El actor Bill Paxton, lanzado a la fama por su memorable papel como el histérico
soldado Hudson en "Aliens" ("¡Game over! ¡Game
over, man! ¡Game over!") dirige su segunda película con
mucho éxito, aprovechando un diestro guión y las mejores actuaciones
infantiles que he visto desde "A.I.".
"Las Manos del Diablo" (irónico título por razones
que se dan más adelante) trata, en un nivel, de la investigación
contemporánea que se realiza en el sur de los Estados Unidos para encontrar
al asesino serial apodado "La Mano de Dios" (Mmmh... así
que "Dios" es "El Diablo" para el traductor del título...
interesante). En otro nivel trata de la horrible historia familiar que posiblemente
sirvió de origen a tal asesino. Su estructura es la del venerable "flashback",
donde un personaje recuenta sus memorias al agente del F.B.I. encargado del
caso. Y el relato que cuenta es realmente atemorizante por sus connotaciones
y a la vez triste por la influencia que un padre de familia pudo ejercer sobre
sus hijos.
Si esto suena confuso es porque no deseo revelar nada sobre la película
que pudiera arruinar los deliciosos giros con los que nos sorprende a cada
paso. Sirva ese tenue esbozo de la historia para advertir que, efectivamente,
estamos en el terreno de los thrillers, en el que "Las Manos del Diablo"
sobresale por mucho sobre el típico producto Hollywoodense que pretende
asustarnos con sus cansadas fórmulas.
El excelente guión de Brent Hanley se las arregla para hacer uso de
personajes, estructuras y narrativas tradicionales en forma novedosa, que
a pesar de parecer previsible en un prinicpio, guarda grandes sorpresas al
final. Es cierto que exige al espectador el tragar demasiado al momento de
la resolución, pero al menos para enconces ha logrado un ambiente rico
en emociones e inquietudes, que fundamenta y respalda perfectamente al sospechoso
final.
También de aplaudir es el irredento tono subversivo de la trama, que
sólo en una producción independiente se podría conseguir.
Y sólo en una producción alejada de la manipulación de
los grandes estudios sería posible un tono tan sombrío y solemne,
que lejos de ser un mero gimmick, da personalidad a la historia, y convierte
a "Las Manos del Diablo" en un nuevo clásico del cine de
suspenso que merece mucha más atención de la que seguramente
obtendrá debido a su humilde origen.
Bill Paxton ha realizado un buen trabajo detrás de las cámaras,
y es notable que también lo logre al frente; como jefe de familia logra
el balance perfecto entre padre cariñoso y volátil amenaza sin
hacer uso de innecesarios aspavientos o "trucos" de actuación.
Sencillamente se apodera del papel, se sumerge en la psicología del
personaje y le da muy real vida. Los niños actores Matthew O'Leary
y Jeremy Sumpter logran también tremendas actuaciones, sin caer en
afectaciones y sin parecer adultos pequeños. Ojalá George Lucas
hubiera tenido tanto talento para seleccionar su elenco infantil en "La
Amenaza Fantasma".
Con todo y su ambiguo final (que algunos pueden considerar una tración
al realista tono de la película), "Las Manos del Diablo"
es una de esas gratas sorpresas que ocasionalmente surgen cuando más
bajas son las expectativas. Es un mejor thriller que muchos otros de más
cara manufactura y menor imaginación. Gran esfuerzo de Paxton y de
su equipo técnico y creativo. Ojalá sea buen augurio para el
futuro porque se lo merece.
Calificación: 10
Imagen © 2001 Cinerenta
Dirigida por Bill Paxton
Escrita por Brent Hanley
Editada por Arnold Glassman
Elenco:
Bill Paxton .... Papá Meiks
Matthew McConaughey .... Fenton Meiks
Powers Boothe .... Agente Doyle
Matthew O'Leary .... Fenton Meiks (niño)
Jeremy Sumpter .... Adam Meiks (niño)
Missy Crider .... Becky
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