayuda del proceso natural, que representaba la igualdad y cooperación de ambos sexos. Finalmente, la idea del hombre lobo se remonta a la antigua Grecia donde, hace dos mil años, el historiador Herodoto mencionaba a una raza de humanos que una vez al año se convertían en bestias. Tal vez ese testimonio inspiró al poeta Polonius a escribir la historia del Rey Lycaon (de donde viene la palabra "licántropo", naturalmente), convertido en lobo por Zeus, debido a su ferocidad en el campo de batalla y a su malsano gusto por la carne humana.

¡Despierten! Terminó la lección de historia, que quise incluir por una importante razón... la película "Van Helsing" convierte a estos íconos en pueriles títeres de un estúpido guión, por lo que me sentí obligado a recordar al lector que tales criaturas tienen una venerable historia, y que su estudio nos puede iluminar sobre la naturaleza humana y sobre el valor del mito en la historia del mundo.

Efectivamente, "Van Helsing" es una muestra perfecta del peor tipo de cine contemporáneo... preocupado más con espectáculo visual que con la creación de personajes interesantes e historias originales. Supongo que es más fácil escribir un pastiche de añejas ideas, pobladas por caracteres genéricos y luego agregar millones de dólares en efectos especiales, con la esperanza de que las audiencias contemporáneas quedarán tan impresionadas con las imágenes que olvidarán que están perdiendo el tiempo con una película vacía, irrelevante y, peor aún, aburrida.

"Van Helsing" narra los esfuerzos de Gabriel Van Helsing (Hugh Jackman) y Anna Valerious (Kate Beckinsale) por destruir a Drácula (Richard Roxburgh), quien quiere conocer el secreto del Monstruo de Frankenstein (Shuler Hensley) para dar vida al ejército de vampiros con el que pretende conquistar el mundo, supongo. Y como ayudante periférico, no podía faltar un hombre lobo, en realidad Velkan (Will Kemp), el hermano de Anna.

La historia parece simple, y tal vez lo es, pero el escritor y director Stephen Sommers la tergiversa de los modos más absurdos para aparentar profundidad y relevancia. Sin embargo, el resultado es un barato melodrama repleto de agujeros, inconsistencias y ridículas premisas (el hombre lobo se vuelve humano cuando una nube cubre la luna llena, por ejemplo) que sólo subrayan la profunda estupidez del argumento, y la incapacidad del autor para realizar una historia coherente e interesante.

Y para colmo, tenemos las actuaciones... Hugh Jackman y Kate Beckinsale son actores razonablemente buenos, pero en esta película se ven forzados a sobreactuar con gran entusiasmo, tal vez debido a que el inepto guión no deja otra opción... pero sus actuaciones parecen brillantes cuando se comparan con Richard Roxburgh como Drácula quien, junto con sus "novias" (interpretadas por las famosas modelos Josie Maran, Elena Anaya y Silvia Colloca) alcanzan niveles de irritación que nunca creí ver después de Jar Jar Binks. Y cómo ignorar a David (Faramir) Wenham como Carl, el "gracioso" monje e inventor que suministra a Van Helsing con chistes malos y avanzadas armas.

Para ser justos, aunque por lo general estoy en contra de "películas evento" que ponen apariencia por encima del contenido, debo admitir que he disfrutado de algunas cintas que caen en este vicio... "Charlie's Angels", las secuelas de "The Matrix" y "The Core" son ejemplos recientes. Pero incluso esas películas tenían algún elemento que les daba un giro distinto, un nivel adicional que respaldaba las imágenes (bobo humor, pseudo-filosofía e irredenta estupidez, respectivamente) y que las hacía divertidas. Pero "Van Helsing" tiene una falsa solemnidad que sólo la hace más ridícula, y sus intentos de humor, suspenso y terror son tristemente pobres, por no mencionar que su duración de más de dos horas excede por mucho el respaldo narrativo de la pueril historia. Y no hay que olvidar el final... ¿podría haber sido más ridículo? Dudoso.

Para no terminar en esa nota amarga, diré que a pesar de que la considero una mala película, no me arrepiento de haber visto "Van Helsing", pues aunque las imágenes que presenta son huecas, también son ciertamente impresionantes. Los efectos especiales tal vez no sean muy convincentes, pero la cinematografía y dirección de arte muestran gran esfuerzo y gusto por el material fílmico que inspiró esta película (particularmente las impresionantes escenas iniciales, fotografiadas en blanco y negro). El director Stephen Sommers mostraba gran promesa con la humilde cinta "Deep Rising" (1998), igualmente hueca y simplona, pero rebosante de humor y vivaces personajes... parecería que su éxito como narrador de historias está en función inversa del presupuesto del que dispone. Tal vez para su siguiente película elija un proyecto de bajo costo, que pueda poner en evidencia su talento como director... pero lo dudo mucho.

"Van Helsing" es como un algodón de azúcar... de buen aspecto y más o menos agradable sabor, pero sin consistencia alguna. Quienes decidan gastar más de dos horas en esta hueca experiencia tal vez queden satisfechos por las brillantes (aunque poco convincentes) imágenes, siempre y cuando no exijan una sólida narrativa, ni personajes interesantes. Sé que es pedir demasiado, pero sólo así podrá disfrutarse de "Van Helsing" sin quedar después con la irritación de haber sido engañados nuevamente por el aparato mercadológico de Hollywood. Quienes no se atrevan, pero quieran ver reunidos a los monstruos clásicos de Universal, mejor renten la deficiente, pero divertida película "The Monster Squad", realizada en 1987 por el siempre entretenido Fred Dekker.

Calificación: 5

Pablo

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Van Helsing, El Cazador de Monstruos (Van Helsing)

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