Dirigida
y escrita por Woody Allen
Editada pro Alisa Lepselter
Elenco:
Radha Mitchell .... Melinda
Will Ferrell .... Hobie
Chloe Sevigny .... Laurel
Jonny Lee Miller .... Lee
Amanda Peet .... Susan
Wallace Shawn .... Sy
Josh Brolin .... Greg
Larry Pine .... Max
La vida tiene el tono del cristal con que se mira. Dos parejas discuten acerca de si la esencia de la vida es cómica o trágica, de aquí se desprenden 2 versiones de la misma historia, contadas de acuerdo a su visión de la vida por cada uno de los amigos, donde la premisa es una mujer, Melinda (Radha Mitchell), que irrumpe en una cena de amigos. Una historia es trágica y la otra cómica. De aquí surge una interesantísima trama donde Woody Allen juega con los personajes y las situaciones, entrelazando ambas historias con un montaje fluido y dinámico, va y viene entre las versiones sin perder el hilo conductor de cada una de ellas y reparte libremente a los personajes protagónicos y antagónicos sin perder la frescura y coherencia en la narración.
La mención especial va para Will Ferrell, en el papel de Hobie, quien retrata a Woody Allen de manera sorprendente, es como ver a Allen en otro cuerpo y esto da un toque distintivo en la comicidad de la historia. El director rescata por fin la narrativa y el discurso que lo llevó a donde está en el mundo del cine, su sello inconfundible está plasmado de manera inteligente, recrea “su mundo” donde el sarcasmo es una forma de vida y su elocuencia, necesaria.
El cine de autor se presenta como la salvación del género, es la visión única sobre cosas comunes y no la visión extraordinaria sobre situaciones aun más. El cine de autor es una ventana a la personalidad del creador, es una posibilidad de apreciar una manifestación más humana y menos pretenciosa de una obra, y aunque siempre hay un interés comercial, estas ideas se dictan en menor escala por los intereses ajenos a los del creador, es aquí donde se le puede empezar a considerar como obra de arte (sea lo que sea el arte). Inteligente y astuto, el guión da en el blanco y refleja la superficialidad, la profundidad, la angustia, el placer, las contradicciones y los intereses de los personajes que reflejan en gran medida la condición humana en sus diferentes estados emocionales; La gente y sus máscaras; La trampa y sus consecuencias; La justicia y la maldad; El hombre y la mujer donde a veces no se sabe quien es cual.
Si no es una gran
película, sí es una de las que más he disfrutado ver
en los últimos meses. Los que son enemigos de las películas
de Woody Allen les digo que pueden estar confiados en que verán una
cinta donde se siente su presencia en el mejor de los sentidos sin padecer
esas nauseas que a veces les genera. Se las recomiendo ampliamente.
José
Martín Sulaimán