La Virgen de los Sicarios, por Pablo

Es muy raro encontrarse con una película que remueva profundamente las emociones del espectador respecto a la sociedad, mostrando un mundo igual a aquel en que vivimos, pero a la vez totalmente distinto y extraño. Es más raro aún que la película logre esto sin tratar de adoctrinar pesada y solemnemente. Es por eso que "La Virgen de los Sicarios" es una de las cintas más valientes y sorprendentes que he visto.

Basado en su propia novela, el escritor Fernando Vallejo ha escrito un guión que se las ingenia para contar una sencilla historia con connotaciones tan profundas sobre la vida contemporánea en Medellín, Colombia, que se antoja imposible el extremo que pretende mostrar. La cinta sigue a Fernando (Germán Jaramillo), un escritor colombiano, en su regreso a Medellín. No queda claro de donde regresa el escritor, pero es evidente que durante los treinta años de su ausencia han cambiado mucho las cosas en la ciudad de su juventud. Acompañado por Alexis (Anderson Ballesteros), un joven que está al tanto de los tejemanejes de la ciudad, Fernando visita los lugares de su infancia, asombrado no por los cambios geográficos de la ciudad, sino por la nueva actitud de la población y por el amenazador aire que empapa a todos los habitantes de eterno miedo, el cual hay que ignorar o asimilar para poder continuar funcionando en sociedad, tan frágil como se sienta ésta. Sus paseos por las calles y sus pláticas privadas revelan una brecha generacional insalvable, y los filosóficos comentarios de Fernando respecto al estado de su patria son tan humorísticos como trágicos, pues cortan con un cuchillo la politiquería hipócrita, y revelan la fundamental condición humana que ha dado pié a la lamentable situación del país.

Francamente no sé que tan veraz sea "La Virgen de los Sicarios" en su interpretación de la realidad colombiana. Tal vez vá demasiado lejos por motivos dramáticos o tal vez se queda corta, por precaución y cortesía. El caso es que, sin importar la respuesta, esta película logra expresar cosas terribles con una poesía y humor únicos, y al hacerlo así, lejos de diluir el mensaje, lo fortifica y subraya al contrastar la liviana actitud de los personajes con las feroces decisiones que se toman y las inescapables consecuencias.

Todo en "La Virgen de los Sicarios" parece sugerir una identidad documental más que de ficción dramática. Las actuaciones son algo burdas, la fotografía (en video digital) un poco plana, aunque muy bien planeada y algunas secuencias están orquestadas de forma algo artificial. Sin embargo, esos factores, que en cualquier otra película serían negativos, aquí prestan un realismo terrible, que amplifica el impacto emocional a niveles que nunca nos daría una sobre-producida película de estudio del mismo tema.

Como extensión de eso, me gustaría expresar una duda... mucho se ha escrito sobre el carácter subrepticio de la filmación, hecha a espaldas de las autoridades, pero ciertas escenas que necesariamente implican el uso de complicadas grúas para la cámara y de coreografía de extras me hacen dudar sobre la filmación "de guerrilla". Adicionalmente, los créditos muestran claros agradecimientos al gobierno de Colombia y a las autoridades de Medellín. No sé cual sea la verdad, y francamente no importa. De un modo u otro, "La Virgen de los Sicarios" es un extraordinario logro, sumamente entretenido y portador de un mensaje perturbador. Mi principal objeción contra la película es una horrible escena con un perro, pero los mencionados créditos aseguran también que "no se maltrataron animales" en la filmación. Supongo que puedo darles el beneficio de la duda. Aparte de eso, y a pesar de su raquítica distribución, la recomiendo con entusiasmo a todos los que gusten del buen cine universal, sencillo en su forma pero profundo en su fondo.

Calificación: 9

Pablo

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