Una Cita con Mi Ídolo, por Pablo

Cuando en los créditos iniciales de una película aparecen los "supervisores musicales", podemos estar seguros de que será una de esas cintas que se empeñan en subrayar las escenas y situaciones del guión con canciones cuya letra describe exactamente lo que estamos viendo. "Una Cita Con Mi Ídolo" pertenece a esas filas, y lo confirma en incontables ocasiones... por ejemplo, vemos un tren, y sin falta escucharemos "I'm on a traaaaainnnn". Luego de una decepción amorosa, no tarda en llegar "I lost her foreeeeveeeeer".

Ya saben a lo que me refiero.

Este fenómeno nunca es buen augurio para una película, pues da la impresión de que considera a su público tan inepto que tiene que indicarle qué emoción corresponde a cada escena. Sospecho que el siguiente paso será meter risas grabadas (y llantos) en la película.

Sin embargo, el director Robert Luketic y el guionista Victor Levin tienen el suficiente sentido común para reconocer la situación y burlarse de ella, de la misma forma como se burlan de los más conocidos clichés que vemos en todas las comedias románticas actuales... pero al mismo tiempo que se ríen de esos clichés, también los emplean para avanzar la predecible historia de "Una Cita Con Mi Ídolo".

Como se puede adivinar con tan sólo ver el póster de la película, la trama sigue el tradicional triángulo romántico. En este caso tenemos a Rosalee (Kate Bosworth), una guapa y afable muchacha que trabaja como cajera en un supermercado, junto con su amigo (y secreto admirador) Pete (Topher Grace), quien desde hace años está enamorado de ella, pero no ha tenido el valor de declarárselo. Por otro lado tenemos al famoso actor Tad Hamilton (Josh Duhamel), cuyas notorias parrandas lo han puesto en una posición desfavorable en la opinión pública. Para solucionar el problema, su agente y su manejador proponen hacer un concurso en el que la afortunada ganadora podrá tener una cita romántica con Hamilton. Eso, según ellos, mostrará que el mimado y egocéntrico actor es en realidad un hombre sencillo y con buena fibra moral. Obviamente Rosalee gana el concurso, y Pete sólo puede ver con celos cómo la joven se traslada a Los Ángeles, para cenar con Hamilton, quien queda prendado de la vivaz muchacha. Pero la cita termina, y ella regresa a su pequeño pueblo de Virginia del Oeste, donde Pete la recibe contento, pero aún sin revelar sus sentimientos. Sin embargo, la trama se complica cuando Hamilton viaja hasta el pueblo, pues ha reconocido en Rosalee no sólo una pareja romántica, sino una persona cuyos valores morales podrían servir de ejemplo al actor, que está conciente de su carencia casi total de emociones honestas. Entonces comienza la tensión en el triángulo... Pete y Tad quieren a Rosalee, y ella deberá elegir entre la fama y fortuna del actor, y la sencillez y honesto amor de Pete... ¿con quién se quedará?

Usualmente esta es la parte de la crítica donde me burlo del argumento... no soy aficionado a las comedias románticas, pero estoy dispuesto a verlas con mente abierta, en el rarísimo caso de que ofrezcan algo nuevo o notable, cosa que casi nunca ocurre.

CASI nunca.

Para mi gran sorpresa, "Una Cita Con Mi Ídolo" es uno de esos raros casos. De ninguna manera es una gran película, pero tampoco pretende serlo. Simplemente reconoce los clichés del género, y se da a la tarea de examinarlos con ojo satírico, al mismo tiempo que los emplea como cualquier otra cinta similar... pero con un guiño que nos hace partícipes del chiste, y que revela una inusual inteligencia en el guión.

Un momento... ¿inteligencia en una comedia romántica? Bueno, hasta cierto punto. El final es tan predecible como esperamos, y el arco narrativo de la historia sigue rigurosamente los puntos claves de esta venerable estructura. Pero el elenco de hábiles actores, junto con el travieso guión y la funcional dirección de Luketic (cuya obra previa "Legally Blonde" también supo jugar con las expectativas del público) logran elevar el nivel de la cinta, logrando cierta novedad, si no en la trama, al menos en el tono, y en la forma como se lleva la historia hasta su esperada conclusión.

En el mencionado elenco destaca naturalmente el trío principal; Kate Bosworth parece una actriz joven genérica, pero su trabajo en "Blue Crush" y "Wonderland" revelan talento real, cuyo pleno potencial tal vez veamos en el futuro. Topher Grace ha entrenado su sentido de comedia en televisión, y auque no soy aficionado a "That 70's Show", reconozco en este joven actor los finos instintos que muchos otros "comediantes" (¿alguien dijo "Adam Sandler"?) sólo aspiran a tener. Josh Duhamel ha trabajado principalmente en telenovelas, pero aquí muestra buena presencia y logra añadir humanidad a su personaje de actor artificial y ególatra. Y no hay que olvidar a Sean Hayes y Nathan Lane como el manejador y agente (respectivamente... creo) de Hamilton. El dúo sobreactúa ferozmente, pero resultan muy graciosos y roban todas las escenas donde participan.

Que quede claro... estrictamente hablando, "Una Cita Con Mi Ídolo" no es una gran película... pero en el mediocre terreno de las comedias románticas destaca por su inusual sagacidad (ya no diré "inteligencia"), su irónico humor, y su bien balanceado elenco. Quienes gusten del género probablemente la disfrutarán bastante. Quienes lo odien, tal vez encuentren algo rescatable. Yo me encuentro entre ambos campos y reí bastante, aún contra mi sentido común.

Calificación: 8

Pablo

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Una Cita Con Mi Ídolo (Wn a Date With Tad Hamilton)

Una Cita Con Mi Ídolo
(Wn a Date With Tad Hamilton)