Dirigida por Stewart Hendler
Escrita por Christopher Borrelli
Editada por Armen Minasian
Elenco:
Josh Holloway ... Max Truemont
Blake Woodruff ... David Sandborn
Joel Edgerton ... Vince Delayo
Sarah Wayne Callies ... Roxanne
Dulé Hill ... Detective Miles
Quizás el cine de terror que gira en torno a "niños diabólicos" no sea tan popular como el de asesinos enmascarados o casas embrujadas, pero de igual manera tiende a caer en fórmulas establecidas e inevitables clichés. Y si a eso agregamos la frecuente ausencia de un actor infantil capaz de producir miedo (en vez de risa con sus "malignos" gestos y actitudes), tenemos un sub-género que, en el mejor de los casos, resulta dudoso e impredecible.
Por eso encontré notable que la película "El Hijo del Diablo", a pesar de su bajo perfil y limitados recursos, logre saltar esos obstáculos para cumplir decentemente su propósito de entretener y generar suspenso, gracias a su ingeniosa premisa y su sólido ensamble de actores.
Al principio de la película conocemos a Max Truemont (Josh Holloway), recién salido de presidio con la firme idea de conducir su vida con rectitud y honestidad, inspirado por su guapa esposa Roxanne (Sarah Wayne Callies). Pero con sus antecedentes penales no es tan simple conseguir empleo o iniciar un negocio, y la necesidad obliga a Max a aceptar un "trabajo" ilegal que le propone un viejo amigo: secuestrar al pequeño David Sandborn (Blake Woodruff), hijo de una adinerada familia.
El golpe resulta exitoso y Max, Roxanne y sus secuaces (Joel Edgerton y Michael Rooker) llevan a su víctima a una remota cabaña, donde esperan negociar el rescate del niño. Pero el joven David no es tan inocente o indefenso como parece...
El director primerizo Stewart Hendler conduce la ingeniosa historia de manera sobria y creíble (hasta cierto punto), buscando más suspenso que terror y absteniéndose de emplear rebuscados trucos de cámara o frenética edición, lo cual es ya una considerable mejoría sobre decenas de películas recientes que abusan de tales recursos como pobre sustituto de un buen guión. Y, a pesar de sugerir eventos paranormales, "El Hijo del Diablo" tampoco presenta baratos efectos digitales que resten credibilidad a la trama. Sin embargo, esa austera actitud también previene el uso de sangrientos efectos de maquillaje, que quizás hubieran realzado el impacto de las varias muertes que presenciamos. Como he dicho, no hacen falta esos efectos para hacer una buena película, pero siento que hubieran ayudado a incrementar el impacto de "El Hijo del Diablo". Su omisión hace más blanda la película y, aunque sigue siendo interesante, me recordó la insípida manufactura de "thrillers" hechos para televisión.
Josh Holloway, más conocido como Sawyer en la popular serie televisiva "Lost", tiene suficiente talento y carisma para cargar con la película, a pesar de que su personaje de "hombre rudo con corazón de oro" resulta en ocasiones trillado y predecible. Joel Edgerton y Sarah Wayne Callies no serán brillantes actores, pero están a la altura de sus bien escritos papeles, lo cual los salva de ser genérica carne de cañón. Desafortunadamente eso no aplica a Dulé Hill como un tenaz detective investigando el secuestro; no es mal actor, pero su papel es obviamente intrascendente excepto como una víctima más de los extraños eventos desatados por el maligno niño.
Hablando del niño, el joven actor Blake Woodruff resulta un buen descubrimiento que no echa por tierra los logros del resto del elenco. Su desempeño presenta a un niño precoz y arrogante, ciertamente odioso, pero sin caer en caricaturas de villano demoníaco. Quizás no siempre sea creíble, pero tampoco hace el ridículo.
A pesar de su ridículo título en español, "El Hijo del Diablo" presenta una historia interesante por sus personajes, premisa y sutil ambigÜedad, y si bien cuenta con el obligado giro sorpresivo al final, no descansa en ello para producir suspenso a lo largo de su económica duración. No es una gran película y será fácilmente olvidada (por no mencionar que comparte bastantes elementos con "The Omen"), pero durante hora y media cumple decorosamente su misión de entretener y crear tensión en el público. Me hubiera gustado que llegara más lejos, especialmente en el aspecto gráfico, pero incluso así merece una tenue recomendación para audiencias casuales en busca de competente terror "lite" y para fans del género cansados de "porno-tortura" y fantasmas asiáticos.
Calificación: 7