Archivo de Críticas:

Lista por título en español en orden alfabético:
(Números, y de la A a la I)
(De la J a la Q)

(De la R a la Z)

Lista por título en su idioma original, en orden alfabético:
(Números, y de la A a la I)
(De la J a la Q)
(De la R a la Z)

El Imperio
(
Inland Empire)
Studio Canal, 2006
Estados Unidos/Francia/Polonia
180 minutos

Dirigida, escrita y editada por David Lynch

Elenco:
Laura Dern ... Nikki Grace/Susan Blue
Jeremy Irons ... Kingsley Stewart
Justin Theroux ... Devon Berk/Billy Side
Harry Dean Stanton ... Freddie Howard
Peter J. Lucas ... Piotrek Król

Imagen © 2006 Studio Canal

El director David Lynch se rehúsa a dar explicaciones claras sobre sus oblicuas películas, prefiriendo dejar a cada espectador la tarea de dilucidar su significado (en caso de que realmente lo tengan). Y creo que esa es la postura correcta; como ocurre con cualquier auténtica obra de arte, el valor de las películas de Lynch va más allá de su forma e intención intrínseca, y se complementa con el efecto que tienen en cada espectador, y con la interpretación que cada quien hace de ellas.

Por lo tanto, aunque me gustan mucho sus películas, me abstengo de buscarles "explicación". Simplemente disfruto el indescriptible talento que este director tiene para generar emociones y evocar sentimientos sin la ayuda de una narrativa sólida y coherente, empleando de inusuales maneras los métodos del cine y sus herramientas técnicas para entregarnos algo a la vez único y familiar, que quizás no entendemos inmediatamente, pero que nunca olvidaremos.

"El Imperio" es el siguiente paso en la evolución artística de Lynch y, paradójicamente, regresa de lleno al tono surrealista y ambiguo de "Eraserhead", su primer largometraje. Es notable que, en los años siguientes a su impresionante debut en 1977, Lynch trabajó con material más convencional (si es que "The Elephant Man", "Dune" y "Blue Velvet" pueden considerarse "convencionales"), pero incrementando paulatinamente la influencia onírica y no lineal que vimos en su ópera prima. Y ahora, treinta años después, parecería que con cintas cada vez más abstractas y surrealistas como "Lost Highway" y "Mulholland Dr.", Lynch estuvo educándonos para poder asimilar más fácilmente el regreso a su estilo e intención inicial. Y creo que lo consigue plenamente con "El Imperio".

Resulta absurdo tratar de hacer una sinopsis de esta película; sin embargo, creo que se puede afirmar que "El Imperio" gira en torno a las experiencias reales e imaginarias de Nikki Grace (Laura Dern), una actriz que recibe el codiciado papel principal en la nueva película del director Kingsley Stewart (Jeremy Irons), acerca de una adúltera pareja cuyo romance tiene funestas consecuencias. La pareja de Nikki en la película será Devon Berk (Justin Theroux), un joven y apuesto actor con una larga historia de romances ilícitos. Y, pese a las advertencias de todos quienes los rodean, Nikki y Devon inician un romance prohibido. O tal vez son sus respectivos personajes quienes lo inician. De cualquier modo, la película en la que participan los protagonistas parece ocultar un siniestro secreto (alguien más trató de filmarla previamente, resultando en tragedia), y tal vez por eso Nikki empieza a desasociarse de la realidad, experimentando inusuales eventos que podrían ocurrir sólo en un sueño... o en su esquizofrénica mente.

Es mejor no andarse con rodeos: "El Imperio" dura tres horas, durante las cuales Lynch nos bombardea con su característico surrealismo, jugando con nuestra percepción del tiempo y la realidad para crear una experiencia fílmica fascinante y única que dejará insatisfechos (o irritados, o dormidos) a quienes esperen una tradicional narrativa de clara causa y efecto. En otras palabras, Lynch no está interesado en llevarnos de la mano a lo largo de una historia, sino en compartir con nosotros las emociones que los personajes experimentan. O experimentaron, o experimentarán. O quizás los personajes no son reales, ni dentro de la película ni en su realidad subjetiva, sino que forman parte de otra narrativa que una atormentada mujer ve en su televisión, junto con un extraño sitcom habitado por conejos humanoides. Y ahí es donde Lynch muestra su más grande talento: creando viñetas o escenas que no requieren explicación ni estructura para evocar poderosas emociones, desde el terror hasta la melancolía.

Un elemento que "El Imperio" no comparte con el resto de la filmografía de Lynch es la pulida cinematografía. Desde "Eraserhead", Lynch ha plasmado siempre sus ambiguas imágenes con impecable claridad, composición e iluminación. Por el contrario, "El Imperio" está realizada en video (ni siquiera HD... parece video casero), y si bien la calidad puede parecer baja y amateur, sospecho que es parte del experimento de Lynch, quien aprovecha la flexibilidad de ese medio para enriquecer sus escenas con adicional lenguaje cinematográfico, acentuando el misterio y en ocasiones aprovechando las "fallas" de esa burda tecnología.

Una cosa que definitivamente vemos de nuevo en "El Imperio" es el regreso de muchos actores con los que Lynch ha trabajado en el pasado. Laura Dern realiza un trabajo realmente impresionante en el papel principal; en general me gusta su trabajo en otras películas, pero honestamente no la creía capaz de conseguir ese nivel de intensidad y credibilidad, especialmente en escenas arbitrarias e inesperadas, que no necesariamente reflejan la evolución lógica de un personaje, sino impredecibles momentos de delirio o sufrimiento. Jeremy Irons y Justin Theroux tienen papeles más "normales", pero igualmente expresan más de lo que sugieren sus diálogos. Y, claro, es un placer ver de regreso a viejos conocidos, como Harry Dean Stanton en el papel de un taimado asistente de dirección, y a Grace Zabriskie como una mujer polaca que, desde el principio mismo de la película nos advierte (y, de paso, a la protagonista) lo que ocurrirá en su desarrollo: "A veces no sé si es hoy, o ayer o mañana".

Sobra decir, entonces, que "El Imperio" no es para todos los gustos. Bastante gente se salió del cine en el que la vi, lo cual no digo como crítica o reproche... sencillamente la película no busca satisfacer las necesidades del mero entretenimiento, y entiendo si por eso algunos la consideran como el merecido fracaso de un director cuya pretensión se ha salido por completo de control. Pero como audaz experimento fílmico y como genuina muestra de arte cinematográfico es una inesperada joya que reta al espectador y destruye sus expectativas con imágenes de bizarra belleza que simultáneamente pueden transmitir gozo o terror. Sospecho que será más apreciada por los fanáticos de Lynch, pero con un poco de paciencia y la mente abierta a expresiones artísticas "alternativas" (palabra que con demasiada frecuencia se usa como excusa de mediocridad e ineptitud, pero que en este caso se aplica en toda su extensión), podría ser un refrescante descubrimiento para quien busque temporal refugio de las explosiones, superhéroes y robots gigantes del cine comercial.

Calificación: 9

Pablo del Moral

Google
 
Web www.cinencanto.com