Archivo de
Películas del Mes:

Nemesis

Bad Taste

The Andromeda Strain

They Live

Rolling Thunder

The Crazies

Dark City

The Deadly Spawn

Galaxy of Terror

The Hidden

Creepshow

Gojira

Phantasm

From Beyond

The Asphyx

Deadlier than the Male

Prince of Darkness

Double Indemnity

Miracle Mile

Spider Baby

Deep Rising

Phenomena

The Wicker Man

Street Trash

Eraserhead

Mystery Science
Theater 3000: The Movie

Tank Girl

Dead and Buried

Phantom of the Paradise

Cannibal Women in the Avocado Jungle of Death

The Quick and the Dead

Videodrome

subUrbia

Hellraiser

Clueless

The Abominable Snowman

Undercover Brother

The Devil Rides Out

The Crimson Pirate

Logan's Run

The Commitments

Quatermass
and the Pit

Bound

Day of the Dead

The General

Perfect Blue

Bringing Up Baby

Freaks

Monty Python
and the Holy Grail

Killer Klowns
From Outer Space

The Big Picture

Night of the Creeps

Kalifornia

Labyrinth

Fast Times at
Ridgemont High

The Return of
the Living Dead

The Roaring Twenties

Re-Animator

All I Wanna Do

Evil Dead 2

M

Ghost in the Shell

Beyond the Valley
of the Dolls

The Frighteners

JFK

The Adventures of Buckaroo Banzai Across the 8th Dimension

Chasing Amy

Dawn of the Dead

The Big Sleep

The Thing

A Night at the Opera

Starship Troopers

Ferris Buller's Day Off

Tron

Mallrats

Evil Dead

Clerks

Tetsuo

The Breakfast Club

The Day The Earth
Stood Still

Heathers

The Parent Trap

The Haunting (1963)

Can't Hardly Wait

Dark City
(Dark City)
New Line Cinema, 1998
100 minutos

Dirigida por Alex Proyas
Escrita por Alex Proyas, Lem Dobbs y David S. Goyer
Editada por Dov Hoenig

Elenco:
Rufus Sewell ... John Murdoch
William Hurt ... Inspector Frank Bumstead
Kiefer Sutherland ... Dr. Daniel P. Schreber
Jennifer Connelly ... Emma Murdoch/Anna
Richard O'Brien ... Mr. Hand
Ian Richardson ... Mr. Book

Imágenes © 1998 New Line Cinema

El director Alex Proyas fue uno de los incipientes pioneros que en los ochentas contribuyó a la creación del odiado/aclamado "estilo MTV", cuya experimentación con nuevas técnicas, corrientes artísticas y modos de filmación terminaron influyendo casi todas las artes visuales a lo largo de dos décadas (y contando).

Muchos directores de videoclips hicieron eventualmente su transición al cine (y lo siguen haciendo), pero la gran mayoría fracasó al aplicar su avanzado estilo visual en guiones huecos o irrelevantes. Sin embargo, unos pocos encontraron material apropiado para lucir su talento y mostrar que no sólo sabían crear atractivas imágenes, sino que podían conducir una narrativa interesante y hasta inteligente.

Sobra decir que con "The Crow", de 1994, Alex Proyas demostró ser parte de la elite, y aunque esa película recibió mayor atención por la muerte accidental de su protagonista, Brandon Lee, eventualmente fue aclamada como una brillante adaptación que no sólo respetaba la trágica historia escrita por James O'Barr, sino que emulaba perfectamente bien la lúgubre atmósfera retro-futurista de la novela gráfica.

Gracias al éxito de "The Crow", Proyas recibió numerosas ofertas para repetir el fenómeno, pero el director no tenía prisa alguna de fungir como capataz mercenario en alguna barata imitación, y mejor prefirió iniciar la producción de una cinta más interesante y personal. Cuatro años después, estrenó la extraordinaria "Dark City".

Combinando acertadamente elementos del cine "noir" y conceptos bien conocidos por la ciencia ficción literaria, Proyas y su equipo de escritores (Lem Dobbs y David Goyer) crearon una historia que comienza como muchos misterios detectivescos de la década de los treintas, pero que eventualmente se transforma en un complejo cuestionamiento del origen de la conciencia: ¿son nuestros recuerdos lo que da forma a nuestra personalidad? ¿O existe un factor intrínseco que determina nuestra identidad?

