Dog Soldiers, por Pablo

Como algunos lectores sabrán, soy gran aficionado al cine de terror, y dentro de los monstruos clásicos del género, tal vez mi favorito es el Hombre Lobo. No sé por qué, pero el famoso licántropo me parece una figura mucho más aterradora e interesante que el arrogante vampiro o la trágica criatura de Frankenstein. Sin embargo, tal vez por las inherentes dificultades técnicas de convertir a un humano en bestia, éste es uno de los monstruos menos socorridos por el horror contemporáneo. Desde luego nadie puede olvidar los clásicos como "An American Werewolf in London" y "The Howling", pero en los últimos años no hemos tenido dignas muestras del género, con la honorable excepción de "Ginger Snaps". Por favor, no me recuerden la aberración de "An American Werewolf in Paris". Gracias.

Es por todo eso que me regocija ver una película como "Dog Soldiers", que no sólo revisita a mi monstruo favorito, sino que lo hace con enormes dosis de estilo, sangre y humor, para convertirse en una excelente muestra de cine independiente y de bajo presupuesto que emplea al máximo los recursos disponibles para compensar su falta de originalidad.

La cinta sigue a un grupo de soldados británicos que, durante un ejercicio rutinario en los fríos bosques escoceses, se topan con una jauría (¿manada?) de criaturas que en rápidamente mutilan y asesinan, para luego tal vez devorar, a varios miembros del grupo. Aterrados, pero respondiendo a su entrenamiento militar, los soldados se atrincheran en una cabaña, a la que los guió una joven mujer que encuentran en el bosque. Así, durante toda una noche, los humanos deberán defenderse de las extrañas bestias semi-humanas que los acechan desde las sombras.

Obviamente ya hemos visto este argumento en repetidas ocasiones, pero pocas veces adornado con personajes tan pintorescos y entretenidos como los que habitan "Dog Soldiers". El trabajo del director y guionista es excelente; los chispeantes diálogos dan vida a los soldados y contribuyen a crear una atmósfera de auténtica camaradería, por lo que realmente se siente el impacto de las muertes y de las tensas situaciones que sufren los sobrevivientes.

Me imagino que algunas personas podrán alegar que los monstruos de "Dog Soldiers" no son muy realistas. Creo que es un error pensar así, pues esta es una de las pocas películas que no cae en la trampa de emplear efectos digitales. Los licántropos son creaciones de artesanos del látex, y su calidad es más que suficiente para cumplir los requerimientos de la historia. Además, concientes de su bajo presupuesto, el director y su cinematógrafo han creado escenas que aprovechan al máximo a las criaturas, ocultando sus defectos y explotando su impresionante presencia física para lograr el mejor efecto posible en los claustrofóbicos escenarios.

Aunque hay abundante humor en "Dog Soldiers", no se trata de una comedia, sino de una diestra cinta de terror en la que las personalidades de los personajes guían la trama, a la vez que son suficientemente ligeras como para bromear frente al peludo rostro de la adversidad. "Dog Soldiers" es una de las más satisfactorias y energéticas películas del género fantástico que he visto recientemente, y aunque no sea muy original, ha sabido copiar muy bien algunos conceptos de "Aliens", "Predator" y "The Howling", de tal forma que se siente fresca e innovadora, aunque definitivamente no lo sea.

Lo he dicho en muchas ocasiones, y no me molesta repetirlo: es evidente que el futuro del terror está en el cine independiente; y los que quieran que sobreviva harán bien en apoyar estas minúsculas producciones, hechas con gran pasión por el género, y no por buscar beneficio económico. El director Neil Sheridan se une así a otros talentosos novatos (como Lucky McGee y Eli Roth), en quienes recae la digna supervivencia de este estimado, pero muy maltrecho género. Mis mejores deseos.

Calificación: 9

Pablo

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Dog Soldiers (Dog Soldiers)

Dog Soldiers
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