Dirigida por J.J. Abrams
Escrita por Alex Kurtzman, Roberto Orci y J.J. Abrams, basados en la serie creada por Bruce Geller
Editada por Maryann Brandon y Mary Jo Markey
Elenco:
Tom Cruise .... Ethan Hunt
Michelle Monaghan .... Julia
Ving Rhames .... Luther Strickell
Philip Seymour Hoffman .... Owen Davian
Laurence Fishburne .... John Brassel
Billy Crudup .... John Musgrave
Simon Pegg .... Benji Dunn
Jonathan Rhys Meyers .... Declan
Maggie Q .... Zhen
Keri Russell .... Lindsey Ferris
Es indudable que J.J. (Jeffrey Jacob) Abrams ha realizado una estupenda labor en televisión, creando y guiando las series "Alias" y "Lost" (al menos antes de que decayeran notoriamente por la ausencia de su creador). Examinando las virtudes de tales series, se puede llegar a la conclusión de que la fuerza de Abrams como guionista está en el desarrollo, lento pero seguro, de personajes vívidos e interesantes, que a lo largo del tiempo van revelando de manera orgánica distintas facetas de su personalidad, hasta que logran compenetrarse con el espectador.
Claro, eso es posible cuando el artista tiene meses y hasta años para desarrollar a los personajes y establecer su mundo imaginario. ¿Qué ocurre entonces cuando tiene que limitarse a dos horas para contar una historia?
Creo que "Misión Imposible III" es una brillante respuesta a un problema sin solución.
Aparentemente Abrams decidió no engañarnos (ni engañarse) pensando que podría generar una compleja trama y profundas relaciones en una cinta de acción tan efímera y trivial. Por ello decidió que sus personajes serían meros clichés burdamente dibujados y apenas funcionales: la guapa chica en peligro, el genio tecnológico, el malvado villano... y el héroe tenaz. Entonces, habiendo establecido eficazmente a sus títeres, Abrams se da a la tarea de aprovechar las dos horas para ponerlos en situaciones desesperadas, enfrentarlos a retos enormes y ejecutar acciones genuinamente ridículas... y emocionantes. En otras palabras, sabiendo que no puede generar auténtico drama, el director y co-guionista prefiere darnos emoción apasionante con constantes secuencias rebosantes de adrenalina pero, a fin de cuentas, huecas e intrascendentes.
Esa economía narrativa se puede notar en la sinopsis: Ethan Hunt (Tom Cruise) se dedica ahora a entrenar agentes para la secretísima organización IMF, y por ello su vida es más apacible, lo que le ha permitido entablar un romance con Julia (Michelle Monaghan), una afable enfermera que ignora la vida secreta de su prometido. Pero cuando Lindsey Ferris (Keri Russell), una agente entrenada por Hunt, es secuestrada por el traficante Owen Davian (Philip Seymour Hoffman), el renuente héroe debe regresar a la acción para rescatarla. Sin embargo, durante la operación, Hunt y su equipo se enteran de que posiblemente haya una siniestra relación entre Davian y el mismísimo director del IMF. Entonces, a espaldas de sus jefes, deciden capturar por cuenta propia al peligroso traficante...
Dentro de las fórmulas tradicionales del cine de acción, "Misión Imposible III" logra encontrar cierta novedad subvirtiendo las expectativas de su audiencia. Por ejemplo, el principio de la cinta nos deposita directamente y sin explicación en una tensa escena que se resuelve de modo sorpresivo; inmediatamente después la narrativa salta al pasado para mostrarnos los eventos que llevaron a ese enfrentamiento clave. Entonces, podría parecer que desde el mismo principio Abrams le ha robado todo el suspenso a la película; casi sabemos cómo terminará. Pero, de algún modo, ocurre lo opuesto y ese conocimiento previo nos obliga a cuestionar todo lo que presenciamos. Es un truco simple, pero efectivo, que le da un nivel adicional a la sencilla narrativa.
Aunque nadie podría decir que "Misión Imposible III" es una película realista, al menos trata de mantener un balance decente entre la irrealidad de sus secuencias de acción y la falibilidad de sus personajes. Cierto, es difícil dudar que el héroe saldrá triunfante, pero el libreto le permite cometer errores, fracasar ocasionalmente y tomar malas decisiones, lo cual acentúa su humanidad... a pesar de estar interpretado por Tom Cruise.
La categoría de "estrella" es un prejuicio para cualquier auténtico actor, ya que eventualmente se vuelve imposible para la audiencia ver más allá de la fama. Tom Cruise cayó en esa situación desde hace años (creo que el último papel donde lo sentí como actor real fue en "Entrevista con el Vampiro", hace doce años), y ahora todas sus interpretaciones se ven viciadas por esa percepción. Ese es uno de los más obvios puntos débiles de "Misión Imposible III", pero entiendo que haya sido inevitable.
Por otro lado, el gran acierto del elenco es Philip Seymour Hoffman como el villano Owen Davian. Afortunadamente Hoffman no interpreta a Davian como un caricaturesco villano de James Bond, listo para conquistar al mundo, sino como un criminal de alto nivel pero baja moral, cuya arrogancia está bien respaldada por su crueldad y su eficiencia. Este villano no comete estúpidos errores ni se regodea en sus excesos... simplemente hace lo necesario para continuar sus negocios.
El resto de los actores cumplen su función decorosamente, pero sin destacar. Ving Rhames es el experto en sistemas que ocasionalmente funciona como la conciencia del héroe y Michelle Monaghan tiene un par de buenas escenas como la novia de Hunt, aunque en general se desperdicia el talento que mostró en "Kiss Kiss, Bang Bang".
Finalmente, tengo que mencionar los efectos especiales. Nunca deben ser un fin por sí mismos; tampoco rescatan una mala película, por buenos que sean; pero en el caso de "Misión Imposible III" son narrativamente eficientes y visualmente impresionantes. A pesar de la dura competencia neozelandesa, Industrial Light and Magic sigue mostrando su maestría para obtener realismo de la manera más sutil y creíble posible (lo mismo que logró en "War of the Worlds"). Sólo el exceso kinético de las más intensas escenas de acción revela su origen sintético... por lo demás, soy incapaz de distinguir la realidad de la ilusión digital.
Entonces, creo que "Misión Imposible III" es la mejor cinta de esta serie y una competente película de acción. No obstante, es difícil ignorar sus fallas narrativas y la rigidez de su protagonista, aunque admiro el modo como el director resolvió parcialmente esos problemas. Indudablemente la puedo recomendar tan sólo por el enorme entretenimiento que provee, pero también tengo que advertir que no resiste mucho análisis sin revelar su auténtica naturaleza: una frívola película de acción que representa un rato de diversión emocionante, pero que se olvida en cuanto salimos del cine. No es la situación ideal, pero es una misión que puedo aceptar con gusto.
Calificación: 8.5