Al principio de la película encontramos al protagonista despertando súbitamente en una bañera llena de agua, en un anónimo cuarto de hotel. Desnudo, se incorpora tambaleante y descubre el cadáver de una mujer y la posible arma homicida. Pero el hombre no tiene memoria alguna de lo ocurrido, ni de su propia identidad. Entonces, recibe una llamada de un misterioso hombre, que se identifica como el Dr. Schreber (Keifer Sutherland), quien le indica que debe huir, pues "los extraños" están por llegar.

Y así empieza la demencial aventura de John Murdoch (Rufus Sewell), cuyo recorrido por la tenebrosa ciudad lo lleva a descubrir una extraña conspiración implementada por siniestros seres con el poder de alterar la realidad. Aparentemente los "extraños" están realizando un experimento sobre los habitantes de la ciudad, alterando sus memorias y examinando los resultados de sus interacciones.

Pero, experimento o no, parece haber un asesino suelto en la ciudad, y el Inspector Bumstead (John Hurt) encabeza la investigación en el caso... y Murdoch se perfila como el principal sospechoso. Así el policía interroga a Emma (Jennifer Connelly), esposa de Murdoch, y el rastro lo lleva a descubrir el cadáver de otra prostituta.

Mientras tanto, Murdoch se pone en contacto con el Dr. Schreber, quien le revela más detalles sobre la conspiración... y sobre el poder que Murdoch mismo está desarrollando, con el que podría vencer a los extraños y liberar a los habitantes de la oscura ciudad.

Lo primero que llama la atención en "Dark City" es el fantástico diseño de producción de George Liddle y Patrick Tatopoulos, y la cinematografía ultra-noir de Dariusz Wolski, que se combinan para crear una atmósfera a la vez extraña y familiar, donde los clichés del cine de detectives toman un perturbador ángulo difícil de explicar, hasta que conocemos el secreto de la ciudad.

El mesurado uso de efectos especiales complementa esa atmósfera, y las asombrosas imágenes que ofrecen nunca son gratuitas o innecesarias... siempre respaldan las ideas del guión y cristalizan vívidamente los bizarros conceptos que integran la trama.

Pero, si bien es el aspecto visual lo primero que atrae al espectador, son las ideas lo que convierte esta película en una memorable experiencia. Quizás la búsqueda y definición de la identidad no sea un tema muy nuevo en literatura fantástica, pero pocas películas lo han abordado con igual seriedad y consistencia. Y aunque "Dark City" no ofrece respuestas absolutas, representa un fascinante punto de partida para que cada espectador saque sus propias conclusiones y emita su juicio... o permanezca indeciso.
El trabajo de los actores es bueno pero, al encarnar arquetipos del género noir, me atrevería a decir que no importa tanto su talento, sino que resulten adecuados para representar sus icónicos papeles... y, desde luego, encajan a la perfección.

Nunca he tragado al actor Rufus Sewell, pero en "Dark City" cumple a la perfección el papel de confuso protagonista que lentamente comprende no sólo la situación que lo rodea, sino su importancia en la misma. Jennifer Connelly nació para encarnar a la típica mujer fatal imaginada por Raymond Chandler y Dashiel Hammett, y John Hurt asimila magníficamente el ingrato papel del Inspector Bumstead, el clásico policía simplón, pero implacable y secretamente sagaz. Y, claro, no puedo olvidar al gran Keifer Sutherland como el taimado Dr. Schreber, que podría ser un traidor que colabora con los extraños... o el redentor de la ciudad.

También merecen mención tres actores secundarios con papeles relativamente cortos pero significativos. La guapa Melissa George es una de las víctimas del misterioso asesino que asola la ciudad; el finado Ian Richardson presta su usual gravedad y peso dramático en el papel de Mr. Book, aparente líder de los extraños; y el gran Richard O'Brien (¡Riff Raff!) es el más tenaz cazador que busca destruir al protagonista... hasta que es seducido por su humanidad.

En sus mejores momentos, la ciencia ficción funciona como una torcida analogía de la realidad, que nos permite analizar los más fundamentales aspectos de la experiencia humana en un contexto más asimilable y provocativo. "Dark City" cumple perfectamente con ese criterio, y al mismo tiempo es un excelente homenaje al cine noir, realizado con tremenda creatividad, imaginación y estilo. Las más recientes películas de Alex Proyas, "Garage Days" (2002) y "I, Robot" (2004) no lograron igualar la calidad narrativa y emocional de sus previas obras, pero confío en que este talentoso director egipcio-australiano encontrará eventualmente material de similar inteligencia y complejidad. Mientras tanto, sólo queda esperar el largamente prometido DVD con la versión del director de "Dark City"... aunque su versión "normal" sigue siendo brillante, muy entretenida y definitivamente memorable.

Pablo del Moral

Google
 
Web www.cinencanto.com