eXistenZ, por Pablo

Me gustan mucho las películas de David Cronemberg, porque aparte de que son siempre interesantes e impecablemente hechas, siempre proponen ideas innovadoras. Desafortunadamente, como Cronemberg elige utilizar como herramienta narrativa lo grotesco, la mayor parte de las veces el mensaje pasa desapercibido. La mejor película romántica que he visto es sin duda la versión de Cronemberg de "La Mosca"; la película que más brillantemente comenta sobre la televisión, su influencia y consecuencias es "Videodrome"; la película que mejor examina la sexualidad contemporánea y nuestra obsesión con la tecnología es "Crash". Sin embargo, como dije, poca gente examina el contenido real de dichas cintas. La mayor parte se queda en las imágenes grotescas y la moralidad alternativa, y rápidamente las califican como "películas de horror". Siguiendo este mismo argumento, "eXistenZ" es una película de ciencia ficción que aunque es un poco más ligera de lo que acostumbra el director, sigue siendo una fuente de ideas rodeada de metáforas a la vez grotescas y hermosas.
En la historia, Allegra Geller, la mejor diseñadora de videojuegos del mundo, adorada por millones, va a probar su última obra, el videojuego "eXistenZ", con un grupo de 12 personas escogidas al azar. Cuando un espectador intenta asesinarla con una exótica arma, un representante de la empresa para la que Geller trabaja, decide hacer las veces de inepto guardaespaldas. De aquí en adelante, nuestra percepción de lo que es el juego y la realidad cambiarán muchas veces. Y más allá del barato giro "¿Fué real o fué un juego?", Cronemberg usa esa duplicidad no para sorprendernos con revelaciones inesperadas, sino para educarnos sobre la naturaleza de la realidad, la fantasía, el valor de una sobre otra y las consecuencias de nuestra búsqueda por tener experiencias cada vez más "reales" a través de la tecnología.
La idea constante que parece fascinar a Cronemberg es la de la unión (consensual o no) de lo orgánico con lo inorgánico. En "eXistenZ", aún cuando el tema tecnológico podría requerirlo, no hay ni un monitor, ni un teclado; la tecnología sobre la que se basa el videojuego es extrañamente orgánica. La interfase con la "consola" (una especie de masa de carne, rosa y pulsante) es totalmente sensorial, por medio de un "puerto", un agujero en la base de la espina en el que se inserta una pequeña terminal, también orgánica, conectada a un cordón umbilical. La metáfora sexual es bastante evidente, como lo es la reacción de los jugadores ante la penetración de la terminal. Esto refuerza aún más la percepción de que la realidad artificial es más deseable, y puede llegar a reemplazar nuestra supuesta realidad "real".
Desde hace años he sostenido que Jennifer Jason Leigh es una de las mejores actrices trabajando actualmente. Esta película me lo confirma. El personaje cobra vida y sus reacciones y actitudes son perfectas. En un papel tal vez más difícil está Jude Law, como el héroe hasta cierto punto inepto, que hace lo necesario no por su iniciativa, sino por influencia de eventos externos. Esto puede sonar como un cansado papel cómico, pero es todo lo contrario: Law representa (hasta cierto punto) al público, y las revelaciones que se dan sorprenden a ambos por igual.
La cinematografía es excelente; no por hacer derroche de vistas hermosas o floritura de cámara, sino por ser tan sutil, tan fría, que imprime un tono general que acentúa la atmósfera de intranquilidad que produce la película.
Una vez más David Cronemberg nos permite asomarnos a su mente, y como siempre el resultado es muy gratificante. Más allá de lo grotesco, más allá de la sangre e imágenes violentas, hay ideas fascinantes que esperan ser visitadas, comprendidas, y si así se decide, asimiladas. Esta es una película muy subestimada, tal vez por la desafortunada proximidad de su debut con otras cintas de tema similar como "Matrix" y "El 13o. Piso", pero creo que en varios aspectos es muy superior. Digamos que "eXistenZ" es a "Matrix" como "2001" es a "Independence Day". Ambas se pueden disfrutar, pero en muy diferente nivel.
Muy recomendada, especialmente para adictos de los videojuegos (como yo).

Calificación: 10

Pablo

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