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En estos escritos me quejo constantemente por la falta de profundidad y emoción en el cine fantástico contemporáneo. Ciertamente no ocurre eso en todos los casos, pero los requerimientos mercadológicos de este tipo de cine parecen estar en conflicto con una buena narrativa dramática conducida por personajes bien dibujados.
Afortunadamente, dentro de las pocas excepciones a este fenómeno están las películas de M. Night Shyamalan. Como otras lumbreras del género han descubierto (Joss Whedon y Sam Raimi, por mencionar algunos), Shyamalan sabe que los adornos estilísticos del cine fantástico deben estar fundamentados en una historia sólida poblada de personajes cuya humanidad y personalidad conduzca la trama, sin convertirse en meros títeres de un guionista que sólo busca excusas para pasar a la siguiente secuencia de efectos especiales.
Sin embargo, Shyamalan no está exento de fallas, y frecuentemente sus películas presentan errores lógicos e incongruencias que no admiten ni el más ligero análisis, pues caen inmediatamente en el ridículo y el absurdo. Pero el drama es tan intenso y los personajes tan detallados, que con mucho gusto ignoro esas fallas, siempre y cuando Shyamalan logre entregar una de sus acostumbradas películas perfectamente balanceadas entre suspenso sobrenatural y emoción humana.
Por eso estoy un poco indeciso sobre "La Aldea". Si "Señales", su cinta anterior, parecía absurda con sus alienígenas alérgicos al agua e incapaces de girar un picaporte, esta vez Shyamalan nos pide tragar una sorpresiva revelación que más parece el truco barato de un guionista desesperado por causar una reacción en su público. Por desgracia, tal reacción puede ser totalmente negativa.
"La Aldea" trata de una pequeña comunidad ubicada en un valle de Filadelfia rodeado de bosques. Los aldeanos son gente simple, viviendo con humildad aún para los estándares de fines del siglo diecinueve, pero parecen ser felices. Sin embargo, deben estar siempre alertas, pues en los bosques que los rodean habitan unas enigmáticas criaturas capaces de aniquilar a la comunidad. Afortunadamente ha existido siempre una tregua entre las criaturas y los aldeanos, con cada bando respetando el territorio opuesto. Pero cuando un aldeano recibe una grave herida, será necesario que alguien atraviese el bosque, en busca de medicinas para curar al herido... y eso podría destruir la frágil tregua entre la aldea y los habitantes del bosque.
Como dije, estoy indeciso sobre esta película. Por un lado, la siempre excelente dirección de Shyamalan y el fantástico elenco construyen una trama dramática con gran resonancia y realismo. Pero por el lado negativo, Shyamalan entrega uno de sus característicos "finales sorpresa" que no funciona del todo y que traiciona lo que consiguió durante la primera hora de la cinta.
Pero centrémonos primero en lo bueno. El elenco de actores es sobresaliente, y en particular destacan William Hurt como el estoico patriarca de la Aldea; Bryce Dallas Howard como una joven invidente cuyos agudos sentidos "ven" más que los demás; Joaquin Phoenix como el solemne joven que no teme a las criaturas; y Adrien Brody en una excelente interpretación de un joven mentalmente retrasado, cuyas acciones, fatales pero carentes de malicia, podrían destruir la aldea. Los únicos que quedan cortos son Sigourney Weaver y Brendan Gleeson, como dos de los líderes del pueblo, pero no porque actúen mal sino porque no tienen mucho que hacer. Es una lástima ver que el guión desperdicie a estos brillantes intérpretes en papeles incidentales e irrelevantes.
La fotografía y ambientación contribuyen enormemente a la atmósfera de angustia y suspenso de la película. Los escenarios, casi minimalistas, reflejan no sólo la frugalidad de la gente, sino su simpleza moral e intelectual. Y la música, de James Newton Howard, complementa perfectamente el solemne tono y las siniestras locaciones, aunque podría haber sido un poco más sutil en algunas escenas.
Habiendo dicho lo bueno, pasaré ahora a los casi imperdonables tropiezos de la trama. Sin querer revelar demasiado, puedo decir que en el último tercio de la cinta hay una revelación que no es del todo inesperada, pero que ciertamente cambia por completo el enfoque de la audiencia. Pero lo peor es que tal revelación prepara el terreno para una sorpresa más, que para ese momento no sólo se volvió demasiado predecible, sino que destruye casi todo lo que la cinta había construido en nuestra imaginación. Para algunos esto funcionará bien, pero para otros, entre los que me cuento, sólo deja un mal sabor, y la sensación de que una buena película se arruinó por una mala decisión del director.
Sin embargo, pensando un poco más, se me ocurrió que “La Aldea” es una poderosa metáfora de la situación mundial actual. No quiero decir más sobre esto, porque revelaría detalles de la película, pero contemplando la obra bajo esa premisa, adquirí un renovado respeto por la valiente intención del director. O tal vez son sólo figuraciones mías.
No puedo negar que M. Night Shyamalan tuvo mucho valor para hacer esta película,
cuyo pausado ritmo y sobrias actuaciones son totalmente lo opuesto a lo que
esperamos en una "película de verano". Además, le
doy puntos extra porque el romance que funciona como eje dramático
de la cinta no evoca el tipo de sentimentalismo barato que impulsa otras películas
similares. Sin embargo, debo admitir que caí en el embrujo del director,
y por eso resentí más la mundana resolución de la cinta,
cuando algo más etéreo y profundo parecía perfilarse
desde su enigmático establecimiento inicial. No obstante, creo que
puedo recomendar esta cinta por todo lo que funciona bien, aunque muchos se
sentirán defraudados por la conclusión. Y creo que quienes elijan
profundizar en la mencionada metáfora encontrarán material para
pensar un largo rato. De cualquier forma, puedo ofrecer como consolación
lo siguiente: hasta una mala película de M. Night Shyamalan resulta
mejor que la mayor parte del estruendoso cine veraniego que nos azota en esta
temporada. Triste consuelo, pero mejor que nada.
Calificación: 7
Imagen © 2004 Touchstone Pictures
Dirigida y escrita por M. Night Shyamalan
Editada por Christopher Tellefsen
Elenco:
Bryce Dallas Howard .... Ivy Walker
Joaquin Phoenix .... Lucius Hunt
Adrien Brody .... Noah Percy
William Hurt .... Edward Walker
Sigourney Weaver .... Alice Hunt
Brendan Gleeson .... August Nicholson
Cherry Jones .... Mrs. Clack
Judy Greer .... Kitty Walker
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